El parque de bomberos de Tunte fue inaugurado en el año 1997 después de que naciera el Consorcio de Emergencias de Gran Canaria, pero el edificio —que depende del Cabildo Insular— nunca abrió sus puertas porque el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana quiso mantener el servicio bajo competencia municipal. Como las instalaciones no pasaron a manos del Consistorio, se quedaron en el olvido y nunca se han utilizado.
La situación preocupa a los bomberos del municipio sureño porque consideran que desde un punto de vista técnico, necesitan que el parque abra para mejorar la atención, incluso, en otros puntos de la Isla. Por ello, en un escrito presentado el 17 de septiembre del año pasado —al que ha tenido acceso Atlántico Hoy—, solicitaron al área de Patrimonio del Cabildo de Gran Canaria su apertura.
Vandalismo
Su reivindicación sigue en pie porque, según dicen, el documento —presentado junto al grupo de gobierno del Ayuntamiento— no ha recibido respuesta casi 12 meses después. José Felipe Santana, suboficial y jefe del servicio municipal de bomberos, expone en declaraciones a este periódico que contar con el parque de Tunte podría beneficiar también a Santa Lucía de Tirajana, a Tejeda o a la zona de la Sorrueda.
Considera que no solo es de interés para esos tres municipios, sino para toda la isla porque cerca está el parque natural de Pilancones, la Reserva de la Biosfera, Fataga o la GC-60 —carretera que conecta Tejeda con Maspalomas—. Una de las consecuencias más visibles de tener cerrado el edificio es que, al quedarse al aire libre los cuadros eléctricos o los fusibles, se han dado casos de vandalismo en los que han robado desde cables hasta puertas.
"Una situación ruinosa"
“Ahora mismo”, apunta quien también es representante sindical de UGT, “está en una situación ruinosa”. “Creo que es una mala imagen para la institución, para el Cabildo y para la ciudadanía”, agrega. Propone que el lugar no se destine solo para los bomberos, sino que se pueda combinar con la actividad sanitaria con ambulancias o para dejar los vehículos de Protección Civil.
Santana recuerda que cuando se desató el desastroso incendió que asoló el centro y el sur de la isla en el verano de 2007 —el más grave que ha vivido la isla de Gran Canaria—, el fuego llegó hasta las puertas del parque y tuvieron que mandar a un electricista para que desconectara el sistema eléctrico porque podía suponer un riesgo en caso de que lo alcanzaran las llamas.
Mejorar la seguridad
El Cabildo de Gran Canaria, en el año 2020, deslizó la posibilidad de abrir el parque de bomberos de Tunte durante una visita a la zona por parte del, por aquel entonces, consejero de Presidencia, Pedro Justo —a día de hoy responsable del área de Hacienda—. En aquel momento, indicó que el Consorcio preparaba un convenio de colaboración con el consistorio sureño.
Por otro lado, el informe enviado hace un año al Cabildo recoge que “la necesidad de su acondicionamiento se fundamenta en su capacidad para mejorar la seguridad y protección en un área geográficamente relevante, que abarca municipios, espacios naturales de gran valor y zonas de alto interés turístico y cultural para la isla de Gran Canaria”. Tampoco dejan de lado la idea de que podría disminuir el tiempo de respuesta ante una emergencia.
“Incluso en épocas como estas de altas temperaturas o de riesgo de incendios forestales podríamos mantener una respuesta combinada de Protección Civil y bomberos. Tener tres o cuatro personas en el momento inicial de un incendio es fundamental”, sostiene Santana.
