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Trabajador en una obra en Tenerife (Canarias). / ATLÁNTICO HOY

La economía canaria: un ecosistema ‘micro’ con la muerte como norma

Los datos evidencian que la mitad de las personas que emprenden ven fracasar su negocio en menos de cinco años

La economía canaria podría decirse que está en un buen momento. El PIB crece, el empleo crece y cada vez hay más emprendedores. Sin embargo, las nuevas empresas no suelen prosperar. De hecho, los datos evidencian que la mitad de las personas que emprenden ven fracasar su negocio en menos de cinco años. Pese a ello, dentro del tejido productivo canario hay sectores en efervescencia.

En los últimos años, el número de autónomos en Canarias ha crecido de forma notable. La afiliación al régimen de autónomos en Canarias pasó de 111.444 en 2014 a 144.305 en 2024, es decir, 32.861 afiliados más. Esto implica que, en una década, el número de autónomos creció un 29,5% en Canarias, mientras que en el conjunto nacional el aumento fue del 8,5% en el mismo periodo.

El impulso del turismo

Este dato ejemplifica la buena salud de la capacidad de los canarios para emprender su propio negocio. Según explica Eliot Martín, secretario general de la Asociación de Trabajadores Autónomos de Canarias, “los buenos datos del sector turístico han favorecido mucho al crecimiento de los autónomos en todos los sectores”.

Pero el auge de emprendedores autónomos no se centra en el turismo. Los datos revelan que la construcción, las actividades profesionales, científicas y técnicas, y las telecomunicaciones son las que están impulsando y motivando que los profesionales se animen a inscribirse como autónomos.

Emprender por necesidad

Lo que han detectado cuando hacen los asesoramientos a emprendedores es que muchos no inician su aventura emprendedora porque vean una oportunidad de negocio, sino que lo hacen por necesidad. “Aún siguen habiendo autónomos que emprenden por necesidad, sin tener una idea lo suficientemente madurada y analizada”, apunta Martín.

Esto implica asumir también un riesgo, ya que hay una alta tasa de mortalidad de empresas. Por eso insiste en la necesidad de emprender por convicción: “porque creemos una idea, porque la hemos analizado y la vamos a lanzar al mercado”. “Si no tenemos los conocimientos necesarios, estamos abocados al fracaso y, en muchas ocasiones, a no levantar la cabeza porque hay endeudamiento o morosidad”.

Lo que han detectado también desde ATA es que hay muchos autónomos en pluriactividad, es decir, personas que trabajan por cuenta ajena y propia a la vez. Esto se da principalmente en personas ya maduras que han adquirido conocimiento de su sector y se atreven a emprender. “Lo más probable es que, si tiene éxito, pase de trabajar por cuenta ajena a por cuenta propia”, apunta.

La mitad fracasa

¿Por qué fracasan los autónomos en casi un 50%? Martín apunta que “probablemente es porque los modelos de negocio dejan de ser viables. Al principio, como tienes la cuota cero, esa subvención de promoción a los autónomos que te puede ayudar a sobrevivir a los costes, pero si no tienes una idea testeada y valorada, que aporte valor y que sepas hacer crecer y ganar clientes, es uno de los motivos que llevan al cierre de los negocios”.

El número de empresas en Canarias ronda las 142.000. El problema del tejido empresarial, que también se da en el conjunto de España, es el gran peso de las pequeñas empresas. La mitad de las empresas solo tiene un trabajador y el 95% tiene menos de 10. “Es un déficit estructural de nuestro tejido productivo que tenemos que trabajar”, valora Lola Pérez, directora general de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife.

Fomentar el crecimiento

Desde su punto de vista, es importante fomentar el crecimiento de la dimensión de las empresas para que ganen mayor fortaleza, tengan una mayor capacidad de innovar, de diversificarse y abrirse a nuevos mercados. Sin embargo, esto es complicado y, pese a ello, hay sectores que cada vez ven morir más empresas.

El principal sector castigado, como ya han venido avisando desde la Cámara, es el comercio, que ya antes de la pandemia estaba registrando caídas en el número de empresas. “Vemos cómo progresivamente, trimestre a trimestre, se va perdiendo número de comercios, sobre todo minoristas”, explica la directora general.

Uno de los motivos que señala Pérez de esta caída de comercios minoristas son los cambios en los hábitos de consumo, a raíz del comercio electrónico, pero también por la falta de relevo generacional en los comercios familiares y por la competencia de las grandes cadenas, que tienen una mayor capacidad de adaptación. A esto se le suman otros factores como el aumento de los precios de los alquileres o de los costes laborales.

Costes laborales

Con los costes laborales se llega al elefante en la habitación. El empresario canario tiene uno de los costes laborales más bajos: paga 13.000 euros por trabajador menos que un empresario en Madrid. Sin embargo, los emprendedores canarios no consiguen beneficiarse de ese bajo dato. Según los datos de ATA, “para el 80% de los autónomos, el gasto medio ha aumentado. Solo el 30% ha conseguido aumentar la facturación”.

“Para el 50% de los autónomos, los costes laborales suponen el principal hándicap de no contratar”, explica Martín, quien señala que, aparte de que “cada vez sale más caro contratar”, están encontrando dificultades para encontrar los perfiles que necesitan, lo que apunta que está también provocando un freno en el crecimiento.

Ambos expertos coinciden en la necesidad de fomentar iniciativas como la cuota cero autónomos que ha puesto en marcha el Gobierno de Canarias, pero también en fomentar bonificaciones e incentivos para reducir los costes laborales de los emprendedores y que puedan mantenerse en pie.