La agricultura tinerfeña teme los daños de la borrasca 'Celia'

Técnicos de Agroseguro cuantifican los daños económicos que ha dejado el paso de la borrasca 'Celia' por Canarias

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Plataneras afectadas por una borrasca. / Archivo
Plataneras afectadas por una borrasca. / Archivo

La borrasca Celia da sus últimos coletazos en Canarias tras días de lluvias y, sobre todo, de fuertes vientos, como atestiguan las ráfagas de 155 kilómetros por hora registrados en Izaña, las mayores de España en estos días. Una problemática que ha castigado al sector primario, que espera con temor la cuantía de los daños.

Técnicos de Asprocan ya trabajan en el terreno para notificar las pérdidas y preparar las ayudas pertinentes para un sector siempre en el alambre.

Consecuencias de la borrasca

“La zona del sur de Tenerife es donde se han detectado más daños”, explican a Atlántico Hoy. Así, sintetizan que, hasta ahora, han podido identificar rotura de árboles, de plantas, numerosas plataneras con rozaduras en los plátanos y hojas desflecadas.

Indican también la caída de un muro en la localidad de Alcalá, una de los extremos de la zona más afectadas por la borrasca Celia, cuyos daños principales se amplían hasta Las Galletas.

Por el contrario, y afortunadamente, desde Asprocan resaltan que en las zonas agrícolas de Valle Guerra hasta Buenavista “no ha habido tanta afección”.

Problemas en la ganadería

Además de a la agricultura, la borrasca Celia también ha afectado, aunque en menor medida, a la ganadería canaria, quienes han tenido que modificar su rutina para evitar mayores problemas con las lluvias y los vientos.

Goyo González, ganadero en La Orotava, reconoció a Atlántico Hoy la afección del temporal para sus animales, cerca de 90. “No tengo infraestructura preparada techada y me faltan comederos. No puedo soltar el ganado y al final va todo a base de forraje”, contextualiza mientras no puede “soltar a los animales”.

No obstante, confiesa que la complicada situación que ha generado la borrasca no ha afectado directamente al negocio, si no al mantenimiento de los animales, destacando que el gran problema del sector viene dado por los altos precios del pienso, entre otros gastos.

Otros temporales

Los temporales que arrastran las borrascas en Canarias han provocado grandes diferencias en cuanto a los resultados posteriores, siempre por un elemento clave para las consecuencias finales: el viento.

Así, hay que retroceder un año para recordar las repercusiones positivas que acarreó Filomena en Canarias. Solo en Tenerife, la viralizada borrasca de enero de 2021 dejo 150.000 metros cúbicos de agua para uso agrícola, llenando los embalses de la isla. En Gran Canaria, por ejemplo, las lluvias permitieron almacenar hasta dos años de regadíos.

Sin embargo, cuando el aire sopla con potencia, estas consecuencias sufren cambios drásticos. En 2017, el mes de febrero trajo consigo una borrasca que provocó pérdidas totales de 6.104.013 kilos de plátanos, registradas por los técnicos de Agroseguro, cuyas mayores pérdidas fueron en Tenerife, con 2.667.676 kilos perdidos, de los que la mayor parte se situaban de nuevo en el sur de la isla, con 1.765.032 kilos.

Además, la combinación de los vientos con las bajas temperaturas invernales retrasaron el buen engorde de la fruta que ya estaba a la vista, impidiendo que alcanzaran los tamaños habituales

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