El CD Tenerife recuperó en casa su mejor versión con un triunfo de autoridad por 2-0 frente al Racing de Santander con goles de Ángel Rodríguez en la segunda parte. El conjunto visitante resistió durante la primera mitad ante un Tenerife perseverante que, sin embargo, atacó con más ímpetu que cabeza hasta el descanso. Con Waldo desatado, Roberto López derrochando clase y Luismi probando travesuras, el Tenerife recuperó las buenas sensaciones en ataque pese a que abusó de los lanzamientos lejanos hasta el descanso.
En la segunda mitad, Enric Gallego sufrió un golpe fortísimo en un salto con Rubén Alves y, aunque trató de volver al verde, tuvo que retirarse y fue trasladado a Hospiten para realizarle pruebas. En ese momento Ángel le sustituyó y entró al terreno de juego a morder. Cuando el colegiado pitó penalti sobre Luismi Cruz, el 9 blanquiazul se adueñó del balón. Lo convirtió en el minuto 63 y, con el alivio del gol soñado en su retorno, tomó fuerzas para marcar el segundo solo dos minutos después. Tras un gran pase al espacio de Roberto López, Ángel inició la carrera, se plantó frente a Ezkieta y definió con fundamentos de goleador.
A partir de ese momento, la grada del Heliodoro festejaba ante la evidencia de un Racing noqueado por dos goles tan seguidos. El cuadro cántabro, que no había tenido argumentos ofesnsivos en todo el encuentro, quedó sin opción alguna de puntuar frente a un Tenerife que volvió a mostrar su mejor cara en una semana que terminará este domingo con la visita del Burgos al feudo blanquiazul.
Un dueto por la izquierda
Arrancó el Tenerife con intención de limpiar en casa los trapos sucios de Eibar. Incisivo por la izquierda, Waldo se echó el equipo a la espalda. Si me doblas, Fer, te la pongo y tú centras. Dicho y hecho, aunque la defensa cántabra estuvo viva para despejar a córner. El extremo del Tete quería estar en todas las salsas. Como viera portería, le pegaba. Había que afinar la mirilla, pero ya se sabe que es imposible meter un gol sin tirar a puerta.
El dueto entre Waldo y Fer Medrano seguía amargando la tarde al lateral derecho del Racing y fructificando en saques de esquina. Rozando el minuto 20 Gallego la enganchó en uno de esos córners y, aunque el remate fue defectuoso, Jokin Ezkieta empezó a vislumbrar que posiblemente era un día en el que tuviera que ganarse el sueldo.
Recorte y confección
Mientras, por la derecha, Luismi empezó con sus lecciones de corte y confección. Tenía ganas de hacerle un traje a la defensa del Racing. Quiebro aquí, recorte allá y cayó en el área. El Heliodoro pidió pena máxima. Si quieres, no. Pero cuando se levantó el árbitro le sacó amarilla. Tampoco es eso, señor colegiado. Fuera o no penalti, nadie puede culpar a Luismi porque el partido -y la noche- estaban para un piscinazo. Un 'calufo'...
El que estaba tranquilito era Soriano. Un remate de cabeza al lateral de la red, un tiro a las manos. Luego Ekain tuvo una y la mandó al Meridiano. Al de Greenwich, no al centro comercial. Pero tanta posesión de balón para el Tete y, a decir verdad, pocos tiros a puerta. Ezkieta tenía más trabajo en ir a buscar la pelota para sacar que en poner a prueba los guantes. Resulta que para el Tenerife era el día de pegarle desde fuera del área. La estadística lo decía claro: una docena de disparos en la primera mitad y solo una a portería.
El árbitro no añadió ni un minuto. Abucheo generalizado. Entre la amarilla a Luismi, una mano clarísima de Mario García a centro de Waldo que no pitó y la decisión de no alargar el primer tiempo, el Heliodoro le iba cogiendo cariño. Ya me entienden.
Un guerrero llamado Enric
En el arranque de la segunda mitad Gallego fue al salto con Rubén Alves y salió mal parado del encontronazo. Golpe, caída fea, camiseta ensangrentada. Los médicos corrieron, el Heliodoro enmudeció. Este hombre se parte la cara literalmente por el equipo. Volvió a saltar al verde porque es el guerrero más testarudo de la categoría pero minutos después tuvo que sentarse. Era una locura siquiera haber intentado continuar. Esperamos que no sea nada, Enric.
A todo esto el Tenerife mejoró la puntería. En los dos primeros minutos tras el descanso ya había tirado más veces a portería que en la primera parte. Sergio González controló con el pecho y la cruzó. Estirada del portero. Luego fue Roberto López tras un recorte el que probó suerte, pero también atajó el guardameta. Seguramente Garitano les había dado un toque de atención en el descanso.
Pero la verdadera magia brotó en una combinación entre Roberto López y Luismi. Tuya, taconazo de Roberto, mía, pase filtrado de Luismi que dejó solo al mediapunta maño. Tan bonita fue la jugada que quiso darle una conclusión a la altura intentando definir con el exterior. Ya saldrá una de esas. Y cuando salga. ¡Ay, cuando salga!
Dos goles en dos minutos
Con la lesión de Gallego, le tocó el turno a Ángel. En otra de las sinuosas conducciones de Luismi, el gaditano fue al suelo. Ahora sí. Penalti. Ángel cogió el balón como quien abraza a un ser querido. Con calma, engañó al guardameta para adelantar al Tenerife en el minuto 63. Fue tal el peso que se quitó de encima que no tardó dos minutos en marcar el segundo.
El Racing se volcó demasiado pronto y a Roberto López le pareció un caramelo todo ese espacio a la espalda de la defensa. Así que le puso un balón en largo para el carrerón de Ángel, que se plantó en el área perseguido por dos defensas pero supo ganarse el espacio y colocarla con la diestra al palo izquierdo de Ezkieta. Velocidad, definición y olfato goleador. ¡Qué bueno que regresaste!
Minutos para Teto, Dauda y Bodiger
Empieza a ser un clásico de Garitano en los partidos de casa poner a Teto y Dauda para disputar el tramo final de los partidos. Bien merecido tenían el descanso Roberto López, Luismi y, sobre todo, Waldo. También apostó por Bodiger para apoyar a Corredera y Sergio González, que a esas alturas de partido ya habían reventado el cuentakilómetros.
La grada era una fiesta y a todo el Heliodoro le pareció excesivo que se añadieran nueve minutos. Pero después del parón para atender a Gallego es comprensible. Seguramente incluso a los del Racing consideraron que era demasiado alergue porque sobre el verde no había ni el mínimo atisbo de que pudieran puntuar.
Más cerca, si acaso, parecía el tercero de un Tenerife que jugaba para que corriera el reloj pero aún tenía piernas frescas en el rectángulo. Aun así el pitido final supo a gloria y la afición se marchaba con ganas de volver. El domingo viene el Burgos. Empieza bien esta semana de dos partidos en casa.
Alineaciones
CD Tenerife: Soriano, Mellot, José Amo, José León, Fer Medrano, Sergio González, Álex Corredera, Waldo, Luismi Cruz, Roberto López y Gallego (c).// Ángel por Gallego (55'), Teto y Dauda por Luismi y Waldo (72'), Bodiger por Roberto López (81')
Racing de Santander: Ezkieta, Dani Fernández, Pol Moreno, Rubén, Mario García, Aldasoro, Íñigo Sáinz-Maza (c), Sangalli, Lago Junior, Íñigo Vicente y Ekain.// Arana, Andrés Martín y Morante por Íñigo Sáinz-Maza, Lago Junior y Ekain (56'), Grenier por Aldasoro (80'), Yeray Carbazón por Sangalli (81')
Incidencias
14.773 espectadores
Equipo arbitral: Sánchez López (principal), Mira García y Hernández García (asistentes). VAR: Sagués Oscoz y Lax Franco Salvador.
Amonestaciones: Dani Fernández (22') Luismi Cruz (25'), Sangalli (61'), Aldasoro (76') e Iván Morante (99').