El Ministerio de Hacienda ha decidido aplazar hasta 2027 la puesta en marcha de Verifactu, una herramienta que la Agencia Tributaria (AEAT) quería aplicar el año que viene para llevar a cabo un control más preciso de las facturas electrónicas. La noticia ha supuesto un respiro para los autónomos canarios, pero aclaran que la decisión no se tomó pensando en ellos.
“No han hecho un buen trabajo de fondo y no han dejado las cosas bien claras. La han liado totalmente, por un lado nos decían una cosa, pero luego otra. En ningún momento hicieron aclaraciones específicas”, afirma Enrique Hernández, presidente de la Plataforma de Empresarios de Canarias, en declaraciones concedidas a Atlántico Hoy.
Verifactu y Hacienda
Aún así, expone que acogen el retraso de Verifactu “con los brazos abiertos” porque les permite trabajar con más tranquilidad para adaptarse y comprender el software. “Esto es realmente positivo, lo vemos muy bien”, exclama. “Pero realmente es una patada hacia adelante, no lo han hecho por nosotros y eso hay que aclararlo”, sentencia.
Hernández lamenta que Hacienda no supo prever con tiempo suficiente la llegada de Verifactu ni tampoco estaba claro cómo se iba a aplicar, las medidas o los protocolos. “Esto iba a suponer una problemática brutal para el principio de 2026”, asevera. “Nadie sabía cómo funcionaba, iban a tener un montón de quejas y consultas, los iban a saturar totalmente”, dice.
"Iba a ser un caos"
La normativa decía que empezaba el 1 de enero para las empresas que paguen impuesto de sociedades y el 1 de julio para los autónomos de 2026. “Si este real decreto se ha lanzado no es porque hayan tenido empatía, sino porque han visto que no íbamos a poder adaptarnos a la fecha que habían puesto y esto iba a suponer un caos auténtico”, insiste.
Hernández detalla que Hacienda pretende acotar al máximo posible el fraude fiscal por parte de los autónomos y las pequeñas empresas. “Pero no se puede permitir que el cerco y los recursos que se gasten sean siempre para acosar y acotar a los mismos, hay muchos que no están dados de alta, el problema no somos quienes lo hacemos bien”, destaca.
Ahora bien, exige que la norma “sea para todo el mundo” porque “quienes facturan a mano no tienen la obligación de estar en Verifactu”. “¿Qué sentido tiene? Ninguno”, sentencia. La razón por la que se retrasa es que el Estado quiere adecuar mejor los sistemas informáticos.