Dos cruceros vistos desde la segunda planta de la futura terminal de Santa Catalina. / ATLÁNTICO HOY
Dos cruceros vistos desde la segunda planta de la futura terminal de Santa Catalina. / ATLÁNTICO HOY

A contrarreloj para acabar el bulevar y estrenar la terminal de cruceros más grande de Europa

Global Ports dejará para el año que viene la inauguración oficial de la nueva estación porque los trabajos para acondicionar el muelle Santa Catalina van más lento de lo esperado. La terminal, eso sí, está operativa desde noviembre

La nueva terminal de cruceros comenzará a funcionar en el muelle Santa Catalina este mes de octubre, pero no se inaugurará de forma oficial hasta el año que viene, cuando termine la temporada, explica el presidente de la Federación Canaria de Empresas Portuarias, José Socas.

La presentación en sociedad se pospone por falta de tiempo, pues la parte pública de la obra va más lenta de lo esperado y la empresa constructora trabaja a contrarreloj para cumplir con el plazo de ejecución.

Jardines

No se trata del edificio de la terminal, que sí está casi acabado y lo ejecuta Satocan a instancias de la concesionaria, Global Ports Canary Islands, sino del bulevar y los jardines que arropan la nueva infraestructura para integrarla en el muelle Santa Catalina.

La obra de la APLP fue adjudicada a Lopesan por 2,3 millones, casi uno menos del precio de licitación, que era de 3,1 millones de euros.

Los trabajos comenzaron en marzo y tienen un plazo de ejecución de ocho meses, es decir, están dentro del plazo para terminar en noviembre, que es cuando arranca la temporada con la llegada de los primeros cruceros, pero no hay margen para el error ni para florituras.

"Estaremos listos para operar con normalidad en noviembre, pero haremos la inauguración cuando termine la temporada porque no llegamos a tiempo", aclara Socas, cuya empresa familiar, Sepcan, con cuatro generaciones dedicadas al amarre de buques en el Puerto de Las Palmas, es el socio local de Global Ports en el negocio de los cruceros.

Inversión

La empresa ha estrenado este verano las terminales de Puerto del Rosario, en Fuerteventura, y de Arrecife, en Lanzarote. Falta sólo la de Las Palmas de Gran Canaria, que es la más grande. En total, 40 millones de euros.

La mayor parte de ese presupuesto, 34 millones, se lo ha llevado la obra del Puerto de Las Palmas. Se trata de un edificio acristalado en su totalidad que está divido en dos plantas, con 400 paneles solares en la cubierta y 240.000 vatios, una potencia pensada para funcionar de manera autosostenible, sin depender de la red eléctrica convencional.

Socas explica que los obreros están rematando los detalles del edificio y del revestimiento de su estructura metálica. Entre las cosas importantes que faltan destacan los fingers. Son las estructuras metálicas que conectan los barcos con la terminal para que los turistas embarquen y desembarquen sin usar las tradicionales escalerillas de los buques. Estas estructuras serán descargadas en la propia terminal en las próximas semanas.

Rellenos complicados

La obra pública que ejecuta Lopesan, en cambio, consiste en crear varias explanadas en las que se distribuirán los servicios, los jardines y los aparcamientos, además de realizar las canalizaciones y dejarlo todo preparado para la pavimentación y el mobiliario urbano, que no están incluidos en ese presupuesto.

El relleno de esas explanadas, que están a diferentes niveles entre el dique y el edificio de la terminal, es lo que más preocupa para terminar la obra a tiempo. Una vez finalizada, el muelle Santa Catalina contará con 20.985 metros cuadrados de zona de tránsito y 1.826 de jardines, la terminal más grande de Europa en palabras de la presidenta de la Autoridad Portuaria, Beatriz Calzada.