Canarias llega al final de 2025 con buen pulso económico, apoyado en el empleo, el turismo y unos precios moderados, aunque con señales claras de desaceleración que invitan a la cautela. Así lo recoge el último informe de coyuntura socioeconómica de la Confederación Canaria de Empresarios, que sitúa al Archipiélago entre las regiones más resilientes del país frente a un escenario internacional todavía incierto.
En el ámbito global, la economía ha logrado amortiguar los riesgos del año —tensiones geopolíticas, vaivenes arancelarios y volatilidad financiera— gracias a la contención de la inflación y al acuerdo comercial entre Estados Unidos y China. Este contexto ha permitido nuevos recortes de tipos por parte de la Reserva Federal y una política monetaria estable en la eurozona.
España aguanta y Canarias acelera
España encara el cierre del año con indicadores positivos de actividad y consumo. El mercado laboral mantiene el ritmo y la afiliación a la Seguridad Social crece con fuerza. En Canarias, ese avance ha sido más intenso que la media nacional, con un incremento mensual del empleo del 1,4% y casi 970.000 personas afiliadas al término de noviembre.
El sector servicios vuelve a ser el gran motor, impulsado por el comercio y la hostelería al calor de la campaña navideña y la temporada alta turística. También destacan los aumentos en sanidad, educación y actividades administrativas, consolidando una creación de empleo diversificada.
Menos paro y precios bajo control
El paro registrado siguió bajando en noviembre y acumula un descenso interanual cercano al 8%, superior al del conjunto del Estado. En paralelo, la inflación se mantiene contenida: el IPC interanual en Canarias se sitúa en el 2,3%, por debajo de la media nacional, con subidas concentradas en restauración y hoteles y descensos en vivienda y transportes.
El turismo vuelve a ser clave. Solo en noviembre, las Islas recibieron 1,5 millones de visitantes extranjeros, y el acumulado del año supera los 14,5 millones, un 4% más que en 2024. Un empuje que sostiene el empleo y el consumo, pero que también refuerza la dependencia del sector.
Optimismo con cautela
El informe invita a cerrar 2025 con optimismo moderado, pero alerta de un enfriamiento del crecimiento, especialmente en Europa. Por ello, reclama medidas para mejorar la productividad y la competitividad, fomentar la inversión y preservar el empleo, evitando nuevas cargas que frenen la actividad en un contexto todavía frágil.