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Un momento del juicio por agresión sexual celebrado contra el profesor de piano Marcos S. en la Audiencia de Las Palmas. / AH

Cuatro años de cárcel por tocarle el culo a una menor en clases de piano

La Audiencia de Las Palmas alaba el testimonio de la joven tras la agresión de su profesor: "pocas veces contamos con un relato de hechos, emociones y sentimientos tan descriptivo en una menor de 14 años", destaca la sentencia

La Audiencia de Las Palmas ha impuesto cuatro años y un mes de cárcel a un profesor de piano que daba clases en una escuela pública de Fuerteventura y agredió sexualmente a una alumna menor de edad.

La Sección Segunda condenada a Marcos S. como autor de un delito de agresión sexual con prevalimiento sobre una menor de 16 años. El acusado se valió de su condición de profesor para aprovecharse de su alumna, que tenía 14 años cuando ocurrieron los hechos, entre setiembre de 2021 y febrero de 2022.

Valiente y veraz

La sentencia, con el magistrado José Luis Goizueta de ponente, considera "absolutamente creíble" el testimonio de la menor.  Esto es importante porque su declaración era la única prueba directa para condenar al investigado, que también tiene formación en psicología y trató de invalidar a la joven: primero con el socorrido argumento de la venganza, después a base de invertir la responsabilidad de lo sucedido aludiendo a rasgos de su personalidad.

El tribunal no solo cree a la víctima, tal y como solicitó el fiscal Antonio López en su informe final, sino que alaba su "expresiva y contundente" declaración en el juicio. "Pocas veces hemos contado con un relato tan descriptivo, no solo de hechos sino también de emociones y sentimientos propios de una niña de 14 años", recoge la resolución judicial.

Sin contradicciones

Su versión de lo ocurrido coincide con lo manifestado en comisaría y en el juzgado de instrucción. La menor empezó ilusionada el curso municipal de piano por la "fama de buen profesor" que precedía al acusado. Marcos S. le ofreció un descuento en las clases particulares impartidas en su casa y se interesó por su vida privada, hasta el punto de "tratarla psicológicamente".

Así se ganó su confianza e invadió su espacio físico, con acercamientos por la espalda para frotarse el pene mientras tocaban el piano y con abrazos que duraban hasta tres minutos.

En uno de esos abrazos metió las manos en el "interior de los pantalones y le acarició las nalgas", según los hechos declarados probados por la sentencia.

Forenses

La menor tardó en ser consciente de que estaba siendo víctima de abusos sexuales porque consideraba al profesor "buena persona y padre de familia", algo habitual en este tipo de situaciones de sometimiento con fines sexuales.

Así lo expusieron las psicólogas forenses, que corroboraron la veracidad del relato de la víctima, entre otros elementos periféricos en los que se apoya el tribunal para condenar al procesado, como fueron las declaraciones de su madre, de la directora del colegio y del responsable del curso municipal de piano.

En definitiva, no hay "ánimo de venganza" ni "fabulación". Tampoco resentimiento, enemistad o un móvil espurio que pudiera llevar a la menor a inventarse los hechos, sino una "credibilidad absoluta", destaca la Sección Segunda de la Audiencia.

Casación

La sentencia no es firme porque contra ella cabe recurso en el Tribunal Supremo (TS). La propia defensa adelantó en el juicio la casación si el fallo resultaba condenatorio, tal y como finalmente ha sucedido.

El profesor de piano, además de la pena de prisión, deberá indemnizar con 10.000 euros a la perjudicada por el trauma causado, y cumplir diferentes órdenes de alejamiento y comunicación durante seis años.