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Virgilio Correa, director general de Tirma / CEDIDA

Virgilio Correa (Tirma): "Los precios del cacao como materia prima están siendo una barbaridad"

El director general de Tirma, empresa que ha recibido un galardón en los Premios Canarios a la Excelencia Empresarial, reflexiona sobre los retos y dificultades que enfrenta el sector

Tirma fue reconocida la semana pasada en los Premios Canarios a la Excelencia Empresarial. El galardón llega en un momento significativo para una compañía que no solo ha logrado consolidarse como símbolo del Archipiélago, sino que también ha navegado en un entorno global cada vez más incierto.

Su director general, Virgilio Correa, reflexiona en esta entrevista sobre los pilares que sostienen a una empresa octogenaria que exporta fuera de España el 40% de su producción y que compatibiliza su identidad con la estrategia propia del comercio exterior.

Los retos

La compañía ha tenido que adaptarse a retos que van mucho más allá del ámbito local: mercados exteriores cada vez más competitivos, la volatilidad de las materias primas y un contexto inflacionario que pone a prueba los márgenes de cualquier industria.

Correa defiende que han decidido resistir sin recurrir a la reduflación ni sacrificar la calidad de sus productos, incluso en un escenario donde el precio del cacao y el café ha alcanzado máximos nunca vistos y donde las decisiones geopolíticas —como los aranceles en Estados Unidos o la regulación europea— impactan directamente en su actividad.

[Pregunta] No sé si suele asomarse por las redes sociales, pero en ellas es común ver vídeos de turistas probando productos de las Islas. Si hay uno que siempre aparece son las ambrosías de Tirma. Sin olvidar, además, cuando los canarios se volcaron para que ganara el mundial de chocolatinas en Twitter. ¿Siente que el producto se ha convertido en un símbolo del Archipiélago?

[Respuesta] Creo que sí. No solo el producto, sino la marca también. Siempre digo que se me ponen los pelos de punta cuando veo el cariño que nos tienen los consumidores y las personas que viven aquí en Canarias. Significa que nos hemos convertido en una marca muy representativa para ellos desde la industria de las Islas.

¿Les da vértigo pensar en eso?

Estamos superagradecidos y nos obliga a no defraudar. Es una responsabilidad enorme tener el compromiso de seguir mejorando la calidad de nuestros productos y el envasado.

Un dato, quizás desconocido para muchos, es que Tirma exporta al exterior —ni más ni menos que el 40% de la producción—. De hecho, en 2017 recibieron el galardón a la Empresa Canaria con Trayectoria Internacional. ¿A qué comunidades autónomas o países mandan sus productos? ¿Da buenos resultados?

Estamos en todas las comunidades autónomas de España y en casi todas las provincias. Pero eso no significa que entres en cualquier cadena de distribución y nos encuentres. Hoy en día la distribución lo que quiere es tener los productos que más ruedan en sus lineales y cada vez hay más oferta. Esto es algo que les está pasando a muchos productos elaborados en Canarias que se venden en la Península.

¿Se plantean alguna solución?

El jueves día 6 de noviembre presentamos en la sede de Presidencia del Gobierno en Las Palmas una campaña que se llama Desde Canarias. La vamos a realizar en Asinca junto a Proexca. La llevaremos a la Península el próximo lunes, 24 de noviembre. Va a consistir en una web app donde cualquier consumidor va a poder buscar el producto y la tienda donde lo encuentra.

Virgilio Correa, director general de Tirma / CEDIDA

¿Es realista para ustedes tener la aspiración de que las ambrosías Tirma se puedan encontrar con facilidad en los lineales de grandes supermercados en Madrid, Barcelona, Valencia o Sevilla?

Eso ya es más complicado porque hay cadenas, digamos, de surtido corto en las que ni siquiera vas a tener la oportunidad de intentarlo. Si no hay una demanda del consumidor vía llamadas a un teléfono, reclamación o sugerencia, el producto no va a estar. Es un mercado del que muchos fabricantes nos hemos tenido que ir olvidando poco a poco desgraciadamente.

De cara al exterior, están en varios países africanos y algunos europeos. ¿Hay posibilidades de potenciar relaciones comerciales con otros continentes como puede ser, por ejemplo, América?

Nosotros vendemos en algunos países sudamericanos como Chile y México. En el continente africano vendemos en varios países como Marruecos, Senegal, Mauritania o Guinea Conakry. Ahí la cosa va bien, aunque son mercados mucho más estrechos que el europeo donde también vendemos.

¿Se han encontrado con algunos problemas?

El problema que tiene África es que los productos europeos van a ser muchísimo más caros en comparación a productos similares en otros países. Es algo que nos irá pesando.

Un país que a lo mejor lo pondría complicado es Estados Unidos. De hecho, sus tiranteces con Brasil han subido el precio de dos productos que para ustedes son básicos: el chocolate y el café. ¿Lo están notando en la empresa?

Sí, porque han subido los precios en general. Ocurre que si al final va a entrar un arancel del 50%, como es el caso del café brasileño en Estados Unidos, los países consumidores del producto lo comprará deprisa y corriendo. A esto se une también que la UE ha decidido no prorrogar la norma que obliga a traer un certificado para todo el café que entre en Europa a partir del 30 de diciembre del 2025.

Una visita del presidente del Cabildo a la fábrica de Tirma / CEDIDA

¿Para qué servía el certificado?

Para asegurar que el café no procede de una finca que haya sido deforestada con posterioridad al año 2020. Es una situación complicada, pero parece que el tema de los aranceles del café en Estados Unidos se va reconsiderar y puede que tengamos alguna noticia positiva en ese sentido.

Entiendo que empresas como la de ustedes están en vilo a la espera de que en Estados Unidos se tome una decisión definitiva.

Llevamos en vilo desde el año 2020. Porque cuando eras por una cosa, Cuando no ha sido por una sequía en Vietnam, la hubo en Brasil. También hubo inundaciones en Vietnam. Ahora este fin de semana ha llegado, además, un tifón al país asiático. Aunque ahora están algo mejores, tenemos precios en el cacao y el café que no se habían visto en la vida de estas dos materias primas. Son una barbaridad.

En un contexto de inflación donde todo se encarece cada vez más, ¿cuáles son los principales retos a los que se enfrenta Tirma? ¿Cómo se surfea la ola de la inflación sin afectar al empleo ni renunciar a los beneficios?

Primero hay que asumir que no todos los años son iguales. Hay años complicados donde se debe agachar un poco la cabeza y esperar que pase lo antes posible. Ahora bien, hemos tomado la decisión clara de no hacer reduflación. No hemos bajado el peso neto de un producto para venderlo a un precio nominal más atractivo. Y nos hemos negado también a tocar cualquier ingrediente o cualquier aspecto que pueda afectar a la calidad del producto.

¿Qué cifras maneja la compañía en cuanto a facturación y empleados? Se lo pregunto porque la pandemia fue un punto de inflexión para muchos sectores, pero la recuperación parece que ya se ha consolidado.

En el año 2020, perdimos toda la hostelería cuando nos encerraron. Incluso tuvimos que hacer uso de los ertes porque no sabíamos cuánto podía durar aquello. Esa parte, que es un 15% de nuestras ventas, la perdimos. Pero, por otro lado, todo lo que vendemos en los supermercados subió de manera muy significativa. Con lo cual, una cosa compensó la otra.

Hemos mantenido el empleo con un crecimiento moderado. Hace cinco años éramos 205 personas, en la actualidad somos 220. Este año acabaremos cerca de los 50 millones de euros, alrededor de los 48 o 49. En relación al año pasado, es un incremento de ocho millones de euros.

La empresa, en sus más de 80 años de vida, ha tenido que adaptarse a los nuevos tiempos. Desde perder autoventas tras la aparición de almacenes centrales hasta, imagino, cumplir con normativas ambientales que antes no existían. Todo añadido a una falta de relevo generacional que viven muchos sectores. ¿Cómo ha sido la evolución?

Si llevamos 84 años en el mercado es que hemos sabido adaptarnos. Cuando se habla de sostenibilidad, de innovación o de responsabilidad social corporativa debes hacerlo desde el convencimiento y creo que nosotros lo hemos sabido hacer. Nos hemos adaptado, por ejemplo, a nivel de gestión y en la informática.

Además de dirigir Tirma, usted es el presidente de los industriales canarios (Asinca). Uno de los problemas que tienen muchos asalariados en las Islas es el acceso a una casa. Y este miércoles se aprobó en el Parlamento la ley que regulará la vivienda vacacional. ¿Los pisos turísticos tienen parte de la culpa en la crisis habitacional?

Bueno, esto ya son opiniones personales. Puedo hablar de lo que intuyo y creo que sí. Hay zonas en Las Palmas de Gran Canaria que pueden estar tensionadas y que el alquiler vacacional ha restringido la capacidad de acceso a la vivienda para los residentes en la ciudad. Es un problema que todos tenemos. Yo tengo dos hijos de unos 30 años y te acuestas pensando: “¿Cómo se podrán comprar una casa estos chicos?”.

Recuerdo que hace unos años se puso en el foco del debate público el AIEM, un impuesto que usted ha reivindicado. ¿Qué beneficios puede tener para el sector industrial?

Todos queremos competir en igualdad de condiciones y tenemos claro que no se produce con los mismos costes a nivel insular que a nivel continental. Aquí el mercado es pequeño y fraccionado. La luz cuesta más que en la Península. Cualquier viaje de negocios supone estar, al menos, una noche fuera y comprar un billete de avión.

Compitamos todos en igualdad de condiciones, pero como se ha hecho como se ha hecho en Europa con materias primas como el azúcar cuando se han querido mantener dentro de la política de la región comunitaria con la Europa verde y demás. Una supresión del AIEM sería grave, significaría poner en tela de juicio la supervivencia y la integridad de la industria.