La firma de asesoramiento y consultoría KPMG está en pleno plan de expansión en España. Desde hace unos años, KPMG está realizando una apuesta por descentralizar su actividad. Salir de Madrid y Barcelona y ofrecer un servicio profesional multidisciplinar en cada provincia.
Esto no significa que KPMG no tuviese presencia previa en estos lugares. En Canarias, por ejemplo, la firma está desde 1995, concretamente en la isla de Gran Canaria. Sin embargo, la compañía busca ahora una territoralización más profunda para dar respuesta a las necesidades de sus clientes con socios locales que conozcan el terreno.
Enrique Núñez
En el Archipiélago, esta apuesta comenzó en febrero de 2024 con la integración del despacho NGR Abogados a KPMG. Ahora, poco más de un año y con muchos proyectos todavía por delante, Atlántico Hoy conversa con Enrique Núñez, socio de aquel despacho NGR ahora plenamente integrado en KPMG.
Núñez dirige el área de Legal en KPMG Canarias, ha sido cinco años ganador del premio Lawyer of the Year otorgado por la revista estadounidense Best Lawyers y cuenta con casi 20 años de experiencia en Derecho Societario, Fusiones y Adquisiciones, Insolvencia y Restructuraciones. Ha sido también profesor de Derecho Mercantil y Concursal en programas de postgrado de la Universidad del Atlántico Medio. Hasta la constitución del despacho NGR, trabajó en el área Mercantil de J&A Garrigues.
Entrevista
Pregunta: Ahora hace poco más de un año que la firma NGR Abogados que usted codirigía se integró en KPMG como primer paso de una apuesta de la firma por Canarias, que después se vio alimentada con los fichajes de Agustín Marrero como socio responsable de la firma en el Archipiélago y, más recientemente, Heriberto Arias para Deal Advisory. ¿Cómo ha sido este año y cómo es esta apuesta por Canarias?
Este es un gran momento para KPMG. Hace años, la firma apostó por expandirse más allá de Madrid y Barcelona con un modelo de crecimiento territorial, invirtiendo en diversas regiones, incluida Canarias. Aunque KPMG está en Gran Canaria desde 1995, en el último año se ha reforzado su presencia con el objetivo de consolidarse como firma de referencia. La integración [de NGR] en febrero de 2024 marcó un hito clave. Éramos un despacho local de 20 personas, especializado en mercantil y fiscal, con fuerte presencia en el ámbito corporativo. Ahora, combinamos nuestro conocimiento del tejido empresarial canario con la solidez y alcance de KPMG. A mí me gusta mucho definirlo así: "Sabor local con la potencia que te da una firma". Trabajamos desde el más profundo entendimiento de la cultura empresarial, socioeconómica y coyuntural de Canarias, porque somos canarios que vivimos aquí, llevamos a nuestros hijos al colegio aquí, consumimos aquí… entendemos lo que es Canarias y lo que quiere el empresario canario, pero le damos al empresario canario la potencia de una firma como es KPMG. Nuestra cercanía al empresario canario nos llevó a fortalecer la presencia en Tenerife, respondiendo a su necesidad de apoyo directo. Como muestra de ese sabor local combinado con potencia de firma, prácticamente a los dos o tres meses de integrarnos en KPMG nos adherimos a la Confederación Canaria de Empresarios. Esto acentúa lo del sabor local y nuestra preocupación por impactar en la comunidad, en el empresariado canario, de estar cerca, de entender qué necesita y cómo acompañarles. También impulsamos el informe de Perspectivas España de KPMG, que el año pasado incluyó por primera vez un segmento exclusivo para Canarias, algo que se ha repetido año.
Canarias tiene unas peculiaridades, sobre todo fiscales, pero también legales que hacen necesario tener ese trato cercano con los empresarios locales para cubrir sus necesidades. ¿Podría hablarnos de cuáles son estas peculiaridades?
Es verdad que la peculiaridad fiscal hace que el que el asesor local sea fundamental. Pero aunque no la hubiera, la apuesta de la firma es por el territorio, porque también lo hace en la Comunidad Valenciana y Murcia sin peculiaridad fiscal, por ejemplo. Es una apuesta por la idiosincrasia propia de cada territorio. Es cierto que en Canarias no se nos escapa que, sin llegar a a a ser un régimen foral, sí hay un una idiosincrasia propia con un régimen fiscal especial propio y diferenciado, y esto es algo histórico. Desde los puertos francos a la Zona ZEC. Sobre esta especialización territorial, es un dato importante que KPMG ha pasado de unos 10 ó 12 profesionales antes de 2024 a estar ya en 62 entre todas las disciplinas. En Canarias, sólo en abogados, hemos pasado de siete a 30. Son profesionales muy orientados y especializados en en corporate, M&A, governance, reestructuraciones y derecho a la insolvencia, inmobiliario, urbanismo y turismo. También tenemos un equipo de procesal bastante fuerte, y contamos también con departamento especializado en derecho público en legal.
Últimamente se habla mucho en Canarias, desde partidos políticos, patronales, etcétera, de inseguridad jurídica. Se ha escuchado con temas como, por ejemplo, la paralización de Cuna del Alma. Como profesional de este área del derecho, ¿cree que existe esa hipotética inseguridad jurídica en Canarias?
Bueno, yo creo que existe en todo el país. Por dos motivos: primero, por el exceso de burocracia y segundo, por la necesidad de simplificar competencias entre los distintos niveles de las administraciones. En Canarias esto sí afecta mucho para las licencias, porque a veces consigues la licencia del Ayuntamiento, pero luego no está coordinada con la del Cabildo, cuando hay temas de medio ambiente, por ejemplo, para cualquier gran infraestructura de impacto. O con la de la Comunidad Autónoma o con la estatal, porque ya luego entra a Costas o lo que sea. Para el empresario sería clave contar con una normativa más clara y mejor coordinada las competencias de los distintas distintos niveles de administración, pues simplificaría mucho y agilizaría inversiones. En cualquier caso, la inseguridad jurídica es algo que preocupa a los empresarios de todo el país.
¿Qué cambios normativos recientes están teniendo más impacto en el en el tejido empresarial al canario?
En el ámbito fiscal es algo continuo. Aunque no sólo en el fiscal, a nivel regulatorio en el ámbito financiero, administrativo y laboral, a nivel cumplimiento, y esto también es común a todo el territorio nacional. Es decir, la exigencia normativa al empresariado de ir adaptándose al cumplimiento de las obligaciones que se van imponiendo en materia fiscal, financiero, contable, administrativo, medioambiente y laboral, fundamentalmente de cumplir con las obligaciones y de reportar esa información. Pero tengamos cuidado con esto porque, en gran medida, también es por transposición de normativa europeas. No es un problema ni canario, ni nacional. Aunque sí que es verdad que en Canarias nuestro tejido productivo mayor son las Pymes, por lo que aquí todavía puede destacar más nuestra figura como abogados, un poco por la excesiva regulación que, si bien entendemos que cumple una función importante para la mejora de las empresas y de control de su funcionamiento y de protección del medioambiente y los derechos de los de los trabajadores, le cuesta a gran parte del tejido empresarial canario, por su tamaño y sus recursos, poder dar cumplimiento a toda esa carga regulatoria.
¿Qué retos tiene el área de legal y financiero de KPMG para el futuro en Canarias?
La firma busca un crecimiento rentable y sostenible. Nuestro propósito es convertirnos en el mejor lugar para que los jóvenes talentos de Canarias (o que quieran regresar a Canarias) puedan desarrollar su carrera profesional aquí. Y poder darle a nuestros clientes el servicio profesional 360 de máxima calidad con equipos locales, pero con la excelencia de una firma como KPMG. Creo que ese es el reto. Y ahí sí somos ambiciosos, apostamos por este crecimiento rentable y sostenible muy enfocado a las personas, es decir, a los clientes y a los equipos.
