Aridany Romero: "El Estadio de Gran Canaria será un estadio de fútbol: acercaremos Naciente y Curva"

El consejero de Deportes del Cabildo de Gran Canaria pasa por los Desayunos Atlánticos para hablar del Mundial 2030, el futuro del CB Gran Canaria, la inclusión del Rally Islas Canarias en el Mundial o el regreso de La Vuelta a España a la Isla

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Aridany Romero revolucionó, entre 2015 y 2023, el Instituto Municipal de Deportes de Las Palmas de Gran Canaria. En ocho años multiplicó por cinco el presupuesto del área con un nivel de ejecución que rozó el 100%. La concejalía vinculada a la actividad física dejó de ser una maría para convertirse en motor de una industria de en la que caben deportistas profesionales, instalaciones, clubes y cualquier ciudadano con ganas de hacer de ejercicio.

En junio del año pasado, Romero dio el salto al Cabildo de Gran Canaria para dirigir el Instituto Insular de Deportes. Su objetivo es repetir la fórmula ejecutada en la capital de la isla, pero con varios retos que condicionan todo lo demás: la candidatura para ser sede del Mundial 2030 de fútbol, la reforma del Estadio de Gran Canaria, el modelo —y futuro— del Club Baloncesto Gran Canaria, la inclusión del Rally Islas Canarias en el Mundial o el regreso de La Vuelta a España al Archipiélago.

[Pregunta] Ha pasado de una administración municipal, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, a una de carácter insular, que abarca mucho más, como el Cabildo. ¿Se nota mucho el cambio?

[Respuesta] La implantación del Cabildo es toda la isla, es decir, los 21 municipios. El haber ocupado, durante ocho años, la concejalía de Deportes del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, que al final es la capital de la isla, el municipio más poblado de Canarias y la novena capital de provincia del país, da siempre un orden, una magnitud, de cosas grandes. Eso me ha permitido que no me parezca muy diferente. Sí cambia el ámbito de tener que estar relacionándome directamente con los gobiernos municipales o intentar impulsar cosas que traspasan el ámbito insular como que Gran Canaria sea sede del Mundial 2030 de fútbol u otros eventos deportivos de carácter internacional. Ese es el elemento diferenciador. Eso y el orden y la magnitud de los asuntos. Aquí casi todo se multiplica por 40 o por 50. En ese ámbito estamos trabajando y, sobre todo, en poner al día a una institución que por motivos de muy diversa naturaleza se quedó atrás, en el vagón de cola, de la eficiencia, de la eficacia. 

Aridany Romero, consejero de Deportes del Cabildo, durante la entrevista. / AH
Aridany Romero, consejero de Deportes del Cabildo, durante la entrevista. / AH

-Hace unos días, Relevo publicó que Gran Canaria tenía pocas opciones de formar parte del Mundial 2030 de fútbol a pesar de ser la candidatura que mejor había hecho los deberes. La lejanía geográfica, según sus fuentes, pesaba en contra de la Isla. ¿No le parece curioso que se esgrima esa excusa cuando será una competición que se disputará en Paraguay, Uruguay, Argentina, Marruecos, Portugal y España?

-Por poner en contexto todos los asuntos que tienen que ver con el Mundial 2030. Hace ya un año y medio que el Cabildo inició esta candidatura, esta propuesta. Yo aún no había llegado al cargo, pero cuando accedí al puesto de consejero tuve la sensación de que éramos un problema para la Real Federación Española de Fútbol y todos los agentes que están alrededor —incluidos los medios de comunicación que tienen sus fuentes dentro del ámbito federativo y están bien informados—. Tuve esa sensación en julio, agosto, septiembre... Éramos un problema porque le habíamos roto a la Federación ese status quo en el que ellos tenían un mapa estratégico de lo que querían que fuese el Mundial. Pero han visto, a diferencia de otras candidaturas, que toda la isla de Gran Canaria, y cuando digo toda la isla de Gran Canaria es que están todos: partidos políticos, los 21 municipios, el resto de instituciones como el Gobierno de Canarias, todos los agentes económicos (desde los empresarios hasta los sindicatos), todas las asociaciones sociales, culturales, deportivos... Aquí queremos ser sede del Mundial y en otras ciudades esto está pasando sin pena ni gloria.

-La excusa de la lejanía tampoco se sostiene cuando otras ciudades de la Península están peor conectadas con el resto del mundo que Gran Canaria. Algunas, incluso, no tienen abiertas las 24 horas sus aeropuertos.

-Y eso sin entrar en los bloqueos políticos que estamos viendo en Zaragoza, parece que ya solventados; los bloqueos políticos y con el gestor privado, que es el Sporting, en Gijón; o los bloqueos que vemos en Valencia… Yo siempre digo, si Peter Lim no quiere fichar un lateral izquierdo para el Valencia, cómo va a gastarse 300 millones de euros en finalizar un estadio como el de Mestalla. En fin, hay muchos lugares en los que no tienen el deseo de ser sede. Gran Canaria, sin embargo, quiere y estamos poniendo toda la carne en el asador. Estamos cumpliendo como no están haciendo todas las sedes. Cumplimos con el envío de toda la información, un proceso complejo y con requisitos muy exigentes. Trabajamos, además, de manera conjunta con el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, porque aunque nosotros somos los impulsores, es la ciudad la sede. En esa tarea estamos, somos conscientes de que se lo estamos poniendo muy difícil a la Real Federación Española de Fútbol. Somos muy conscientes, pero yo siempre digo una cosa, que creo que es clave en esta carrera.

-¿El qué?

¿Tan poco ha cambiado España, desde el Mundial de 1982 al torneo 2030, que la única diferencia, en términos generales, sería la sede de Valladolid? Si una candidatura de España se quiere parecer a lo que somos como territorio, a lo que somos como nación, eso pasa irremediablemente por tener a Gran Canaria como sede. Porque, al final, unos Juegos Olímpicos o una fase final del Mundial de fútbol, es fundamentalmente el movimiento de decenas de miles de personas. Y eso, en España, lo sabemos hacer mejor que nadie: todos los años recibimos una media de 4,5 millones de turistas, así que eso se lo podemos explicar a otros territorios nacionales. Tenemos un aeropuerto internacional y en otras ciudades, sin embargo, a las ocho de la noche están cerrados. Aquí las 24 horas tenemos conexiones con 170 ciudades europeas, tenemos conexiones con Vigo, con A Coruña, con Santander, con Bilbao, con Zaragoza, con Murcia, con Sevilla, con Málaga, con Granada, con Barcelona… Es decir, ni siquiera la conectividad con otras posibles sedes la tenemos restringida. Y al final somos el mejor nicho de unión entre Europa, África y América. Eso pasa por Canarias.

-La Federación está metida en un proceso electoral que en cualquier momento puede saltar por los aires por la intervención judicial o del Gobierno. ¿Alguien les ha dado una fecha concreta sobre la elección definitiva de las sedes?

-Todo lo que está en torno al fútbol en nuestro país es poco transparente y este proceso también lo está siendo. Y no lo digo como crítica, lo digo como una una realidad que estamos sufriendo todas las candidaturas. Hay poca información, no hay intercambio de opiniones para saber si estás bien posicionado o no lo estás, si te falta esto o lo otro… Porque al final estamos hablando de 109 indicadores que tenemos que cumplir. Y hoy los cumplimos todos, más allá del Estadio de Gran Canaria, que tenemos que finalizarlo. Pero hay otras ciudades, que a mí en ocasiones me causa rubor que se dan por seguras como sedes, que no cumplen los condicionantes de la FIFA. Me refiero, por ejemplo, a Zaragoza o Bilbao, que no tienen la capacidad de camas de tres, cuatro y cinco estrellas que pide la FIFA. No sé cómo lo van a hacer. Como tampoco sé si la seguridad sanitaria de Marruecos cumple con los estándares internacionales de la FIFA. El Doctor Negrín y el Hospital Insular de Gran Canaria, por ejemplo, sí los cumplen. Por tanto, en ocasiones, tengo la sensación de que somos un problema para la Federación, porque le hemos roto ese relato de facilidad a la hora de decidir las sedes. Y si esto es un elemento que se resolverá en clave política, de contentar a lugares, nosotros vamos a hacer todo lo que esté en nuestra mano. Con el gobierno de la isla y con Ángel Víctor Torres, que está dentro del Consejo de Ministros y que es secretario general de nuestro partido. 

Aridany Romero se explica durante los Desayunos Atlánticos. / AH
Aridany Romero se explica durante los Desayunos Atlánticos. / AH

-Gijón, en principio, ha renunciado. Esa decisión igual esconde algo más, pero desde su ayuntamiento dudan de la rentabilidad del evento. ¿El retorno es tan claro para toda la ciudad? El Mundobasket no fue la panacea. Es cierto que dejó el pabellón, pero fue sde de un grupo con selecciones de poco tirón y el Arena estuvo vacío en casi todos los partidos.

-El Ministerio de Industria y Turismo ha hecho un análisis sobre el impacto y el retorno económico del Mundial 2030 en nuestro país y lo ha cifrado en 5.500 millones de euros. Al final es de eso de lo que estamos hablando. Obviamente también queremos ponerle el pin a la Isla de ser sede de un Mundial de fútbol, porque al final es formar parte de la historia del deporte internacional. Acoger una Copa del Mundo o unos Juegos Olímpicos está al alcance de pocos y queremos formar parte de ese grupo. Pero al final de lo que estamos hablando es de una oportunidad económica para los hombres y mujeres de esta tierra, para sus empresas, para sus empleados, para generar economía. En Canarias nos nutrimos fundamentalmente, de manera directa e indirecta, del sector servicios y del turismo. Ese sería el mayor escaparate que podría tener nuestra isla. Si fuésemos a pagar en tareas de publicidad, de retorno de la imagen, no nos lo podríamos permitir. Lo que se va a producir en un Mundial eso es impagable. Hay, además, excusas históricas.

-Explíqueme eso.

-Yo creo que Barcelona, urbanísticamente, no sería lo que hoy conocemos sino fuese por los Juegos Olímpicos de 1992. Sería posiblemente otra ciudad, no sé si mejor o peor, pero Barcelona se transformó con el paso de las Olimpiadas. Y eso es lo que queremos hacer: transformar, con la excusa del Mundial, nuestra nuestra isla, la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. Seamos sede o no, se reformará el Estadio de Gran Canaria. Después de 21 años queremos finalizar el estadio. Vamos a seguir con nuestra ruta, sin alterar nuestras inversiones en materia de infraestructuras, movilidad, deportiva o sector servicios. No nos va a frenar ni siquiera que este Mundial vaya a ser un Mundial trenconectado.

-¿De dónde sale ese concepto?

-Se lo oí decir al anterior presidente de la Federación, en una conversación que tuve con él en el Hotel Santa Catalina. Me comentó que quería que quería que el torneo fuese un Mundial trenconectado, un nuevo concepto. Yo no sé cómo vamos a ir de Europa a África, a Marruecos, en tren. Y no digo ya a Argentina o Paraguay...  Eso no puede ser un elemento para castigar a Canarias, porque si al final, de lo que estamos hablando es de sostenibilidad, aquí somos referencia en la materia a diferencia de Madrid, de Barcelona, de Zaragoza o de Murcia. Insisto, eso no puede ser un elemento para castigar a Canarias, porque tenemos un estatuto concreto de ser región ultraperiférica. Somos Europa administrativamente, políticamente. Por tanto, lo que no se puede hacer es, por aquello de la lejanía o también de la sostenibilidad, castigarnos. Tienen que acercarnos al territorio continental.

-Asegura que, más allá del Mundial 2030, el Estadio de Gran Canaria se reformará. ¿La obra final tiene algo que ver con los bocetos mostrados? La demanda histórica de la afición de la UD Las Palmas es acercar aún más las gradas al césped, en especial en Naciente y Curva.

-Ya estamos trabajando en ese proyecto. Hoy ya tenemos el borrador cero del pliego de prestaciones técnicas y el administrativo lo recibiremos por el Colegio de Arquitectos, con el que estamos yendo de la mano porque queremos ser transparentes, queremos dar todo tipo de facilidades y de oportunidades a las empresas de Gran Canaria, de Canarias. Pero estamos convencidos que a una infraestructura de esta magnitud se van a presentar los mejores y más grandes despachos, no solo a nivel nacional, sino a nivel europeo, y eso es una oportunidad porque va a ser un edificio singular. De lo que se ha pulsado en las diferentes infografías poco va a tener que ver. ¿Qué ha decidido el gobierno de la isla? Como usted decía es una demanda histórica convertir el Estadio de Gran Canaria en un estadio de fútbol, que ahora por motivos de muy diversas naturaleza no lo es. Para quien no sepa el contexto histórico, ahí había unas pistas de atletismo, porque se quiso que el estadio fuese una instalación deportiva multidisciplinar y al final se ha quedado sólo para el fútbol. Ahora vamos a acercar las dos gradas de gol, Naciente y Curva. Es cierto que hay algunos elementos arquitectónicos que hay que solventar, como son las uniones de los dos fondos de gol con las gradas de Tribuna y Sur, pero por eso hay un concurso de ideas, una redacción, y la dirección facultativa de la obra. En esa tarea ya estamos.

-¿Manejan algunas fechas para dar el siguiente paso?

-Yo espero que si no es en mayo, en junio ya publiquemos todo. Eso será otro hito diferenciador con otras ciudades que quieren ser sede: nuestro firme compromiso de terminar el estadio, porque hemos dicho que vamos a hacer el estadio seamos sede o no. Habrá que cubrir todas las gradas, habrá que tener una zona de VIP, otra Very VIP —por aquello que vienen jefes de estado con seguridad adicional—, hay que hacer una grada solo para prensa con casi 1.000 periodistas... Lo que queremos hacer es la reforma final, queremos derribar la torre oeste, que no sirve para nada. Se quiso hacer del estadio una especie de lugar de oficinas, pero el paradigma al que van los estadios de fútbol es a que se puedan comercializar con otros retornos más allá del fútbol. Y si la Unión Deportiva Las Palmas finalmente quiere comercializar esos nuevos entornos, pues habrá que buscar una figura que fije su explotación. Eso pasa, fundamentalmente, por pagarlos si luego se quieren explotar comercialmente. Queremos aprovechar la reforma para regularizar nuestra relación con la UD.

Detalle de los Desayunos Atlánticos. / AH
Detalle de los Desayunos Atlánticos. / AH

-¿Está satisfecho con la relación que mantiene el Cabildo con el Granca? Las cuentas del club, la temporada pasada y parece que esta, presentarán un balance positivo. Sin embargo, la aportación anual de la administración pública, como propietario de la Sociedad Anónima Deportiva, ronda los cinco millones de euros. Eso no se sostendría si fuese un proyecto privado. ¿Qué sucede, qué explicación tiene que un equipo que lleva casi 30 temporadas consecutivas en la ACB no se pueda sostener con capital privado o no sea capaz de reunir a más de 6.000 espectadores de media en sus partidos como local?

-Creo que es la presencia de la institución cabildicia. Que el Cabildo esté de manera cautiva no ayuda a incorporar más fondos. Los abonos más baratos de la ACB son los del Gran Canaria y así todo no hay una masa constante yendo al Gran Canaria Arena. Y es así porque también está el Cabildo detrás. Pero mire, yo creo que de un tiempo a esta parte se ha producido un cambio en la gestión. Y estas afirmaciones que hago en positivo de la actual gestión no van directamente en detrimento de los anteriores gestores. Primero, porque no estaba y no podría comentar nada al respecto. Y segundo, porque cuando llegó Sitapha Savané a la presidencia del Granca, yo no era consejero del club, pero el presidente del Cabildo motivó su elección para hacer más eficiente la búsqueda de recursos externos para que esa dependencia, en la medida de lo posible, se fuese aminorando y las aportaciones del Cabildo Insular de Gran Canaria fuesen menores. Eso se ha producido. Es decir, las cuentas económicas están en una senda de superavit. Lo fueron la temporada pasada y este año, ya lo adelanto, también lo van a ser. Por tanto se está haciendo una gestión eficaz, eficiente, que es para lo que se trajo al presidente.

-Pero el Cabildo paga buena parte de la cuenta del Granca.

-La primera decisión que tomamos en este año, de nuevo mandato, fue reducir de manera importante la aportación del Cabildo: hemos pasado de 4,5 a cuatro millones. Y es nuestra intención este año volver a bajar esa cantidad. Eso quiere decir que el CB Gran Canaria se está gestionando de manera eficaz, está incorporando recursos de fuera, recursos que no existían, se han sumado aportaciones de otras administraciones que antes no aparecían, estamos buscando recursos para el naming del Gran Canaria Arena... Se está haciendo una buena gestión con los recursos de personal, de recursos baloncestísticos. Me refiero a la venta de jugadores que llegaron muy jóvenes a la isla, que han sido importantes para el desarrollo del equipo y que ahora están en Grecia o en Vitoria. Parece que este año, en función de lo que pueda pasar con la plantilla, podemos seguir incorporando recursos. Por tanto, la gestión deportiva, económica y administrativa está yendo relativamente bien. Y eso es con lo que nos tenemos que quedar, pero la intención del Cabildo pasa por seguir reduciendo su aportación. Cuando yo llegué era el 51.48% del presupuesto y ahora se ha bajado 10 puntos porcentuales, hasta el 41%. Y esto lo que pone de manifiesto es que se están haciendo las cosas bien.

El consejero, Aridany Romero, los presidentes del Granca, Sitapha Savané, del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, el de la UD Las Palmas, Miguel Ángel Ramírez, y el de la Federación Interinsular de Fútbol de Las Palmas, José Juan Arencibia / CB GRAN CANARIA
El consejero, Aridany Romero, los presidentes del Granca, Sitapha Savané, del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, el de la UD Las Palmas, Miguel Ángel Ramírez, y el de la Federación Interinsular de Fútbol de Las Palmas, José Juan Arencibia / CB GRAN CANARIA

-Esa generosidad del Cabildo también afecta a otros deportes. En la Península ya se habla de dóping financiero en las Islas por el dinero que aportan las administraciones públicas. ¿Es sostenible que Gran Canaria, por ejemplo, tenga tres equipos de voleibol femenino en la máxima categoría nacional? Es lo justo porque se lo han ganado en la cancha, pero al final es la pescadilla que se muerde la cola. Si el Cabildo paga, las empresas no se van a mojar. Y menos sin una ley de mecenazgo, que escucho desde que tengo uso de razón, clara.

-En este nuevo presupuesto ya hemos puesto la pierna a la pared, si se me permite la expresión, a la hora de incorporar más recursos a los clubes de categoría nacional. Hemos dicho hasta aquí. Hacemos una aportación muy importante y hasta aquí hemos llegado. Es el primer presupuesto, después de muchos años, en el que no estamos aumentando los recursos, pero es que se están haciendo las cosas muy bien en el deporte de categoría nacional y el elemento diferenciador de Gran Canaria, de Canarias, con el territorio nacional es la lejanía. Y eso es un elemento diferencial económico que tienen que solventar nuestros clubes para poder competir. Lo vemos incluso en la Unión Deportiva Las Palmas o en el Granca... Ellos están en la élite del deporte profesional a nivel español, imagínese en esas disciplinas semiprofesionales como voleibol, baloncesto femenino, fútbol sala.... La administración pública tiene que estar detrás de todos los clubes deportivos. Tenemos el ejemplo del Granca cuando se clasificó el año pasado para la Euroliga tras ganar al Eurocup.

-¿Fue imposible sumar al sector privado?

-Antes de llegar a la Consejería de Deportes, lo que me comentaban los miembros del gobierno del Cabildo y el propio presidente del CB Gran Canaria es que se hizo una batida de reuniones, un análisis conjunto, con todo el poder económico empresarial de Gran Canaria para ver si era posible que se aglutinaran en torno a un posible patrocinio para jugar la Euroliga, algo que nos habíamos ganado deportivamente, pero fue imposible. Por motivos de diversa naturaleza. El primero, porque los empresarios no veían retorno en la inversión, lo cual es legítimo. Si eso pasa en el deporte profesional, imagínese en el semi-amateur... Y puede que esos deportes no tengan tirón mediático o económico, pero son vitales para desarrollar una competencia que tenemos atribuida como administración pública: promover la actividad física. Porque en realidad, de lo que estamos hablando si no tenemos deportistas de clubes de balonmano, voleibol o la disciplina deportiva que sea, es de que los niños y niñas no van a tener sus referencias. Si no existiera un Olímpico, un Club Baloncesto Islas Canarias o el Telde Deportivo de fútbol sala, no habría niñas que sueñan con hacer lo mismo que sus jugadoras de referencia. Por eso el Cabildo está detrás de esos equipos. Eso sí, con un rigor económico, con un rigor financiero. Trabajamos con todos para que tengan planes de igualdad, planes de prevención del acoso, que todos tengan firmas mancomunadas, que las directivas sean paritarias o lo más cercano posibles, que tengan planes de atención al socio. Se acabó poner dinero por el simple hecho de estar en una categoría nacional. Ahora queremos algo a cambio.

-¿Y no se puede articular una ley de mecenazgo para que el patrocinio deportivo sea más atractivo a nivel fiscal para las empresas?

-Nosotros estamos en un proceso que vamos a tener que explicar muy bien que es la transformación de la Fundación Canaria del Deporte. El objetivo es convertir esa fundación, que es propiedad del Cabildo y es la poseedora de los títulos accionariales de la propiedad del Club Baloncesto Gran Canaria, en una herramienta útil de captación de patrocinios para el propio Granca. El propio Savané nos ha transmitido que se ha encontrado con empresas o instituciones que quieren poner dinero en favor del club, pero si es a través de una fundación. Es un modelo que ya se usa en el fútbol y el baloncesto de nuestro país y que ahora estamos valorando. Estamos en un proceso de transformación normativa legal de apoderamiento, insisto, de competencias de los diferentes órganos del Patronato. Otros lo hacen, nosotros lo tenemos, por tanto vamos a utilizarlo. Vamos a intentar darle viabilidad y vamos a intentar darle utilidad.

-El Rally Islas Canarias se ha incorporado al calendario del Mundial. El contrato entre la prueba grancanaria y la federación internacional es por dos años, pero se rumorea que en la edición de 2025 la prueba se tendrá que celebrar en Gran Canaria y Tenerife. ¿Es así? 

-Ha estado en boca de todos que el segundo año se pueda celebrar entre Tenerife y Gran Canaria, pero yo no lo contemplo y el gobierno de la isla tampoco. No contemplamos que el Rally Islas Canarias se celebre en otra isla que no sea Gran Canaria. Y espero que no nos lo planteen.

-¿Volveremos a ver La Vuelta a España en Gran Canaria?

-Es algo que se nos ha puesto en la cabeza también, es uno de los elementos más internacionales que tenemos en nuestro país. A veces lo hablaba con Héctor Gómez, que fue ministro de Turismo. Ellos lo tenían medido. Nos decían que la marca más internacional que tenemos como país es LaLiga de fútbol. Antes, hace años, eran nuestro destino turístico y la dieta mediterránea. Ambos, en lo suyo, siguen estando ahí. Pero ahora es el fútbol. Pero al mismo tiempo nos advertían que una de las herramientas con más tirón y potencial era La Vuelta a España. Siempre tenemos la sensación que, de las tres grandes, junto a Tour de Francia y Giro de Italia, es la más pequeña, pero sin embargo tiene mucha repercusión fuera.

Carlos Álamo, consejero de Turismo de Gran Canaria, y Aridany Romero, consejero de Deportes, junto a uno de los vehículos de la organización de La Vuelta. / AH
Carlos Álamo, consejero de Turismo de Gran Canaria, y Aridany Romero, consejero de Deportes, junto a uno de los vehículos de la organización de La Vuelta. / AH

-¿Qué es lo que cambia para que ahora esté tan cerca el regreso de La Vuelta a las Islas?

-El elemento diferenciador es que La Vuelta Ciclista a España ahora quiere venir a Canarias, no es que nosotros queramos traerla a regañadientes. No, ahora es que Javier Guillén, su director, quiere que volver a Canarias y quiere que la carrera termine en Canarias, que la última semana se desarrolle completamente en las Islas. Sería entre Tenerife y Gran Canaria o Gran Canaria y Tenerife y en esa tarea estamos. Guillén se iba a reunir con nosotros la semana pasada, pero por motivos de agenda se tuvo que cambiar. Pero va a venir, se va a sentar con el gobierno de la isla para ver si es posible y nosotros vamos a poner todo lo que esté en nuestra mano para que así sea. También porque más allá de ser una prueba deportiva también entra en las aristas de trabajo de la Consejería de Turismo que sitúan a Gran Canaria como destino saludable, destino activo. El ciclismo arrastra mucho turismo, de aficionados que viajan sólo para hacer etapas de grandes pruebas, desde la salida a la meta. Tener a La Vuelta daría un poco más de sentido a la marca de Gran Canaria Isla Europea del Deporte.

-¿Por qué?

-Está muy bien hacer una carrera, está muy bien hacer eventos deportivos de muy diversa naturaleza y disciplina deportiva, pero son pequeños elementos deportivos que tienen una connotación insular, eso no es Gran Canaria Isla Europea del Deporte. Gran Canaria Isla Europea del Deporte es el Mundial de fútbol, el Mundial de rallys, La Vuelta Ciclista a España, el Gran Canaria en la ACB, la Unión Deportiva Las Palmas en la Liga de Fútbol Profesional... Eso es Gran Canaria Isla Europea del Deporte. Si queremos generar economía, generar economía fundamentalmente, tenemos que ir a esas grandes pruebas.

-Para terminar. ¿Gran Canaria tendrá mejores instalaciones deportivas en todos sus municipios en 2027?

-Yo fui concejal de Deportes del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y yo fui el responsable de hacer el mayor plan de inversión en la Democracia: casi 72 millones de euros para nuevos pabellones, nuevos campos de fútbol, rehabilitar las instalaciones de fútbol y polideportivas que existen en la ciudad... Y quedan muchas cosas por hacer, porque la gestión municipal es una gestión, por su propia definición, inacabada. 121 instalaciones deportivas tiene la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, que no son pocas. Espero que en menos de un mes podamos tener un nuevo plan de inversión en infraestructuras deportivas en los municipios, porque al final los municipios no tienen la capacidad ni el músculo económico financiero que tiene el Cabildo. En cuanto a instalaciones propias, además de finalizar el Estadio de Gran Canaria tenemos que remodelar sí o sí en este mandato el Centro Insular de Deportes. esa instalación en la que muchos, cuando éramos niños, íbamos allá a ver las victorias del Granca, del Guaguas Las Palmas, del Islas Canarias con la Copa Liliana Ronchetti. Ya no es una instalación moderna, no es una instalación que dé un servicio óptimo y tenemos que hacerlo. Y no podemos olvidar, porque siempre lo ha hecho de un tiempo esa parte la institución cabildicia, a la Ciudad Deportiva de Gran Canaria, que está entre Zárate, Pedro Hidalgo y San Cristóbal, y es una instalación que requiere de la inversión en el tartán. Allí es donde se hacen los deportes olímpicos, donde está la base, también la tenemos que remodelar.