El precio del alquiler en Canarias sigue en niveles muy altos. Según los últimos datos publicados por Idealista, arrendar una vivienda en las islas cuesta ya 15,1 euros por metro cuadrado, un 8,1 % más caro que en octubre del año pasado. Por lo que alquilar un piso de 80 m2 - tamaño promedio común - supone casi 90 euros más que el año anterior.
Este aumento consolida al archipiélago entre los lugares más caros para vivir en España, solo por detrás de Madrid, Baleares y algunas zonas de Cataluña. Sin embargo, los datos también muestran que el ritmo de crecimiento se está enfriando ligeramente: entre septiembre y octubre, el incremento fue de apenas un 0,3 %, el mismo que en el balance trimestral.
Provincias más caras
Dentro del archipiélago, Las Palmas continúa liderando los precios con 15,3 euros/m², mientras que Santa Cruz de Tenerife se queda muy cerca, con 14,9 euros/m². Ambas cifras superan claramente la media nacional (14,5 €/m²) y reflejan la fuerte presión que sufre el mercado del alquiler en las islas.
Aunque los precios apenas se movieron en el último mes (+0,2 % en Las Palmas y +0,4 % en Santa Cruz), ambos territorios se mantienen cerca de sus máximos históricos, alcanzados el pasado junio. En el caso de Santa Cruz, el nivel de junio (15 €/m²) marcó el techo hasta ahora, con una leve corrección del 0,5 %.
Subida más ligera
En el conjunto de España, los alquileres subieron un 10,9 % interanual, hasta situarse en los 14,5 euros por metro cuadrado. Eso significa que Canarias, pese a su elevado coste, crece por debajo de la media nacional, al igual que Baleares (+9 %) o Cataluña (+7,1 %).
En el lado contrario, las mayores subidas se registraron en Madrid (+12,7 %), Andalucía (+11,8 %) y Castilla-La Mancha (+11,8 %). Solo unas pocas regiones, como Navarra (+3 %) o Extremadura (+4 %), lograron contener los precios algo más.
Mercado tensionado
A pesar de esa pequeña desaceleración, el mercado del alquiler en Canarias sigue muy tensionado. Todo un panorama en el que se produce una combinación de factores: una oferta limitada de vivienda, el auge de los pisos turísticos y el incremento de población residente.
En los últimos años, las islas han vivido un crecimiento sostenido de la demanda, especialmente en las zonas urbanas y turísticas, lo que dificulta el acceso a la vivienda para jóvenes, trabajadores y familias.
