Llegó la última jornada de LaLiga Hypermotion y el Tenerife se despide de la temporada en casa frente al Real Valladolid este domingo a partir de las 17.30 (hora canaria). Una vez confirmado el ascenso del cuadro pucelano y con un Tenerife sin objetivos por los que luchar desde hace tres jornadas, la respuesta de la grada ante la noticia de la semana se antoja uno de los mayores alicientes del choque.
Con la irrupción de Óscar Cano como candidato para tomar las riendas del equipo el próximo curso, la respuesta del tinerfeñismo ha sido prácticamente unánime. Gran parte de la afición así como los pequeños accionistas mediante un comunicado y otras muchas voces a distintos niveles se oponen a que un técnico con menos de una temporada de experiencia en Segunda División asuma el banquillo. Pero hasta el momento es la opción del máximo accionista, José Miguel Garrido.
Desprovista de logros deportivos en esta última jornada, la afición espera arrancar el próximo curso con todos los mimbres necesarios para luchar en la zona alta. Pero la propuesta de Óscar Cano ha soliviantado a una hinchada que previsiblemente mostrará su malestar por una decisión que parece basarse más en la afinidad de Cano con el máximo accionista -que ya se conocen de su etapa en el Castellón- que en el currículum del técnico.
Sin Aitor ni Sergio González
En su último partido como técnico blanquiazul Asier Garitano no podrá disponer de Aitor Sanz por una lesión aún por especificar, ni de Sergio González por sanción. A estas bajas se unen las consabidas de Waldo, Rahmani, Medrano, Álvaro Jiménez y Álvaro Romero. Así, el Tenerife podría salir con Tomeu Nadal, Mellot, Amo, León, Buñuel, Corredera, Bodiger, Luismi, Teto, Roberto y Gallego o Ángel.
Al hilo de las bajas con las que Garitano afronta este último envite, el técnico justificó el rendimiento del equipo en la importancia de las ausencias a lo largo del curso. "Perdimos un porrón de jugadores así que no tuvimos opción de estar con los mejores. Vemos ejemplos claros de equipos que iban líderes a falta de diez jornadas, se les caen dos o tres jugadores, y finalmente ni juegan el play-off. Han sido más de 1.200 días de baja cuando lo normal son 700", declaró Garitano.
A pocos día de su salida, Garitano se marcha contento "con la afición, que es lo mejor que tiene este equipo porque aunque me piten en el estadio en el día a día la gente es muy respetuosa por la calle". Sobre la posible designación de Óscar Cano se limitó a subrayar el nivel de los técnicos españoles y la capacidad del club para tomar la mejor decisión.
Liderato, Zamora y polémica con Pezzolano
Aunque el Valladolid ya es equipo de Primera, esta jornada se juega el título de campeón que aún puede arrebatarle el Leganés, así como el trofeo de portero menos goleado de la categoría para Masip. Por este motivo se espera que Pezzolano presente una alineación reconocible con el exblanquiazul Luis Pérez en defensa, Javi Sánchez, Tárrega y Escudero en el centro del campo con Oliveira, Monchu, Meseguer, Moro y Anuar; además de Sylla, o el exblanquiazul Amath, en punta.
La polémica en Pucela se ha generado en relación a las declaraciones de Pezzolano en un medio uruguayo en las que denunció gritos xenófobos por parte de un sector de la afición. Asimismo, durante la celebración del ascenso en el balcón del Ayuntamiento, el propio técnico promovió el grito 'Pezzolano dimisión' a modo de reproche hacia los aficionados que este curso se lo han cantado desde las gradas del José Zorrilla.
Por este motivo el club emitió un comunicado reprochando al técnico su valoración sobre la posible venta de la entidad por parte de Ronaldo Nazario, al tiempo que condenó cualquier muestra de intolerancia, en cualquier caso minoritaria. El propio técnico salió a corregir sus palabras, que aseguró se habían malinterpretado, y acentuó la buena convivencia con afición y jugadores en una "ciudad maravillosa" como Valladolid.