En el puerto de Ibiza descansa una embarcación de lujo que, a simple vista, parece un yate más de los que surcan las Baleares. Sin embargo, bajo su elegante silueta se esconde un pasado que lo convierte en uno de los barcos más singulares de España: durante años fue la joya náutica de Juan Carlos I, quien navegó en él bajo otro nombre.
Hoy, reconvertido en un negocio de alquiler exclusivo, su precio diario supera los 20.000 euros, una cifra que lo sitúa entre los caprichos más selectos al alcance de muy pocos.
El antiguo ‘Fortuna’
El yate se llama actualmente ‘Foners’, pero en otra época fue conocido como ‘Fortuna’, la embarcación personal del rey emérito. Construido en 1997 en los astilleros Bazán de San Fernando (Cádiz), costó en su día 18 millones de euros, sufragados por un grupo de empresarios que quisieron agasajar al monarca.
Durante años fue símbolo del verano real en Baleares, hasta que en 2014 Juan Carlos I dejó de usarlo, apenas un mes antes de abdicar en favor de su hijo, Felipe VI. Desde entonces, pasó a manos de la Fundación Turística y Cultural de las Islas Baleares (Fundatur) y, más tarde, fue adquirido por la naviera Baleària, que a día de hoy sigue intentando venderlo sin éxito.
Precio del alquiler
Actualmente, el ‘Foners’ se alquila a través de la empresa Bluebnc, especializada en yates de lujo. Su precio varía según la temporada: en septiembre cuesta 20.149 euros al día, mientras que en julio y agosto alcanzaba los 21.336 euros. En otoño e invierno, la tarifa desciende a unos 19.000 euros diarios.
El alquiler incluye capitán, pero no combustible, y contempla un coste adicional para quienes lo reserven por varias noches: desde 400 euros extra la primera hasta 1.000 euros la cuarta. A partir de la quinta jornada, no hay recargo.
Lujo y prestaciones
La propia compañía lo describe como un barco que “combina ingeniería española con comodidades de lujo, ofreciendo una experiencia excepcional a sus huéspedes”. Dispone de cuatro camarotes con capacidad para ocho personas, jacuzzi, sala de cine y una amplia terraza con tumbonas y bar.
Además, incluye una oferta de juguetes acuáticos que va desde motos de agua y tablas de surf hasta equipos de snorkel y esquís acuáticos, todo pensado para un perfil de cliente que busca experiencias exclusivas en mar abierto.
La velocidad más alta
Uno de los mayores atractivos del ‘Foners’ es su potencia. El yate cuenta con tres turbinas Rolls-Royce capaces de alcanzar los 68 nudos (unos 130 km/h), lo que lo convirtió en su día en el yate más veloz del mundo. Una hazaña que, sin embargo, conlleva elevados costes de mantenimiento y consumo de combustible, lo que ha dificultado su venta.
En 2018 Baleària lo ofrecía por 8 millones de euros, pero no hubo compradores. En 2019 la cifra bajó a 4 millones y en 2021 la compañía decidió fijar un precio mínimo de 2,2 millones, lo que habían pagado en su momento por la embarcación. A día de hoy, no ha trascendido si sigue en venta de forma oficial.
De símbolo real a negocio privado
La historia del ‘Foners’ refleja cómo un símbolo de la monarquía española se transformó en un objeto de negocio turístico. Lo que un día fue el regalo de empresarios y amigos internacionales al monarca, es hoy un lujo que se alquila a turistas con bolsillos privilegiados.
Mientras tanto, el yate permanece en el puerto de Ibiza, a la espera de que alguien lo compre o de que continúe rentabilizándose a razón de 20.000 euros por día.
