En Canarias, hablar de salarios suele ser sinónimo de hablar de carencias. La comunidad autónoma mantiene de manera persistente uno de los sueldos medios más bajos de toda España, con un poder adquisitivo erosionado por la inflación y un mercado laboral marcado por la temporalidad. La brecha con la media nacional sigue siendo amplia y afecta especialmente a los más jóvenes, que encuentran grandes obstáculos para emanciparse y acceder a una vivienda —digna—.
Sin embargo, entre tantos números en rojo, existe un municipio en el Archipiélago que rompe las estadísticas y se sitúa en lo más alto del ranking de rentas. Una localidad que ha sabido atraer a familias con mayor poder adquisitivo desde hace siglos y que hoy se consolida como el enclave canario con los salarios más elevados.
El municipio más rico de Canarias
Ese lugar es Santa Brígida, en Gran Canaria, que según los últimos datos de la Agencia Tributaria alcanzó en 2022 una renta bruta media de 40.713 euros anuales, es decir, 3.392 euros brutos al mes. A ello se suma una renta disponible de 27.987 euros, lo que confirma el elevado nivel de vida de sus habitantes frente a la media del resto de municipios del Archipiélago.
No es un fenómeno reciente. Desde el siglo XIX, Santa Brígida ha atraído a familias de clase alta que buscaban residir en un entorno privilegiado, a pocos minutos de la capital grancanaria, pero rodeados de viñedos, casas tradicionales y un clima templado. Esa tradición se refleja en sus calles residenciales y en la composición de su población actual.
Canarias, a la cola en salarios
El caso satauteño contrasta con la realidad del conjunto de Canarias. La comunidad autónoma ocupa habitualmente los últimos puestos de España en materia salarial. En 2024, el sueldo medio apenas llegó a los 1.668 euros mensuales, muy lejos de la media nacional y aún más de territorios como Euskadi, donde los sueldos superan de forma holgada los 2.500 euros al mes.
La subida de precios en los últimos años ha agravado la situación. Aunque los salarios han aumentado, la inflación ha reducido el poder adquisitivo, haciendo que los canarios vivan peor pese a cobrar algo más. La situación golpea con fuerza a los jóvenes, que se encuentran entre los trabajadores con peores sueldos del país, y a los temporales, que aún cobran por debajo del salario medio.
Brecha social y retos pendientes
Santa Brígida simboliza lo que podría ser Canarias si lograra superar sus debilidades estructurales: dependencia del turismo, escasa diversificación económica y una notable desigualdad interna. Mientras en este municipio los vecinos disfrutan de los sueldos más altos del Archipiélago, en otros puntos de las islas las rentas apenas alcanzan para cubrir lo básico.
Los expertos coinciden en que la comunidad necesita políticas específicas de cohesión territorial, capaces de equilibrar estas diferencias y de ofrecer oportunidades reales a los jóvenes y trabajadores precarios. Sin ellas, la brecha entre municipios como Santa Brígida y el resto de las islas no hará sino ampliarse, consolidando un modelo económico desigual.
