Loading...
Una mujer mira las viviendas en venta ofertadas en el escaparate de una inmobiliaria / EFE

Cada vez hay menos viviendas en venta en Canarias: la oferta se reduce un 15% en el último año

Las principales causas de este descenso de la oferta se debe al aumento de la demanda y la falta de construcción, entre otros factores, según las inmobiliarias

La oferta de viviendas en venta se ha reducido en ambas provincias canarias cerca de un 13%, según datos de Idealista. Este porcentaje aumenta si se analizan las capitales, que llega a un descenso de cerca del 20%. El portal inmobiliario describe, a nivel estatal, esta caída como la más grande jamás registrada.

Greg Rodríguez, director de la inmobiliaria Triumph Real Estate, lo vive en el propio sector. La oferta de inmuebles disminuye a la vez que se enfrenta al aumento de la demanda, en un panorama marcado por la escasa construcción, la compra por parte de extranjeros o la poca vivienda pública, expone. 

De 5.900 a 4.200

“Se ha notado un descenso tanto en la cantidad de propiedades que se ponen a la venta como en alquiler”, indica Rodríguez. Por ejemplo, en Gran Canaria — isla en la que trabaja —, el año pasado habían publicadas entre unas 5.600 a 5.900 propiedades en el portal de Idealista. En la actualidad, ese número se ha reducido a unas 4.200 a 4.500, lo que supone un descenso de alrededor de un 15%, explica. 

Para él, esta situación se debe a cinco factores principales. En primer lugar, el aumento de la demanda, que supera a la oferta del parque de viviendas actual. Además, en este sentido, se incluyen los compradores extranjeros, “un aspecto mucho más notorio en el mercado de Canarias”. Todo ello ha conducido a un “encarecimiento de los precios, tanto en venta como en alquiler”. 

Poca construcción

El alquiler vacacional también está siendo un hándicap. Los propietarios han optado por esta modalidad y eso “reduce aún más el parque de viviendas disponible para compra de un particular”. 

Esa escasez del parque se ve marcada, asimismo, por “la escasez de vivienda protegida y pública”, además de “la poca construcción de vivienda nueva”. Estas dos cuestiones se ven marcadas, en gran parte, “por la subida del precio de los materiales”, que han llevado a que “de unos 700 u 800 euros que podía salir el metro cuadrado de construcción, se ha elevado a unos 1.000 o 1.200 euros”. Este panorama ha afectado a la presencia de constructoras pequeñas y ha reducido el número de obras que llevan a cabo las grandes constructoras. 

Por último, otro motivo que afecta al mercado de la vivienda, aunque “es menos reseñable”, “es la expectativa de revalorización que tienen muchos propietarios”, apunta, explicando que “ al ver que los precios siguen subiendo, algunos prefieren no vender todavía o bien publican sus propiedades a precios poco realistas”. 

Rotación de anuncios

Aunque la oferta es poca, la rotación de los anuncios de viviendas en venta es “bastante grande”. Rodríguez señala que “lo normal es que una vivienda no esté publicada más de tres o cuatro meses”. Según la experiencia de su empresa, “el 52% de las propiedades que publicamos las reservamos el primer día”. Aquellas viviendas que permanecen publicadas más de este periodo, alcanzando hasta un año o año y medio, se debe a que “son muy caras o muy complicadas de vender por su tipología”. 

La falta de inmuebles en venta ha llevado a que “la gente incluso esté dispuesta a pagar un pequeño sobreprecio porque no hay nada más atractivo”. Esto se ve sobre todo en los alquileres, cuya demanda es mucho mayor. “Nosotros publicamos los alquileres solo en nuestras redes sociales porque en los portales inmobiliarios podíamos tener en una hora cerca de 200 contactos”, relata. 

Perfil de compradores

A día de hoy, las viviendas más demandadas, sobre todo en Gran Canaria, son “los pisos en zona centro — desde la zona baja y los aledaños, que se han revalorizado bastante —, de tres habitaciones y con terraza o zona al aire libre — una tendencia más acusada tras la pandemia —. 

En cuanto a los compradores, Rodríguez distingue dos grandes bloques: uno compuesto por quienes van a comprar su primera vivienda, que normalmente cuentan con un contrato fijo, buen salario y no tienen deudas; y otro por personas que buscan una mejora de vivienda, es decir, quieren vender su propiedad para comprar otra, ya sea porque quieren una más pequeña o grande, una con mejor accesibilidad, etc. 

A ellos se suma los extranjeros que, en su caso, buscan una segunda vivienda “para pasar los meses de frío en sus países”. 

Sin mejoras a corto plazo

Según Rodríguez, a corto plazo no se ve un cambio posible de este panorama debido a todos los motivos mencionados, desde la creciente demanda, el papel del alquiler vacacional o el precio de los materiales de construcción. 

Aunque es consciente de que es más fácil decirlo que hacerlo, el director de la inmobiliaria apunta que la solución está en la construcción de inmuebles nuevos y de vivienda protegida y pública, además de un análisis de la regulación de la vivienda vacacional “para que realmente haya un impacto en el mercado” y de la compraventa por parte de extranjeros.