El mercado inmobiliario en Canarias atraviesa uno de los momentos más tensos de las últimas décadas. Con precios disparados tanto en compraventa como en alquiler, el acceso a la vivienda se ha convertido en un desafío para miles de familias y, en especial, para los jóvenes canarios. Según los últimos datos de agosto de 2025, el precio medio del metro cuadrado en el Archipiélago se sitúa en 3.080 euros, un 14,8% más caro que hace apenas un año. Un incremento que supera la media nacional y que evidencia cómo la oferta limitada y la demanda creciente, especialmente en zonas de costa, marcan el pulso del sector.
En este contexto, la inteligencia artificial también se ha sumado al debate: ¿cuál es el mejor lugar de Canarias para tener una vivienda junto al mar? Y la respuesta no ha sorprendido a quienes conocen bien el mercado: Costa Adeje, en el sur de Tenerife.
¿Por qué Costa Adeje?
El análisis de la IA destaca varios factores determinantes. El primero es su clima excepcionalmente estable, con temperaturas suaves durante todo el año y menos viento que en otras islas. Este detalle, que puede parecer menor, es uno de los grandes atractivos para quienes buscan fijar aquí su residencia principal o una segunda vivienda.
A ello se suma una oferta de servicios premium: desde hospitales privados hasta colegios internacionales, pasando por marinas deportivas, campos de golf y una amplia red de restauración de alto nivel. Esta combinación de calidad de vida, ocio y seguridad convierte a Costa Adeje en una de las zonas más demandadas por compradores nacionales e internacionales.
Un mercado en constante demanda
La IA subraya también un aspecto clave para los inversores: la alta liquidez del mercado. En Costa Adeje, la oferta de viviendas unifamiliares cerca del mar es limitada, pero la demanda es constante, lo que garantiza que los inmuebles se vendan y revendan con rapidez. En un entorno marcado por la volatilidad, esta solidez es un valor añadido.
Además, la conectividad juega a favor: el aeropuerto de Tenerife Sur se encuentra a apenas 15 o 20 minutos en coche, lo que facilita tanto la llegada de turistas como la vida de quienes viajan con frecuencia por motivos laborales.
Por último, la IA señala el valor a futuro de la zona. Con una planificación urbanística consolidada y madura, Costa Adeje ofrece seguridad jurídica y estabilidad, protegiendo el valor de las inversiones frente a posibles desarrollos desordenados.
Precios al alza y escasa oferta
El diagnóstico positivo para Costa Adeje contrasta con la dificultad generalizada de acceder a una vivienda en el Archipiélago. La escasez de suelo edificable, la falta de vivienda protegida y el auge del alquiler vacacional han reducido la oferta disponible, mientras que fenómenos como el teletrabajo han disparado la demanda de inmuebles con más espacio.
Este desequilibrio se traduce en precios récord y en un mercado de alquiler tensionado, con rentas que superan las posibilidades de muchas familias. En julio de 2025, el Gobierno de Canarias destacaba que 6.174 desempleados de larga duración habían logrado incorporarse al mercado laboral, una cifra histórica, pero insuficiente para compensar las dificultades que genera el encarecimiento de la vivienda.
Más que un destino turístico
Más allá de las cifras, Costa Adeje es un enclave que combina playas de aguas tranquilas y arenas doradas con un entorno urbano cuidado y moderno. Sus núcleos poblacionales —desde La Caleta hasta Playa Paraíso o Fañabé— reúnen tanto a residentes locales como a una comunidad internacional que encuentra aquí un punto de encuentro privilegiado.
El pueblo dispone de todos los servicios esenciales: centros comerciales, farmacias, instalaciones deportivas, parques infantiles, iglesias, oficinas públicas e incluso un hospital. Además, se enmarca en un entorno natural protegido, con espacios como el sitio de interés científico de La Caleta y parte de la Reserva Natural Especial del Barranco del Infierno.
Inversión segura
En un Archipiélago donde el acceso a la vivienda es cada vez más complejo, Costa Adeje se erige como el lugar más atractivo para quienes buscan establecerse junto al mar, con calidad de vida, servicios de primer nivel y un mercado inmobiliario consolidado.
La IA lo ha dejado claro: este rincón del sur de Tenerife no solo es el mejor pueblo de Canarias para tener casa en la playa, sino también uno de los enclaves más seguros para invertir en el presente y en el futuro.