Si una parte fundamental del mercado es detectar nuevos nichos para su explotación económica, el ámbito forestal es una de las grandes oportunidades que tiene el sector privado en Canarias. No solo es una oportunidad económica, también es una necesidad, ya que los servicio de prevención de incendios y de gestión forestal están sufriendo las consecuencias de la falta de empresas y de personal en este sector, que necesitan que se incentive para reducir el riesgo de incendios forestales.
Uno de los ejemplos más recientes de la falta de empresas y de proyectos enfocados en el sector forestal es la dificultad que ha tenido el Cabildo de Tenerife para encontrar empresas que aprovecharan el material quemado durante el incendio forestal de 2023.
Falta de empresas
“Hemos tenido problemas en la restauración del incendio ya que la cantidad de material quemado no se podía sacar y se nos acumulaba en el monte con otros problemas asociados”, explica el jefe de servicio de gestión forestal del Cabildo de Tenerife, Pedro Martín. Esos problemas también se trasladan a la falta de trabajadores en el mundo rural y, en general, a la falta de empresas dedicadas al sector forestal.
Esto tiene sus consecuencias en el bolsillo del Cabildo de Tenerife ya que, según Martín, el hecho de no haber encontrado empresas que dieran uso a el pino radiata tras el incendio ha provocado un coste millonario. “Lo único que pudimos hacer es astillarlo para su uso en el mercado local agrícola”, explica.
Apalancar a las empresas
Desde el punto de vista de Yeray Martínez, codirector del grupo de pilotaje de paisajes forestales más seguros y resilientes en Canarias es necesario el “apalancar con mecanismos públicos el sector privado” para impulsar el sector forestal local. Ambos expertos han hecho estas declaraciones en el marco de las jornadas Avances hacia paisajes forestales más seguros y resilientes.
Una de las líneas de trabajo que están “en la recámara” para ese fomento del sector son las “medidas relacionadas con habilitar un marco jurídico claro para los servicios ecosistémicos”. En ese sentido han trabajado para que las futuras ley del suelo y ley de montes incluyan el concepto de estos servicios. También se plantea un decreto para establecer un marco para contratos por servicios ambientales.
Oportunidad
Además, Martínez cree que hay una oportunidad para las empresas a través de la subcontratación para dinamizar el sector privado, dado que actualmente hay un “monopolio” en la gestión del sector por parte de las empresas públicas. También plantea la dinamización de las licitaciones públicas y proyectos pilotos de revaloración de recursos de los recursos.
Esta necesidad de cubrir este nicho está principalmente motivada por la pérdida del sector primario en las medianías de las islas, que es la principal causa que se relaciona con la ferocidad de los incendios. “Cada vez hay más cultivos abandonados, más zonas que se cultivaban hace unos años y que ahora son matorrales”. “Las sequías de los últimos años han hecho que la gente vaya desistiendo de cultivar en la zona donde no hay agua, eso lo que ha hecho es que tengamos una carga de combustible muchísimo mayor”.
Proyectos de éxito
Hay proyectos de éxito que han analizado en la jornada como el proyecto Agroforestales de La Palma, que está valorizando la almendra y su cultivo como modelo de uso del suelo que puede prevenir los incendios; el programa de Gran Canaria Mosaico, que colabora con pastores; el proyecto Plántate en La Gomera, para recuperar el bosque termófilo o el Plan de Medianías de Tenerife.
Durante la jornada, la investigadora del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza de Costa Rica Barbara Viguera ha abordado las posibilidades de impulsar el sector forestal a través de subvenciones, modelos de negocio sostenibles y pagos de servicios ambientales.

