El Gobierno de Canarias está impulsando una estrategia para que Naviera Armas vuelva a estar en manos canarias, asegurando así que las decisiones de la compañía no se rijan exclusivamente por criterios económicos, sino que también respondan a las necesidades de conectividad del Archipiélago.
El presidente de Canarias, Fernando Clavijo, ha confirmado este martes en el Parlamento que se trabaja para que, en los próximos meses, el empresariado canario adquiera un porcentaje importante en Naviera Armas, siguiendo el modelo de recuperación local aplicado en su día con Binter.
Meses de negociaciones
La entrada de capital canario —ya vinculado a la conectividad— en Armas lleva meses sobre la mesa. Los primeros contactos, sin embargo, no han servido para concretar nada. Las negociaciones se han roto y se han vuelto a establecer a la espera de un movimiento que sirva para desatascar la operación.
Armas, que en 2017 compró Trasmediterránea a Acciona, lleva bajo control de varios fondos de inversión —gigantes como JP Morgan, Black Rock, Bain, Chaney Capital y Barings— que cambiaron su deuda por acciones de la familia Armas, que ahora sólo tiene bajo su control el 6% del capital social de la compañía. En el consejo de administración de la empresa ya no se sienta ningún canario.
La conectividad, clave
En su intervención, Clavijo insistió en que, si se quiere garantizar el desarrollo económico de las islas, es fundamental mejorar la conectividad marítima y aérea, dos sectores estratégicos para la movilidad de pasajeros y mercancías.
"Este año se dará un empujón al transporte marítimo en El Hierro, donde operan Fred Olsen y Armas", adelantó el presidente, señalando que también se presionará al Gobierno central para mejorar las obligaciones de servicio público en el transporte interinsular.
Intereses foráneos
El respaldo del Ejecutivo canario a la operación de Naviera Armas responde a la necesidad de reforzar la autonomía estratégica del Archipiélago, evitando que decisiones clave para la conectividad de las islas dependan únicamente de intereses foráneos.
Aún queda por definir cómo se concretará la entrada del empresariado canario en la compañía, pero el mensaje del Gobierno es claro: Naviera Armas debe volver a ser una naviera canaria para garantizar la estabilidad y el desarrollo del transporte marítimo en el Archipiélago.
