La Autoridad Portuaria de Las Palmas (APLP) admite que la dimisión del jefe comercial está relacionada con la falta de recursos para gestionar con mayor eficiencia el volumen de negocio generado en los tres puertos principales de la provincia, aunque aclara que la renuncia de Guillermo Quintana Ramos obedece a "motivos personales".
Detrás de esos motivos personales, según las fuentes consultadas, está la imposibilidad de sacar adelante el trabajo de promoción exterior de un puerto con la dimensión de La Luz, sobre todo por la falta de personal y la necesidad de viajar de manera constante a las principales ferias del sector: cruceros, alimentación, logística, reparaciones navales, bunkering (combustible)...
Sin personal
El abanico de servicios que ofrece el Puerto de Las Palmas es demasiado amplio para atenderlo una sola persona, y eso prácticamente es con lo que se ha encontrado Quintana Ramos. Desde que accedió al puesto por concurso público el pasado mes de noviembre, sólo ha tenido a una compañera a su disposición para organizar el trabajo, cuando en la etapa anterior había hasta seis trabajadores en ese departamento.
Tras la jubilación de Juan Francisco Martín, la APLP tardó ocho meses en resolver el concurso para cubrir la plaza, que la ganó Quintana, un técnico procedente de la Sociedad de Promoción Económica de Gran Canaria (SPEGC), con amplia experiencia en la gestión de proyectos vinculados al sector marítimo.
Durante esos ocho meses sin responsable comercial, el personal de ese servicio se pasó a otros departamentos, al tiempo que se cambió su estructura y quedó subordinado a contabilidad. Es decir, mismas funciones y obligaciones, pero menos autonomía y recursos para sacar adelante el trabajo.
Relevo
Esa falta de personal es lo que ha minado la moral del nuevo jefe comercial. Su dimisión ha sido comunicada recientemente a la dirección del Puerto, que ya trabaja en buscarle sustituto, confirma el gabinete de prensa de la APLP. Su baja se hará efectiva en septiembre, que es cuando se reincorporará a la SPEGC.
La manera de encontrar un relevo está en estudio, pero una posibilidad es tirar de la lista de reserva o de aprobados generada por el concurso ganado por Quintana. En segundo y tercer lugar se quedaron Francisco Javier Pérez Solans y Verónica Ducoure: el primero gestiona proyectos e inversiones en Sociedad Canaria de Fomento Económico (Proexca), una empresa pública que pertenece al Gobierno de Canarias, mientras que la segunda es Coordinadora de Compras, Operaciones y Mercados del Grupo Disa.
Subir de categoría
La APLP rechaza entrar a valorar "los motivos personales" de la dimisión del jefe comercial, pero sí recuerda que la presidenta, Beatriz Calzada, ha expuesto en varias ocasiones que el puerto necesita pasar a nivel 1 por facturación y volumen de negocio. Esta categoría, que es la máxima del sistema portuario español, conllevaría más personal y recursos para gestionar el trabajo.
La petición de ascender a primera división está sobre la mesa de Puertos del Estado, que tiene la última palabra y deberá responder a la petición cursada por el equipo de Calzada. En el nivel 1 están los puertos de Algeciras, Barcelona, Valencia y Bilbao, este último con peores datos estadísticos que Las Palmas en lo que va de año.
Plena autonomía
Al margen de que se consiga o no el cambio de categoría, las fuentes portuarias consultadas explican que cada Autoridad Portuaria dispone de autonomía para organizar y potenciar sus divisiones o departamentos.
Por poner varios ejemplos, en Santa Cruz de Tenerife, puerto que está por debajo de Las Palmas en rendimiento económico, el servicio comercial está adscrito a la subdirección, mientras que en Algeciras lo lleva presidencia y en Barcelona se han creado delegaciones comerciales específicas por sectores marítimos o actividades.
Es, por tanto, responsabilidad de cada Autoridad Portuaria organizar sus unidades de trabajo, divisiones, departamentos o áreas, organismo que, además, tiene plena autonomía para priorizar en sus proyectos a través de los planes de empresa.
