Un arranque fulgurante, que acabó en nada, en agua de borrajas una vez más. El CD Tenerife volvió a perder en el Heliodoro, y esta vez lo hizo de la forma más dolorosa, errando una y otra vez ante la meta rival, e hincando la rodilla después de un gran esfuerzo que resultó en vano.
Hasta dieciocho veces disparó el equipo blanquiazul ante un débil equipo catalán, que aguantaba las acometidas de Suso, Malbasic, Acosta...como buenamente podía. Ganó en confianza cuando los de Etxeberria cogían aire, y acabaron subiéndose a las barbas del equipo blanquiazul, que se quedó sin gasolina tras un zarpazo de Alfred Planas que olía a derrota.
