La firma de servicios legales, fiscales, auditoría y consultoría KPMG anunció recientemente el nombramiento de Agustín Marrero como nuevo socio responsable de Canarias para reforzar su presencia en el Archipiélago.
Atlántico Hoy ha conversado con él para conocer la hoja de ruta de la compañía en la islas y cuál es su opinión sobre el actual escenario regional.
Pregunta: ¿Cómo describiría la situación del mercado laboral en Canarias?
Respuesta: Dominada por el sector servicios (turismo, comercio y hostelería) que puede estar representando entre el 80-85% del empleo y entorno al 35% del PIB.
También el sector de la construcción, pero es cierto que está muy influido por los desarrollos turísticos que se están realizando, más allá de los residenciales. En tercer lugar pondría al sector industrial, que en los últimos años ha tenido un crecimiento importante, y por último, que no quiere decir que no sea relevante, está el sector agroalimentario.
Este último un sector tradicional en Canarias. ¿Ve en él un crecimiento significativo?
Desde mi punto de vista sí ha habido un crecimiento, en relación a los servicios adicionales que se están prestando, con muchas inversiones en infraestructuras que implican a toda la cadena productiva que se ha profesionalizado mucho, con cultivos mas eficientes y ecológicos.
¿Son las trabas burocráticas un problema para el inversor que viene a Canarias?
Canarias es un lugar estratégico por muchas razones, entre ellas la seguridad jurídica, y, además, desde un punto de vista logístico, somos un enclave fundamental para la conexión entre América, Europa y África.
En todos lados existen trabas burocráticas, incluso en el propio inicio de actividad hay unos trámites que ralentizan los plazos. Tengo entendido que se está sopesando usar algún tipo de declaración responsable que luego será validada por la Administración para intentar agilizar la puesta en marcha de proyectos en Canarias, porque muchas veces hay oportunidades que se pierden por esta lentitud.
Pero seguimos siendo un lugar estratégico para la implantación o desarrollo de empresas. Es verdad que existe el coste de traslado del producto final a otras zonas, pero hay una cadena de valor que en Canarias se está dando, con aspectos fiscales que pueden aprovechar bastante los inversores nacionales, extranjeros y regionales.
¿Qué opina al respecto a la Reserva de Inversiones de Canarias (RIC)? ¿Cree que se está aprovechando bien esa figura?
Hay muchas empresas que la aprovechan pero es verdad que ahora mismo el ámbito de aplicación está un poco más encorsetado. En el momento inicial había cierta controversia sobre lo que se podía o no materializar, inclusive qué parte del resultado se podía utilizar como base para el cálculo de la RIC, pero sí que se está utilizando activamente.
Es verdad que han salido nuevos tipos de deducciones o bonificaciones a las que las empresas pueden acudir de forma alternativa. Afortunadamente hay una diversidad de ventajas fiscales en Canarias, aparte de la RIC, a las que se puede acoger el empresario.
¿Cree que son figuras conocidas para el empresariado nacional y extranjero a nivel general?
Creo que se está haciendo un esfuerzo por darlas a conocer y que, por normal general, sí son conocidas. De hecho, muchas empresas nacionales y extranjeras se están implementando aquí principalmente motivadas por estas ventajas fiscales.
¿Cuáles cree que son los sectores emergentes que están entrando con más fuerza en Canarias?
Todo lo relativo con energías renovables y sostenibilidad. También se están haciendo inversiones en I+D porque estas ventajas fiscales pueden ayudar al desarrollo de conceptos o ideas con independencia de que luego la producción se pueda hacer aquí o no. No siempre hablamos de producto final, hay muchos temas de desarrollo o diseño de software que luego se fabrican en otras zonas.
¿Cuánto cree que afecta la condición de región ultra periférica (RUP) para la captación de talento y de la creación de empleo local?
No lo veo tanto como la condición de RUP como el tipo de empresas que hay en Canarias y que requieren del talento de aquí. Hay muchos expedientes académicos brillantes que terminan saliendo porque no encuentran perfiles adecuados para llevar a cabo su desarrollo profesional.
Pero, con todo lo que está viniendo en tecnología digital, inteligencia artificial y todo este tipo de novedades y tendencias se van a requerir perfiles con una formación más específica. Habrá que invertir mucho en formación para ser capaces de retener talento canario y atraerlo de fuera.
¿Qué papel juegan firmas como KPMG en la atracción de inversión?
Uno importante porque sabemos bien cuáles son las ventajas fiscales y sabemos cómo se tienen que estructurar estas empresas para iniciarse en Canarias. En muchos casos vienen empresas cuya matriz está en otro país y contactan con nosotros a través de clientes para que les expliquemos cuál es la situación en las islas.
Quizás por el turismo y esa relación que hemos establecido con los extranjeros tenemos metido en el ADN esa relación multicultural y creo que es un factor importante para que seamos un emplazamiento de inversión y desarrollo de empresas.
¿Pero habrá algún peligro? ¿Sobre qué se alerta al inversor?
Más que peligros se ponen sobre la mesa los aspectos positivos y negativos. Recomendamos que se haga un análisis de proyecciones y del negocio que se quiere implantar y se trabaja desde ahí, pero peligros como tal no hay.
Como hablamos antes, hay unos procedimientos burocráticos. Lo que intentamos es que antes de empezar a hacer la inversión pura y dura se haya realizado un análisis exhaustivo, teniendo conversaciones y consultas con los organismos correspondientes para que no se produzca, a mitad del desarrollo del proyecto, un parón o unos problemas que puedan impactar en la viabilidad del mismo y en la generación de caja. La rentabilidad puede verse mermada y las oportunidades se pueden pagar.
Uno de los grandes peros en Canarias es la productividad. ¿Cómo optimizarla?
Creo que el cambio que está habiendo en relación a la digitalización va a implicar una revisión de determinados procesos y procedimientos internos de las compañías para ser capaces de implementarla. El objetivo final es agilizar, obtener información de mayor calidad y rapidez para poder tomar decisiones organizativas. Esto llevará a una mayor formación para tener un personal mucho más cualificado y un servicio de más nivel; subir los precios correspondientes y rentabilizar las compañías y dar un mayor poder adquisitivo a los empleados.
Dependerá de los sectores. Principalmente tecnológicos, donde hay unos procesos de eficiencia y rapidez en la generación de información. Los que no tengan ese paraguas puede que no aprecien tanto impacto. Lo tendrá, pero no tanto, por eso siempre es importante en todo este proceso tener en cuenta el retorno de la inversión y la profesionalización o formación de los empleados para obtener la información de la forma más rápida.
¿Cuál es la hoja de ruta de KPMG de cara al futuro en el Archipiélago?
La hoja de ruta ha cambiado drásticamente en 2024. Consideramos que es un lugar estratégico para nosotros, de desarrollo por el empresariado que hay y por toda su potencialidad. En enero estábamos entre 10-12 empleados y hoy somos 58. Hemos incorporado nuevos perfiles, cambiamos de oficina en Las Palmas de Gran Canaria para dar cabida a todos los profesionales en una única ubicación. Es probable que a principios del próximo año abramos en Tenerife y luego planeamos algunas líneas de negocio que queremos establecer.