El buque Ciudad de Ibiza, tras encallar el pasado 18 de diciembre en el Puerto de Las Palmas, ha sido remolcado hasta Astican para su inspección y reparación, al tiempo que Capitanía Marítima continúa con la investigación para esclarecer lo ocurrido.
Durante una maniobra de cambio de atraque, el barco de Armas Trasmediterránea se escoró y embarró en una zona de relleno de la Dársena de África, que es donde la naviera tiene su base de operaciones.
Lo sacaron del apuro dos remolcadores, bajo la dirección de los prácticos y de Capitanía Marítima, que decidieron usar las embarcaciones auxiliares y no las máquinas del Ciudad de Ibiza para volverlo a atracar, pues el viento sur y la corriente existente así lo aconsejaban.
Daños
El barco golpeó el muelle Juan Sebastián Elcano en la maniobra de salida, quedando luego varado de proa en una zona de grava y de piedra.
El golpe en la esquina del muelle abrió una grieta de unos dos metros a estribor, justo encima de la cubierta de cierre, lo que motivó una vía de agua en la zona de bajada de las escaleras.
Ese es el desperfecto principal que deberá reparar Astican, además de inspeccionar el casco de la nave en busca de otros posibles daños.
Sin víctimas ni vertidos
El impacto causó daños en la escollera del muelle, aunque menores, y no generó vertidos ni heridos. El barco estaba vacío, sin carga ni pasaje a bordo, en lastre, porque iba a cambiar de rampa para estibar la mercancía y prepararse para su viaje.
Armas, tras el siniestro, emitió un comunicado para aclarar que no hubo fallos técnicos durante la maniobra y que el práctico estaba a los mandos del buque cuando ocurrió el accidente.
La naviera, por tanto, descarga la responsabilidad sobre el capitán que subió a bordo para realizar el cambio de atraque, pero es la investigación de Capitanía Marítima la que debe arrojar luz sobre lo sucedido.
Caja negra
Por eso solicitan la caja del negra del buque, que será clave para averiguar si existió o no un fallo técnico, además de tomarle declaración a todos los implicados e inspeccionar el barco para determinar los daños.
Hace casi ocho años, una avería eléctrica motivó que otro barco de Armas perdiera el control y chocase de frente contra el espigón del muelle Nelson Mandela, causando daños importantes tanto al dique como al propio buque.