Las cifras hablan por sí solas. Los hoteles canarios registraron el pasado mes de noviembre 35.570 trabajadores más que hace 25 años. En el último cuarto de siglo la realidad del sector ha evolucionado y el contexto es muy distinto: desde menos viajeros alojados hasta una recualificación de las instalaciones que ha traído aparejada un incremento de las plantillas.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó el pasado martes datos actualizados sobre la coyuntura turística hotelera. Los números reflejan que en los alojamientos hoteleros de las Islas hay 61.266 empleados —el incremento desde la pandemia ha sido relevante porque en 2019 había 48.048—. Ahora bien, ¿es oro todo lo que reluce? ¿Son puestos de calidad?
"Sobrecarga de trabajo"
Paco González, vicesecretario general de UGT Canarias, considera que el primer paso debería pasar por profesionalizar el sector porque las plantillas tienen dificultades a la hora de trazar un plan de vida con el objetivo de lograr estabilidad. “Existe un reto muy grande por delante”, exclama. Por otro lado, subraya la sobrecarga de trabajo a la que se suelen enfrentar.
“Tenemos un volumen de bajas en todo el Archipiélago que ronda el 15% y eso hay que cubrirlo”, explica. Pero la cosa no queda ahí porque aunque valora “positivamente” el volumen de empleo en el sector hotelero, lamenta que la mejora de las instalaciones o el aumento de beneficios no han ido aparejados a una subida salarial que esté al mismo nivel.
Convenio
“No podemos hablar”, apunta, “de que la calidad del empleo a día de hoy sea real”. “La carga de trabajo sigue siendo brutal”, apostilla. Desde la patronal tienen una visión distinta. José María Mañaricua, presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo la provincia de Las Palmas (FEHT), resalta la subida salarial pactada en el convenio.
Resalta que el incremento de los sueldos ha llegado al 9% en dos años en la provincia de Las Palmas, lo que se traduce en 650 euros por trabajador. “Esas subidas no se han dado ni de lejos en ningún sector privado ni tampoco en el público”, sostiene. Además, incide en que el convenio de las provincias orientales está entre los cuatro mejores de toda España.
Salario
“Una camarera de pisos de un hotel de cuatro estrellas en la provincia de Las Palmas gana unos 1.500 euros netos al mes, mientras que esa misma limpiadora en que trabaje en la función pública o limpiando en un banco tiene un salario en torno a los 1.150 euros mensuales”, subraya el presidente de la patronal turística en declaraciones a Atlántico Hoy.
González (UGT), por su parte, discrepa del análisis. “No podemos hacernos trampas al solitario”, afirma. “Primero, las camareras de piso no llegan a 1.500 euros al mes y segundo, ahí se habla ya con las pagas incluidas”, destaca. “Los salarios se han quedado atrás, en otra época no tan lejana, los empleados cobraban variables si incrementaban las ventas”, añade.
Vivienda y movilidad
Juan Pablo González, gerente de Ashotel, la patronal en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, incide en una cuestión —sobre la que también se pronunció Mañaricua—: “Hay una serie de elementos externos al sector que claramente están incidiendo en la calidad del empleo como la movilidad o la vivienda, hay un montón de variables que analizar”.
La realidad es que en el Archipiélago se han dado casos en los que algunas personas han rechazado puestos de trabajo en zonas turísticas —sobre todo en los sures de las Islas— porque hacer frente a los costes de la vivienda y las colas eternas en las autopistas hacían muy complicados tanto la conciliación familiar como el ahorro por el gasto que supone.
Bajas laborales
González pone sobre la mesa que este año han firmado un convenio con el que, en tres años, se van a subir los salarios un 13,5%. “Yo no conozco otros muchos sectores de la economía canaria donde se esté incrementando los sueldos a ese ritmo”, afirma. Además, considera que en los próximos años puede haber incluso “margen de mejora”.
El gerente de Ashotel indica que una de las problemáticas a las que se enfrentan es la falta de personal, producida sobre todo por las bajas laborales. “Cuando una persona accede a una situación de incapacidad temporal, es muy difícil realmente encontrar sustituto y eso está suponiendo, digamos, una sobrecarga para el resto de empleados que se quedan”, dice.
"Trabajar para vivir"
Tampoco se pone de perfil ante una realidad: “La percepción del trabajo por parte de las personas más jóvenes que se incorporan al mercado laboral ha ido cambiando, socialmente ha evolucionado el concepto de ‘ya no quiero vivir para trabajar” a 'quiero trabajar para vivir'. “Eso está influyendo en que los turnos partidos se han ido eliminando”, apostilla.
En cuanto a las cifras actuales, Mañaricua habla de “un récord de empleados en el sector turístico”. “Un 40% del presupuesto de la comunidad se paga directamente por los ingresos del sector turístico”, asevera. Si se suman los alojamientos —tanto hotelero como extrahoteleros— y la hostelería, las Islas suman 994.358 trabajadores.