Muchos nombres han sonado en las últimas semanas para sustituir a Asier Garitano. El debate estaba servido. ¿Continuar con una propuesta de corte defensivo o buscar técnicos de perfil más atacante? Poco a poco iban surgiendo nombres de probada experiencia en la categoría, o incluso en Primera División. Paco López, Rubén Albés, Abelardo, Julian Calero, Antonio Hidalgo o Pepe Mel.
Pero el último nombre que ha irrumpido en las quinielas ha dejado desconcertada a la parroquia blanquiazul. Según adelantó el periodista Ángel García a través de Cazzurreando se trata de Óscar Cano, el técnico con el que el Sabadell ha descendido esta temporada a Segunda RFEF y que la temporada anterior fue destituido del Deportivo de La Coruña a dos jornadas del final del curso, cuando el equipo se había quedado sin opciones de ascenso.
En aquella campaña en Coruña la afición de Riazor terminó pidiendo de forma unánime su dimisión sobre todo por la pobre imagen del equipo fuera de casa, pero también por algunas intervenciones tajantes en rueda de prensa que desconectaron al técnico de la hinchada. Asimismo se le achacó no apostar por la cantera y también fue criticado a la hora de elegir las sustituciones.
El último se coloca como primera opción
Si finalmente recala en el Tenerife, Óscar Cano afrontaría su regreso a la categoría de plata después de haber dirigido en la temporada 2020-2021 al Castellón, club del que José Miguel Garrido fue máximo accionista por un periodo de 14 meses antes de vender su participación. Asimismo Cano también ha dirigido al Baza, Granada- donde entrenó a Carlos Ruiz-, Polideportivo El Ejido, Salamanca, Melilla, Betis B, Alcoyano, Badajoz.
A pesar de contar con el respaldo de Garrido, la afición blanquiazul no ha tardado en pronunciarse a través de redes sociales sobre el nuevo candidato que, pese a haber llegado el último, parece el mejor colocado para tomar el relevo. Muchos aficionados se muestran desilusionados o directamente indignados ante la posibilidad de pasar de un entrenador que sabe lo que es ascender y entrenar en Primera División a otro que acaba de descender a Segunda RFEF.
Justo cuando se esperaba un nombre ilusionante para el proyecto venidero, la irrupción de Cano ha sentado como un jarro de agua fría sobre las expectativas de la hinchada, que daba por sentada la contratación de un técnico experimentado en la categoía como primer requisito para recuperar la ilusión tras un curso decepcionante.