La postura de Antonio Morales sobre cómo resolver los atascos en la GC-1 ha dado un giro de 180 grados. En 2022, en una entrevista con Atlántico Hoy, el presidente del Cabildo de Gran Canaria descartaba por completo el carril bus-VAO como solución. “¿El bus-VAO, dónde? Se ha analizado y se ha estudiado. Y no cabe en Gran Canaria”, afirmaba con rotundidad. Para él, la única alternativa viable era el tren, avalado —según decía— por estudios de tráfico, movilidad y economía.
Ahora, dos años y medio después, sin embargo Morales sí incluye el carril bus-VAO entre las medidas que ahora estudia una comisión técnica para descongestionar la GC-1. Una vía que sufre colapsos diarios y que será objeto de varias actuaciones, entre ellas la ampliación con un cuarto carril y la reordenación de accesos conflictivos.
Comisión
La opción del bus-VAO se puso este viernes sobre la mesa de una comisión, compuesta por todas las administraciones con competencias en tráfico y carreteras en Gran Canaria, creada para avanzar en un plan conjunto que incluye, por primera vez, la posible implantación de un carril bus-VAO.

Aunque aún se estudia su viabilidad técnica, la sola mención contrasta con la postura cerrada de 2022, cuando Morales afirmaba que "no hay alternativa" al tren y que "no se puede seguir construyendo más carriles".
Uso compartido
Ahora, el Cabildo se abre a valorar una infraestructura que antes rechazaba de plano. Se plantea como una vía exclusiva para guaguas y vehículos con alta ocupación (dos o más personas), lo que podría fomentar el uso compartido del coche. Según Morales, el 80% de los vehículos que entran a Las Palmas de Gran Canaria lo hacen con solo una persona a bordo, lo que refuerza la urgencia de campañas de concienciación ciudadana.
No obstante, la jefa provincial de Tráfico en Las Palmas, Eva Canitrot, ha advertido que un carril bus-VAO no es una solución sencilla. Requiere tecnología adicional, como lectores de matrícula y señalización específica, y elimina un carril ya existente, lo que podría agravar el problema si no se gestiona con precisión.
Ampliación en Telde
La GC-1 será objeto de una ampliación inmediata entre Bocabarranco y La Mareta, donde actualmente se forma un cuello de botella al pasar de cuatro a tres carriles. El proyecto, con un presupuesto de nueve millones de euros, se ejecutará en 18 meses. También se prevén obras entre Melenara y Marpequeña y una reordenación de accesos en La Mareta y Melenara.

Además de las soluciones estructurales, la comisión valora mejoras en la evacuación tras accidentes, la modificación de horarios escolares y laborales, y una mayor inversión en transporte público, que ha duplicado su uso en los últimos años, pasando de 42 a 104 millones de viajeros.
Alta densidad
Gran Canaria cuenta con una de las mayores densidades de vehículos de Europa: 802 por cada 1.000 habitantes, frente a los 650 de media europea. Con una orografía compleja y una red vial saturada, la GC-1 se ha convertido en un símbolo del colapso de movilidad en la isla.
Tanto que incluso Antonio Morales parece reconocer que el tren no es la única vía