Canarias es la comunidad con mayor retraso en el pago de facturas energéticas

Si bien los indicadores han sufrido ligeros descensos, la realidad es que las islas se encuentran en la parte alta de dos de los cuatro parámetros que marcan la pobreza energética

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Factura de la luz junto a una bombilla.  EFE
Factura de la luz junto a una bombilla. EFE

El año 2021, que marcó el camino para dejar atrás la COVID-19 y dio paso a una etapa de inflación, ha dejado claro que la pobreza energética es un fenómeno fuertemente arraigado en Canarias. Si bien los indicadores han sufrido ligeros descensos, la realidad es que las islas se encuentran en la parte alta de dos de los cuatro parámetros que marcan la pobreza energética, en especial el del retraso en el pago de las facturas de suministros de las viviendas, que lidera el ranking de comunidades, solo superada por Ceuta y Melilla.  

Prácticamente finalizando 2022, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha dado a conocer los datos de los indicadores de pobreza energética de 2021. Estos se refieren a tres parámetros concretos:el gasto de suministro energético desproporcionado sobre los ingresos, el gasto energético excesivamente bajo (conocido como indicador HEP de pobreza energética escondida), la incapacidad para mantener una temperatura adecuada y el retraso en el pago de las facturas. 

Pobreza energética

Tal y como recuerda el documento, “la pobreza energética se define como la situación en la que se encuentra un hogar en el que las necesidades básicas de suministros de energía no pueden ser satisfechas, como consecuencia de un nivel de ingresos insuficiente, y que puede ser posiblemente agravada por disponer de una vivienda ineficiente en energía”.

Para abordar este escenario se calculan los indicadores anteriormente mencionados a fin de encontrar mecanismos válidos que solucionen la incapacidad de las familias para afrontar los gastos energéticos. El factor económico es fundamental para abordar esta cuestión, de ahí que Canarias, una comunidad donde los altos niveles de pobreza son estructurales, también esté presente en lo alto de las listas de estos parámetros. 

Retraso en las facturas

Si bien Canarias tiene cifras relativamente preocupantes en los cuatro indicadores, el retraso en el pago de las facturas afecta especialmente a las Islas. El 16,1% de la población canaria tiene dificultades para pagar las facturas a tiempo, es decir, unas 135.000 personas. Es un ligero descenso en comparación con 2020 (17,8%), pero aún así sigue a la cabeza de las comunidades, aunque no de los territorios puesto que son Ceuta (24,2) y Melilla (21,6) quienes están a la cabeza en este parámetro.

A nivel nacional “el porcentaje de población que sufre retraso en el pago de las facturas de los suministros de la vivienda se reduce hasta el 9,5% de la población, lo que equivale a 4,5 millones de personas”.

Menor consumo por necesidad 

Aparte del retraso en el pago de las facturas -que ya el propio documento avisa de que el incremento de los precios de la energía hacen anticipar que los datos de 2022 serán aún peores-, Canarias también lidera (detrás de Ceuta y Melilla) lo que se conoce como pobreza energética escondida (HEP). Este parámetro se refiere a unos niveles de gasto energético menores que los que se presuponen, es decir, tiene en cuenta a aquellos hogares que dejan de consumir luz, gas o calefacción por no poder permitírselo. 

Mientras que a nivel nacional el porcentaje de hogares se sitúa en el 9,3% de los hogares cuando en Canarias el parámetro es de 31,42%.  Aunque los factores no se calculan por comunidades, a nivel nacional se destaca que este indicador se da con mayor frecuencia en hogares de personas en paro. Por tipo de hogar, este indicador se repite más en aquellos conformados por una persona sola de 65 años o más años.

Sin una temperatura adecuada

Otro indicador que sostiene una alta pobreza energética en Canarias es el relacionado con la incapacidad para mantener una temperatura adecuada en los hogares en invierno. Mientras que a nivel nacional el porcentaje se situó en el 14,3% en el archipiélago canario se situó en el 16,7% de la población incapaz de mantener una temperatura adecuada en su hogar. Es un descenso de casi el 1% con respecto a 2020 y en este caso Canarias ocupa la sexta posición. 

El último de los indicadores se refiere a un gasto desproporcionado en relación a los niveles de ingresos y se define como el porcentaje de hogares cuya participación del gasto energético en los ingresos es más del doble de la mediana nacional. En todo el territorio la cifra se situó en el 16,4% de hogares. En Canarias, sin embargo, el dato se eleva hasta el 17,40%, aunque ha descendido si se compara con 2020 (19,04). En este caso las Islas ocupan la quinta posición territorial.