Las intensas semanas de negociaciones con la banca han llegado a su fin tras la aprobación, por parte del Gobierno, de un real decreto-ley con una batería de medidas de alivio pensadas para más de un millón de familias en apuros por el encarecimiento de sus hipotecas.
Estas se resumen en tres ámbitos de actuación y se aplican en los casos de hipotecas para la compra de una primera vivienda cuyo precio no supere los 300.000 euros.
Familias vulnerables
De esta forma, los hogares con rentas inferiores a 25.200 euros al año que destinen más de la mitad de sus ingresos al pago de la hipoteca podrán optar a una reestructuración de la misma para tener una carencia del pago del principal durante 5 años, a euríbor menos 0,1%. Por otro lado, también tendrán una dación en pago (acción de entregar un bien a cambio de saldar una deuda pendiente de pago) que les libre de la carga hipotecaria a cambio de entregar las llaves del inmueble pero con la opción de permanecer en la vivienda como inquilino durante 2 años. Finalmente, podrán optar a una segunda reestructuración, en caso de que sea necesario porque ya se acogieron a esta medida en el pasado.
Si los hogares vulnerables no ven incrementado en un 50% su esfuerzo hipotecario, podrán acogerse al nuevo Código de Buenas Prácticas y optar a una carencia de dos años que les permita pagar, durante ese tiempo, con un tipo de interés menor. Asimismo, también podrán alargar el plazo de la hipoteca hasta los siete años, siempre que la vida del préstamos no supere los 40, con el fin de reducir la cuota hipotecaria mensual.
Clase media en riesgo
Las familias con una renta de hasta 29.400 euros anuales se consideran en riesgo si la hipoteca les consume más del 30% de los ingresos mensuales y les sube un 20% por el alza del euríbor.
En estos casos podrán optar a congelar la cuota hipotecaria durante 12 meses, aplicar un tipo de interés menor sobre el principal aplazado o alargar el plazo del préstamos hasta 7 años (sin que la hipoteca supere los 40 años).
Medidas adicionales
Para el resto de hipotecados, se reducen los gastos y comisiones para facilitar el cambio de tipo variable a tipo fijo. Además, se eliminan durante todo 2023 las comisiones por amortización anticipada y cambio de hipoteca de tipo variable a fijo.
El Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital prevé que se vean beneficiados por estas medidas hasta un millón de clientes. No obstante, los bancos vienen recalcando que no esperan una avalancha de impagos ni de familias afectadas por la subida de tipos de interés.