El 1% más rico de Canarias concentra casi el 30% de la riqueza. / AH
El 1% más rico de Canarias concentra casi el 30% de la riqueza. / AH

El 1% más rico de Canarias concentra casi el 30% de la riqueza

Los hogares más acaudalados controlan casi un tercio del patrimonio regional mientras la mitad de la población apenas reúne el 4,2% del total | Canarias combina un bajo nivel de riqueza media con uno de los repartos más desiguales del país

Martín Alonso

El Atlas de la Riqueza de España señala a Canarias como uno de los territorios más desiguales de España en términos patrimoniales. El estudio, elaborado a partir de datos de la Agencia Tributaria, el INE y el Instituto de Estudios Fiscales, indica que el 1% más rico del Archipiélago concentra cerca del 30% de toda la riqueza regional, un nivel que sitúa a las islas en el grupo de cabeza de la desigualdad junto a Madrid (35%), Baleares (28%) y Cataluña (28%).

La otra cara de esta concentración la protagonizan los hogares con menos recursos. En Canarias, el 50% de la población más pobre apenas acumula el 4,2% de la riqueza total, frente al 7% que supone este mismo segmento en el conjunto de España. Este contraste refleja una fractura social especialmente intensa en un territorio donde la riqueza media por hogar se queda en torno a los 250.000 euros, muy por debajo de la media nacional de 383.000 euros.

Desigualdad más extrema

La comparativa autonómica muestra que la concentración patrimonial se da de forma desigual en todo el Estado. Madrid encabeza el ranking, con un 1% de la población que controla el 35% de toda la riqueza regional, un porcentaje inédito en España y muy superior a la media estatal del 26%. Le siguen Galicia (29%), Canarias (casi 30%), Baleares (28%) y Cataluña (28%), todas con cifras que reflejan un fuerte control del patrimonio por parte de una élite reducida.

En el extremo contrario, comunidades como Castilla-La Mancha, Castilla y León, Asturias, Extremadura o Aragón presentan niveles de concentración mucho más bajos. Allí, la distribución de la riqueza está menos polarizada y el 50% de la población con menos recursos retiene una proporción mayor del patrimonio total, lo que contribuye a índices de desigualdad sensiblemente inferiores.

Menos riqueza y peor repartida

El informe confirma que Canarias se encuentra en una posición especialmente delicada porque combina dos factores negativos: riqueza baja y alta desigualdad.

  • Riqueza media por hogar: 250.000 euros, frente a los 687.000 de Madrid, los 477.000 de Baleares o los 434.000 de Cataluña.

  • Índice de Gini: 75,2 en 2022, muy por encima de la media nacional (71,3), lo que sitúa a Canarias entre las comunidades con mayor desigualdad, solo superada por Madrid y muy próxima a Baleares y Cataluña.

  • Distribución: mientras la élite concentra casi un tercio del patrimonio, la mitad de la población más vulnerable apenas reúne un 4,2%, un dato que refleja la fragilidad económica del Archipiélago.

Peso de la vivienda

En Canarias, como en el resto de España, la vivienda habitual y las segundas residencias representan el grueso del patrimonio de los hogares. Sin embargo, el informe advierte de que, en las comunidades más desiguales, los grupos más ricos concentran su patrimonio en inversión inmobiliaria, negocios propios, acciones y fondos financieros, activos que multiplican las diferencias con la clase media.

Estas son las 51 medidas del Gobierno para el desarrollo de Canarias (y piden tu participación). En la imagen, gente paseando por Triana, Las Palmas de Gran Canaria / EFE
En la imagen, gente paseando por Triana, Las Palmas de Gran Canaria / EFE

De hecho, mientras el 20% de los hogares canarios más pobres apenas alcanza un patrimonio medio de 3.714 euros, basado casi exclusivamente en cuentas corrientes, el 1% más rico supera los 10,4 millones de euros por hogar en activos muy diversificados, desde inmuebles de inversión hasta valores cotizados.

Consecuencias sociales y económicas

Los economistas alertan de que la desigualdad patrimonial agrava la vulnerabilidad de la economía canaria. Con una mayoría de hogares sin colchón de ahorro ni activos líquidos significativos, el consumo se resiente con mayor intensidad en tiempos de crisis. Esto genera un efecto amplificador en la recesión y dificulta la recuperación.

Además, la alta concentración de la riqueza reduce la igualdad de oportunidades, al dejar a buena parte de la población sin capacidad de inversión ni de emprendimiento. Según el informe, esta situación puede limitar el crecimiento económico sostenible y alimentar dinámicas de exclusión social, especialmente en territorios como Canarias, muy dependientes de sectores con alta exposición a crisis externas, como el turismo.