Acceder a la propiedad en Canarias exige cada vez un mayor colchón económico. Según un estudio de Qualis Credit Risk, los compradores necesitan 43.201 euros en la provincia de Las Palmas y 43.171 euros en Santa Cruz de Tenerife solo para cubrir la entrada y los gastos asociados a una hipoteca. En términos relativos, esto equivale a 2,06 y 2,11 sueldos brutos anuales, respectivamente.
Precio y salarios
El mismo informe estima que adquirir una vivienda de segunda mano de 80 metros cuadrados supone 7,6 y 7,7 salarios brutos anuales en cada provincia. El portavoz de la Asociación Canaria de Empresas de Gestión Inmobiliaria (ACEGI), Ciro Machado, señala que este esfuerzo previo “siempre ha existido, pero hoy se ve agravado por una oferta extremadamente limitada”.
“El acceso a financiación ha mejorado por la bajada de tipos, pero el verdadero problema está en la falta de oferta, que tensiona aún más el mercado”, apunta.
Comprar es más barato
Machado recuerda que en muchos casos, la cuota hipotecaria es menor que el alquiler mensual, pero la mayoría de compradores potenciales no dispone del ahorro necesario. “Si pudieran comprar, les saldría más rentable, pero la entrada los expulsa al alquiler, donde tampoco hay opciones”, lamenta.
Por normativa, los bancos no financian más del 80 % del valor del inmueble. A ello hay que añadir un 7 % adicional en gastos como notaría, registro o impuestos.
Avales sin efecto
Machado se refiere también a los avales ICO, diseñados para cubrir ese 20 % que no financian los bancos. Aunque están disponibles, “no se están aprovechando como se esperaba. La información no llega bien al comprador y muchas entidades no los promueven”.
Segunda mano domina
En Canarias, el peso de la vivienda usada es casi absoluto. “La obra nueva es escasa y además dirigida a un público con mayor poder adquisitivo”, indica Machado. Según sus datos, el archipiélago necesita unas 100.000 viviendas más para cubrir la demanda.
Inversión extranjera
Uno de cada cuatro inmuebles fue comprado por un no residente en 2024. Aunque muchas de esas operaciones se concentran en zonas turísticas, el portavoz de ACEGI advierte que esto no cubre la demanda real de vivienda habitual. “Hay dos mercados distintos, y el que más crece es el que menos soluciones ofrece al residente”.
Urge construir más
Para mejorar el acceso, la única vía realista es aumentar la oferta. “Hay que construir más, y hacerlo ya. Las ayudas públicas no bastan”, afirma Machado. Cree que la Ley de Vivienda del Gobierno de Canarias va en buena dirección, pero se ha quedado “corta y lenta” para las necesidades actuales.
También propone medidas urgentes como incentivos fiscales a propietarios de viviendas vacías, garantías contra impagos en el alquiler de larga duración y acuerdos público-privados para liberar suelo urbanizable.
“Cada día recibimos decenas de solicitudes de gente que busca alquiler y no lo encuentra. La situación es crítica y solo se resolverá con más vivienda en el mercado”, concluye.