A pesar del crecimiento que ha tenido la superficie y la producción de los olivos en Canarias en los últimos años, situaciones como la sequía y las altas temperaturas en épocas inusuales han tocado de lleno a estos árboles perdiendo en 2024 hasta un 90% de la producción.
Por ello, a principios de año la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía Alimentaria del Gobierno de Canarias introdujo a este cultivo en la ayuda directa a la sequía que fue de 3,8 millones de euros. Se beneficiaron 47 productores que tuvieron perdidas dándoles 128.000 euros.
Según los datos del Instituto Canario de Estadística (ISTAC) del año 2023, el mapa de superficie que tenemos actualmente en las Islas está conformado por 594 hectáreas. En el Registro General de la Producción Agrícola (Regepa) son 82 los operadores que se han dado de alta, porque muchos productores son muy pequeños y llevan la oliva a las cooperativas.
Pérdidas
El consejero del área, Narvay Quintero, estimó que se han recogido 1,2 millones de kilos de oliva y 150.000 litros al año. "No es un cultivo minoritario porque en Canarias ha cogido fuerza". Un 100% se comercializa en el Archipiélago, aunque está ganando relevancia fuera debido a sus características.
En cuanto a la falta de frío y cómo ha afectado a los árboles, el consejero señaló que en el sector ha habido una preocupación durante el 2024 debido a que el olivo debe tener una temporalidad de mucho frío para su floración.
Esa ola de frío no ha existido. "La bajada ha sido generalizada. El Gobierno de Canarias tomó la decisión de incluir el olivo en la ayuda de la sequía, la cual damos a productos de secano como la viña o la papa. Pero en este caso la no floración por el frío ha causado pérdidas muy grandes y en los datos de 2024 veremos esa bajada en comparación al año anterior", reflexionó.