Los pescadores del Archipiélago no están en su mejor momento. La poca recaudación que pudieron conseguir a lo largo de 2024 hundió las cuentas a una parte de la flota que venía tocada de antes. La consecuencia no se hizo esperar y un tercio de los barcos están en bancarrota, por lo que sus dueños han tenido que sacarlo a la venta.
“El año pasado para la pesca fue nefasto como hace décadas que no ocurría”, exclama en declaraciones concedidas a Atlántico Hoy Airam Mederos, presidente de la Asociación de Armadores de Canarias (Miracanarias).
Ayudas europeas
Lamenta que en seis meses como mucho han cobrado 2.500 euros. Además, asegura que uno de sus principales problemas son las pocas ayudas europeas que reciben. Lo dice en referencia tanto a los fondos FEMP como los FEMPA, de los que, sostiene, han cobrado tan solo el 20% de toda la partida destinada por Bruselas.
Mederos señala que los pescadores “no llegan”. Otro de los inconvenientes es que casi toda la flota, el 80%, está poniendo dinero de su bolsillo para poder enfrentar gastos.

Sin pescado para facturar
Las cifras, que son llamativas, describen una realidad en la que resultará difícil encontrar algún armador que genere beneficios a día de hoy. Se trata de una situación que ocurre “al no tener pescado que poder facturar”. “Y lo poquito que saco es la parte que se lleva el Estado”, protesta.
El sector necesita que entre atún porque el año pasado fue “malísimo” para este producto, pero también fue complicada la pesca de pescado de fondo como el pargo o el bocinegro. “No hemos podido tirar ni por un lado ni por el otro”, comenta Mederos resignado.

Barcos en venta
“El problema es cuando sales y generas más gastos de lo que pescas”, comenta resignado el armador. En el Archipiélago hay alrededor de 500 barcos, de los que unos 150 se han puesto en venta. “Ya no solo los que salen por las páginas anunciándose que son bastantes más incluso que cualquier año”, sostiene.
Mederos carga contra el Gobierno de España y destaca que ha estado “vendiendo” la pesca a pequeña escala —la mayoritaria en Canarias—. “Nosotros somos un modelo a seguir en el mundo”, pone de manifiesto el presidente de Miracanarias. “Eso debería quedar remarcado”, insiste.
Grandes tenedores
Sus palabras tienen relación con que el dinero recibido a través del Fondo Europeo Marítimo de Pesca y Acuicultura (FEMPA) y su predecesor, el Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP), bajo su punto de vista ha sido insuficiente. “Se ha beneficiado a los grandes tenedores, a las empresas y los barcos industriales”, resalta.
Pone sobre la mesa que esas ayudas, además de para renovar la flota, sería ideal que se destinaran para cubrir los costes de las embarcaciones. “Aún siendo las más antiguas de Europa, al llevar un sobrecoste mayor, también debería caber la posibilidad de poder mejorar los buques que ya tenemos”, apostilla.
Costes de mantenimiento
Detalla que los armadores canarios se están gastando un 80% más de lo que deberían porque, al ser de madera, los costes de mantenimiento “son brutales”. “Los barcos nuevos son de fibra”, sentencia.
Desde Canarias también han llegado ayudas para rejuvenecer la flota pesquera de las Islas —que tiene de media 47 años de antigüedad—, como las que se publicaron a principios de este año con un montante de 500.000 euros. Una parte está destinada para comprar nuevos buques y otra para el cambio de motores.
Mederos pone de relieve que muchas personas no se acogen a esas ayudas por la burocracia. “Hacer un barco nuevo conlleva un dolor de cabeza que incluso es peor que fabricar una casa de cero”, atestigua.
Precios
“Fabricar un barco de 10-12 metros de eslora terminado viene rondando entre 200-250.000 euros, a los únicos que le puede venir bien para hacer un buque pequeño nuevo serían los que tienen entre cinco y siete metros de altura”, aclara.
“Por otro lado, lo de las motorizaciones no es un problema de Canarias, sino a nivel nacional. No están adecuadas al caballaje que tenemos. Es un problema gordo que deberían solucionar de la mejor manera posible”, culmina.
