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Santiago Santana, uno de los dos hermanos dueños del grupo Santana Cazorla. / AH

El hijo de Santiago Santana Cazorla recusa a PKF Concursal como administrador de la compañía

La demanda señala al gestor judicial del Grupo Santana Cazorla por sus vínculos profesionales con el BBVA. El banco, con un crédito de 3,1 millones, es uno de los acreedores en el proceso abierto por el Juzgado de lo Mercantil para intervenir la empresa

Alberto Santana Trujillo, hijo de Santiago Santana Cazorla, ha solicitado al juzgado la recusación del administrador designado para tramitar el concurso de acreedores en el que está inmerso el Grupo Santana Cazorla (GSC).

El abogado de Alberto Santana ha presentado una demanda incidental de recusación en la que impugna el nombramiento de PKF Concursal como administrador de GSC.

Vínculos profesionales

Santana fundamenta la recusación en los vínculos profesionales que PKF tiene con el BBVA. El banco es acreedor de GSC y esa relación "compromete la independencia del administrador" nombrado por el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Las Palmas para tratar de salvar la empresa.

El concurso arrancó con Insol Expertos Concursales como gestores judiciales de GSC, pero esta empresa renunció de manera voluntaria a la administración concursal el 28 de agosto de 2024. Unos días más tarde, el 2 de septiembre, el Juzgado de lo Mercantil aceptó el desistimiento y nombró a PKF Concursal.

Conflicto de intereses

Se trata de una sociedad especializada en gestión concursal que pertenece al Grupo PKF, constituido, a su vez, por varias filiales con servicios empresariales integrales, entre ellos la auditoría y la consultoría.

En concreto, PKF Servicios Empresariales, que es la matriz de PKF Concursal, se "encarga de auditar las cuentas anuales de BBVA Colectivos Uno Fondo de Pensiones", recoge la demanda.

Recusación

El banco tiene el 60 % de Gestión de Previsión y Pensiones, empresa vinculada al fondo de pensiones del BBVA. De ahí nace la causa de recusación planteada por Santana Trujillo, pues la entidad financiera ostenta más del 10% de la masa pasiva del concurso de acreedores y una sociedad afín al administrador concursal audita las cuentas del fondo de pensiones del banco.

BBVA tiene en el concurso un crédito reconocido de 3.188.267,65 euros, que, a su vez, se divide en un crédito ordinario de 1.824.473,62 euros y en un crédito subordinado de 1.363.794,03 euros.

Influencia

Esas cifras, a juicio del demandante, son importantes para determinar la "influencia" del banco en el concurso de acreedores, porque el total de la masa pasiva (créditos concursales privilegiados, ordinarios, subordinados) es de 30.597.445,03 euros y los créditos ordinarios ascienden a 5.813.336,40 euros.

Relacionando ambas deudas, el crédito del BBVA a GSC representa el 10,42 % de la masa pasiva total del concurso y un 31,38 % del importe de los créditos ordinarios.

Causa objetiva

Por eso, al superarse el umbral del 10 %, la demanda considera que concurre una causa objetiva de incompatibilidad y de recusación, y pide al juzgado la separación del administrador concursal, cuya "íntima relación profesional con BBVA" impide a PKF Concursal actuar en "perfectas condiciones de independencia e imparcialidad".

PKF Concursal y PKF Servicios Empresariales, que es la auditora de las pensiones del BBVA, comparten, además, el mismo presidente en sus consejos de administración, entre otros indicios aportados al juez para tratar de acreditar que el administrador nunca debió aceptar el cargo.

Influencia

En resumen, "existe un claro riesgo de parcialidad" si PKF continúa en el procedimiento como administrador, porque el BBVA es el acreedor del 10,42 % de la masa pasiva total del concurso de acreedores.

El banco, en ese sentido, podría ejercer una influencia decisiva en la propuesta de convenio o en la fase de liquidación de la empresa si esta llega a producirse, con un porcentaje de voto del 31,38 %.