La esperada reapertura de la ruta marítima entre Fuerteventura y Tarfaya (Marruecos) no se producirá a corto plazo. Así lo ha confirmado el Gobierno de España, a través del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, que considera inviable recuperar la conexión debido a la falta de infraestructuras físicas y administrativas tanto en el puerto canario como en el enclave marroquí.
Esta decisión supone un freno a un proyecto que había despertado un alto grado de interés institucional y empresarial en ambos lados del Atlántico. En los últimos meses, autoridades locales de Fuerteventura, el Gobierno de Canarias y representantes del país africano habían intensificado los contactos para restablecer la línea, inactiva desde 2008, como vía para impulsar la economía azul, el comercio exterior y las relaciones culturales con África.
Control de aduana
El Ministerio argumenta que, aunque reconoce el interés estratégico de la conexión, las condiciones técnicas y operativas actuales impiden su puesta en marcha. En particular, señala la ausencia de un Punto de Inspección Fronteriza (PIF) plenamente operativo en el puerto de Puerto del Rosario, así como la necesidad de adaptar el marco normativo y de coordinación entre ambos países para el tráfico de pasajeros y mercancías.
Desde Canarias, la noticia ha sido recibida con preocupación por parte de las instituciones y empresarios que ven en esta línea una oportunidad de desarrollo para diversificar la economía insular y potenciar la posición geoestratégica del Archipiélago como nexo entre Europa y África.
17 años en el limbo
El proyecto se retomó hace unos meses con el impulso del consorcio empresarial formado por Hamilton y Cía y el Grupo Newport, que constituyeron la empresa Puerto de Tarfaya Canarias SA para reactivar una línes que operó durante dos meses de 2008 —un accidente del barco que cubría la ruta, que encalló frente a la costa marroquí, interrumpió la línea—. La comunidad africana residente en Fuerteventura, que había mostrado su respaldo al proyecto, lamenta el nuevo retraso en una conexión que consideran vital para fortalecer vínculos sociales y familiares.
Pese al revés, el Gobierno de Canarias confía en que, con voluntad política y colaboración entre administraciones, el proyecto pueda reactivarse a medio plazo. La ruta Fuerteventura-Tarfaya sigue siendo, para muchos, una asignatura pendiente clave para el futuro económico y social de las islas orientales.
Propuesta marroquí
La propuesta para reactivar la conexión marítima entre Marruecos y Canarias partió del propio Gobierno africano, que en 2023 planteó esta línea como un instrumento clave para estrechar las relaciones comerciales y logísticas entre ambos territorios. Como prueba de su compromiso, Rabat ha destinado 50 millones de euros a modernizar el puerto de Tarfaya durante los últimos años.
El reino alauita ha dotado a Tarfaya de infraestructuras que, según defienden, lo posicionan como un enclave seguro y competitivo. Entre las mejoras destacan una línea de atraque de 225 metros, una zona operativa de 10.000 metros cuadrados y un área industrial anexa de 84.000 metros cuadrados.
Las gestiones entre ambos lados del Atlántico arrancaron formalmente en marzo de 2023, con la visita del entonces presidente canario Ángel Víctor Torres a Rabat. Desde entonces, las negociaciones han transitado por distintas etapas, incluida una misión empresarial en junio liderada por la exconsejera Elena Máñez y compuesta por representantes institucionales y del sector privado. El actual Ejecutivo autonómico, presidido por Fernando Clavijo, retomó el impulso del proyecto con nuevos encuentros en Gran Canaria, Tenerife y Fuerteventura, buscando cerrar un acuerdo definitivo que, de momento, tendrá que esperar.
