La pesca furtiva amenaza a Canarias y no parece que haya una solución pronto. Quienes salen a faenar cada mañana con su licencia en regla para ganarse la vida lamentan que la venta por parte del sector recreativo ocupa un volumen importante en el mercado. La situación los trae de cabeza porque pierden posibles compradores a través de la competencia desleal.
David Pavón, presidente de la Federación Regional de Cofradías de Pescadores de Canarias, detalla en declaraciones a Atlántico Hoy que los recreativos —sin licencia para capturar peces con el objetivo de comerciarlos después— tienen fácil acceso a determinadas especies que cogen en abundancia, por lo que registra un nivel “bestial” de venta irregular.
Normativa europea
“Se nota”, afirma, “porque hace que el mercado profesional baje entre el 30% y el 50%”. Pavón pone sobre la mesa que el modus operandi de los pescadores furtivos es vender su género tanto en el puerta a puerta como en la restauración. Además, aclara que tienen permitido llevarse a casa lo que capture, pero solo si se destina para consumo propio.
Apunta que no cuentan con cifras objetivas de cuánto pescado pueden llevarse los furtivos porque, a día de hoy, el sector recreativo no reporta lo que captura. Una situación que, según subraya, acabará pronto porque está cerca de entrar en vigor —mediante un reglamento de la Unión Europea (UE)— una norma que los obligará a rendir cuentas al respecto.

"Hace mucho daño"
Pavón sostiene que la venta ilegal de pescado “hace mucho daño a la economía, sobre todo en la pesca de merluza”. “A veces, en algunas zonas y sectores el pescador profesional tiene muy difícil vender gran parte del género porque precisamente ya está el mercado ocupado por el furtivo”, apostilla. “Yo creo que ocurre en todas las Islas”, exclama.
Matiza que quizás El Hierro sea la menos afectada al ser la más pequeña y contar con un mayor control. “Pero en islas grandes y que son muy difíciles de controlar como Fuerteventura, por ejemplo, Gran Canaria, Tenerife, La Palma es imposible. Además, el horario de la inspección es, mayormente, hasta las dos de la tarde”, cuenta.

"Imposible de controlar"
“El resto del tiempo no están vigilados y aún así es imposible controlar cada uno de los rincones de las Islas. Por eso yo creo que nunca se ha arreglado el sistema, lo importante es ir mejorando porcentaje”, prosigue. Detalla que sobre todo afecta en la pesca de demersales y expone que hace más complicada la viabilidad económica de los pescadores.
La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía Alimentaria del Gobierno de Canarias se pronunció sobre el tema el pasado 21 de noviembre en una respuesta parlamentaria al diputado del Partido Popular (PP) Juan Manuel García Casañas —quien había consultado por las medidas para luchar contra el furtivismo en el sector pesquero—.

Medidas del Gobierno
Para una lucha integral contra el furtivismo no solo hay que incrementar la intensidad de la inspección pesquera y la adecuación de sanciones a los reincidentes, sino también implementar y mejorar los sistemas de control y transparencia de la trazabilidad de los productos”, señala el área dirigida por Narvay Quintero.
Así como “poner en marcha varias campañas de sensibilización pública para que no se compre pescado ilegal”. La Dirección General de Pesca ha implementado algunas medidas como campañas de educación y sensibilización y otros servicios para los pescadores; o generar consensos en la elaboración de la normativa pesquera.
Otras actuaciones que ha impulsado el Gobierno regional ha sido la formación en materia de inspección y vigilancia pesquera sobre uso y pilotaje de drones para evitar el furtivismo; una estrecha colaboración e impulso en materia de coordinación con agentes y cuerpos de seguridad del Estado; así como una mayor concurrencia y control de la Inspección.