Cinco dudas alrededor del proyecto Dreamland en Gran Canaria

Después de que el Ayuntamiento de Telde haya redactado su pronunciamiento favorable, el Cabildo llevará a Pleno su declaración de Interés Insular

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Auditorio de Dreamland. / NEWPORT
Auditorio de Dreamland. / NEWPORT

El pasado 11 de abril el Grupo Newport anunció que Dreamland Studios Canarias, un proyecto que vende como una especie de parque temático vinculado a las industrias del cine y de los videojuegos, se levantaría en Gran Canaria después de descartar su ubicación original en las Dunas de Corralejo —empeño inicial, por cierto, que dinamitó el gobierno de Fuerteventura—. Desde entonces, en poco más de un mes, la propuesta ha sido bendecida por buena parte de los partidos políticos de la Isla y el Ayuntamiento de Telde ha redactado un pronunciamiento favorable para que el Cabildo —vía Ley del Suelo— lo declare de Interés Insular en el pleno de mayo.

A lo largo del último mes, los promotores de Dreamland han lanzado varios comunicados para recalcar las supuestas bondades de un proyecto que, sin embargo, ha generado ciertas dudas y recelos en el sector audiovisual y en algunas formaciones políticas. La urgencia por obtener la conformidad y el informe preceptivo de Telde, su coincidencia con la precampaña electoral y el cambio de uso de los terrenos —propiedad de Lopesan— donde se levantará el recinto añaden incertidumbre alrededor del proyecto.

Empleos

Dreamland, según una de las notas enviadas por el grupo promotor, tiene capacidad para generar 16.000 empleos en Gran Canaria: 1.000 directos y 15.000 indirectos. Proyectos de mayor envergadura, como Universal Studios Japan (Osaka), un parque temático que se levanta sobre 54 hectáreas —440.000 metros cuadrados más que el complejo del Grupo Newport en Telde—, suma 2.500 trabajadores repartidos en áreas como servicios, almacenes, seguridad, administración, venta al público o personal de hotel.

Formación, IA e industria audiovisual

La formación figura como una de las actividades fundamentales sobre las que ha crecido el Grupo Newport en Fuerteventura. En Dreamland, el aprendizaje aparece como una de las patas del proyecto. "Muchas producciones que han elegido Canarias para rodar películas se han encontrado que en las Islas no había personal preparado", argumentan desde varias administraciones públicas para defender Dreamland.

Desde el sector audiovisual, sin embargo, recalcan que la formación ha avanzado durante los últimos tres años en el Archipiélago con una interesante oferta en centros privados y advierten de la revolución que afrontará la industria en los próximos años con el uso de la Inteligencia Artificial. "Venden que Dreamland", apuntan, "garantizará unos niveles de empleabilidad altos, pero con lo que viene eso no se puede afirmar. Un ejemplo, Deepcake, DGene o Metaphysic ya están revolucionando la posproducción. Industrial Light and Magic, la principal compañía de esta rama, ya trabaja de lleno para desarrollar herramientas de IA".

Visitantes

Las previsiones de Newport es que Dreamland, además de ser un centro de formación, brille como un parque temático capaz de atraer a 1,5 millones de visitantes al año. Por ponernos en situación: Disneyland París, el parque temático más visitado de Europa —con su oferta de ocio y hoteles—, recibió en 2021 a 3,5 millones de personas. Ese mismo año, el Parque Warner de Madrid —con 150 hectáreas de atracciones y restauración— congregó a 1,3 millones de visitantes.

Terrenos e impacto medioambiental

La intención del Grupo Newport es levantar Dreamland en El Cortijo, unos terrenos propiedad de Lopesan que hasta ahora —a la espera de si el Cabildo declara el Interés Insular del proyecto— se reparten entre diferentes usos: deportivo, urbano consolidado, urbano sectorizado no ordenado, rústico y accesos. La segregación de la parcela correrá a cargo del Ayuntamiento de Telde, que dentro de sus límites ya cuenta con tres grandes áreas comerciales y un problema de movilidad en diferentes puntos de la GC-1 a su paso por el municipio.

El apoyo del actul grupo de gobierno del Cabildo, que tiene por bandera la idea de Ecoisla, también sorprende entre círculos ecologistas grancanarios o formaciones políticas como Drago Verdes Canarias, que advierten del impacto medioambiental —construcción de los diferentes edificios y accesos o la huella de carbono— de un proyecto de estas características.

Inversión y fondos europeos

El Grupo Newport asegura que Dreamland se construirá con una inversión de 140 millones de euros. Detrás de una apuesta así también está Alquimia Venture Capital —una firma de capital de riesgo— que en febrero de 2021 anunció la contratación de IDOM —un despacho de arquitectura e ingeniería— para la ejecución del proyecto original en Fuerteventura. Más allá de toda la pompa que rodea cada comunicado de los promotores, el negocio apunta hacia una sola dirección: la captación de fondos europeos —tanto para levantar el complejo como para la formación—.