El consejero del Sector Primario del Gobierno de Canarias, Narvay Quintero, ha reclamado a la Unión Europea una ficha financiera "específica" para las regiones ultraperiféricas ante la nueva Política Pesquera Común, en la que considera que el archipiélago "casi desaparece".

Según explicó "están en riesgo unos 20 millones de euros anuales debido a la desaparición del Fondo Europeo Marítimo Pesquero", ahora integrado en un marco financiero nacional junto a áreas como vivienda, transporte, sanidad o agricultura. Quintero advirtió de que ese "sobre nacional" tendrá que ser compartido entre diferentes sectores, lo que, a su juicio, diluye las necesidades específicas de territorios como Canarias.

Por ello, insistió en que debe existir "un espacio identificado claramente para las RUP con una financiación exclusiva que permita afrontar los sobrecostes de la pesca artesanal, la acuicultura y la modernización de la flota". También pidió que se incluya "un apartado concreto para la renovación de barcos, las cuotas de túnidos y estudios científicos de impacto". 

Preocupación

El consejero aseguró que tanto el Gobierno de España como Francia, Portugal, el ministro Luis Planas y el propio sector pesquero "comparten esta reivindicación" y formarán un frente común en Bruselas. "Nos preocupa muchísimo que no exista un marco financiero concreto para las regiones ultraperiféricas", señaló, subrayando que este es un debate que apenas comienza y se prolongará hasta finales de 2027.

En la misma línea se expresó el presidente de la asamblea general del Comité Consultivo de las Regiones Ultraperiféricas, Basilio Otero, quien trasladó a la UE l"a necesidad de contar con un fondo propio y no diluido". Recordó que las RUP tienen "realidades diferentes al resto de territorios" y que sin un instrumento específico "se compromete el relevo generacional y la descarbonización en el sector pesquero".

Decepción 

La secretaria general de Pesca, Isabel Artime, coincidió con estas críticas y manifestó "su decepción ante la propuesta comunitaria, al no reconocer a la pesca como un sector estratégico para la autonomía alimentaria de la Unión Europea". Defendió que debe existir un fondo especializado y advirtió de que, "en lugar de reforzarse, se ha producido una disminución de los fondos en la nueva política pesquera".