La Junta General Extraordinaria de Accionistas del CD Tenerife ha dejado dos movimientos clave que definirán el futuro de la entidad: la aprobación de acciones de responsabilidad contra los exconsejeros Paulino Rivero, Conrado González y Samuel Gómez, y el pacto entre Juan Carlos Garrido y Rayco García para bloquear el regreso de Miguel Concepción a la gestión del club.
La decisión de los accionistas de emprender acciones de responsabilidad contra Rivero, Gómez y González responde a presuntos desfases presupuestarios y decisiones controvertidas de la anterior administración —en la ecuación, sin embargo, no entran ni Juan Guerrero ni Santiago Poza (hombres de confianza de Garrido)—.
Golpe a Rivero
Las votaciones se han saldado con un 53,47 por ciento, un 52,43 por ciento y un 53,08 por ciento de votos afirmativos, respectivamente, por lo que se activarán acciones judiciales hacia Paulino Rivero, Samuel Gómez y Conrado González para enmendar conductas que se entiendan dañinas para el patrimonio de la entidad.
Este movimiento supone un golpe directo a la gestión del expresidente Rivero, quien presentó su dimisión antes de la votación junto a Sandro Arrufat.
Freno a Concepción
Sin embargo, la gran maniobra política de la jornada fue el acuerdo entre Garrido y Rayco García, que permitió consolidar un nuevo bloque de poder en el Consejo de Administración y evitó que Miguel Concepción, expresidente del club, recuperara el control de la entidad.
Este pacto, en el que Garrido movilizó sus acciones situadas fuera del acuerdo del sindicado —pacto que obliga al prpio Garrido, Concepción, Conrado González y Amid Achi a votar de manera colectiva— ha redefinido la estructura de poder dentro del CD Tenerife, dejando al grupo de empresarios locales en una situación de menor influencia.
¿Nueva asamblea?
El nuevo consejo de administración, compuesto por cinco hombres, queda formado por Rayco García, Ayoze García y Octavio Cabrera —que dan mayoría a Rayco García— y Daniel Díaz (cuota de Miguel Concepción) y Francisco Miguel Heredia (representante de Conrado González).
No obstante, la crisis institucional aún no ha terminado: Garrido presuntamente solicitará la celebración de una nueva asamblea en abril, lo que anticipa más movimientos en la cúpula del club —o que el control del club cambie de manos y pase al mejor postor sobre el precio de las acciones del propio Garrido—.
