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¿Sobrevivirán las dunas de Maspalomas? Acumulan décadas de pisoteos masivos y mucha arena perdida. / EFE

¿Sobrevivirán las dunas de Maspalomas? Acumulan décadas de pisoteos masivos y mucha arena perdida

Atlántico Hoy ha consultado a varios expertos su visión sobre el futuro que le espera al espacio natural ubicado al sur de Gran Canaria

Decenas de personas se agolpan para ver el atardecer. Nadie quiere perderse el momento donde, como cada día, el sol se esconde dejando un espectáculo de colores digno de película. Hay quienes sacan a relucir su móvil con el objetivo de captar la mejor imagen para recibir likes en Instagram. La escena podría darse en cualquier mirador de Canarias construido sobre hormigón, pero cada tarde ocurre también sobre las dunas de Maspalomas

La reserva natural, ubicada al sur de Gran Canaria, ha traído de cabeza a muchos durante décadas porque la masificación turística de la zona ha puesto en peligro su futuro ante el riesgo de que en un futuro desaparecieran. El Cabildo Insular se propuso hace varios años revertir la situación con el proyecto Masdunas, una iniciativa que ha logrado recuperar el 85% de la superficie y proteger 14.000 metros cúbicos de arena.

Las amenazas

Son unos primeros pasos que pretenden combatir décadas en las que se temió por la supervivencia del entorno, aunque la realidad continúa siendo delicada. Marta Martínez, gestora de la reserva, asegura en declaraciones a Atlántico Hoy que durante los últimos años el sistema dunar atravesó una situación crítica a causa de la presión turística que ha experimentado los alrededores.

Pero la cosa no queda ahí porque otras amenazas han sido la proliferación de elementos artificiales como kioscos, hamacas, contenedores o senderos no regulados. Además, expone que la pérdida de conectividad entre las zonas de aportación de arena y las dunas activas estaban comprometiendo seriamente su equilibrio natural. Ahora bien, sostiene que con Masdunas han podido darle un giro al problema.

Presentación de los resultados en las Dunas Maspalomas / EFE - ELVIRA URQUIJO

Salud de las dunas

“Una de las claves del éxito ha sido la renaturalización de la duna costera, que ha incluido la eliminación de elementos perturbadores que alteraban la dinámica natural de la arena y del transporte de sedimentos. Se han retirado goros de rocas provenientes de las paleobarras, un valioso patrimonio natural geológico, que estaban alterando el flujo sedimentario necesario para mantener el sistema dunar naturalizado”, prosigue. 

Las dunas de Maspalomas han progresado, pero todo apunta a que falta camino por recorrer. “Podríamos decir que su estado de salud es regular, en unas zonas está algo mejor y otras bastante mal”, afirma Antonio Hernández, profesor del Departamento de Geografía de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), en declaraciones a este periódico.

Imagen de las Dunas de Maspalomas / HOLA ISLAS CANARIAS

Especies invasoras

Subraya que han influido múltiples factores como el pisoteo masivo en gran parte de las dunas por el tránsito indiscriminado y desordenado de personas; la presencia de especies exóticas invasoras como la pata de camello o la tilapia de Mozambique —un pez que ha puesto en jaque a la Charca de Maspalomas—. Por otro lado, ha influido la erosión costera como consecuencia de la disminución del volumen de arena.

Tampoco deja de lado el incremento del nivel del mar por el cambio climático o el uso de tractores para la limpieza. Aún así, indica que el proyecto Masdunas “constituye un paso fundamental”. Considera que el reto más importante de cara al futuro es “conciliar el uso turístico con la conservación de los valores naturales que tienen las dunas de Maspalomas”.

Dunas de Maspalomas / HOLA ISLAS CANARIAS

Tránsito de personas

Sostiene que, entre otras cuestiones, se traduce en la ordenación y regulación del tránsito de personas, evitando que se salgan de los caminos señalizados y que no generen daños a la vegetación. Así como reducir los impactos de los equipamientos de las playas (quioscos y hamacas), realizar una limpieza de las playas más sostenible (eliminar el uso de maquinaria pesada).

La gestora de la reserva natural, por su parte, asevera que el sistema dunar de Maspalomas, aunque se encuentra en una zona “con una altísima afluencia turística”, requiere una protección activa y constante con el objetivo de garantizar su conservación a largo plazo al tratarse de un espacio “único y frágil”. Destaca que “una de las prioridades será mantener las medidas de control de acceso”.

"Uso responsable"

“Entendemos que es un espacio muy valorado tanto por residentes como por turistas, y por eso apelamos a un uso responsable y respetuoso. La concienciación ciudadana, junto con programas de educación ambiental, será clave para que todos comprendamos el papel que jugamos en la conservación de este entorno”, continúa.

Leví García, geógrafo e investigador de la ULPGC, coincide en que el proyecto del Cabildo “ha venido muy bien porque de alguna forma ha parado y estabilizado la degradación de las dunas”. Eso sí, resalta que los 14.000 m3 de arena recuperados no es suficiente porque “la antropización, la presión y todos los cambios ambientales que ha habido las últimas cinco décadas son muy difíciles de resolver en seis años”.

Presentación de los resultados en las Dunas Maspalomas / EFE - ELVIRA URQUIJO

Arena perdida

Los datos son llamativos. Un estudio encargado por el Gobierno de España y dirigido por la Universidad de Cantabria en 2008, concluyó que las dunas perdían al año 45.000 m3 de arena. Por lo tanto, utilizando esas cifras, se han esfumado 765.000 metros cúbicos de arena en las dunas de Maspalomas desde entonces. 

Los números pueden generar dudas sobre el futuro del espacio. García lanza un halo de esperanza y apunta que si tanto el Cabildo como el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana siguen trabajando de manera conjunta probablemente se pueda mantener la reserva natural más tiempo del previsto.

Un grupo de personas atentan contra la Reserva Natural de las Dunas de Maspalomas en busca de 1000 euros y puede acabar en multa. / AH

Desarrollo turístico

“No se puede volver a 10 años atrás, pero sí frenar la degradación y estabilizar. Es muy importante que continúe este interés por conservar porque Maspalomas es la gallina de los juegos de oro y nunca se le debió dar la espalda pensando que [el sistema dunar] siempre estaría ahí”, reflexiona.

Antonio Hernández, quien también es miembro del grupo de investigación Geografía, Medioambiente y Tecnologías de la Información Geográfica, adscrito al Instituto de Oceanografía y Cambio Global (IOCAG), expone que las investigaciones que han llevado a cabo indican que el sistema de las dunas de Maspalomas “experimenta un déficit sedimentario natural pero agravado por el desarrollo turístico”.

Fecha de caducidad

“Por lo tanto, las dunas, más que desaparecer, probablemente evolucionarán a un ecosistema diferente al actual, perdiendo la mayor parte de las grandes dunas móviles actuales y predominando dunas estabilizadas con una gran cobertura vegetal y la aparición de lagunas costeras debido al incremento del nivel del mar asociado al cambio climático”, prosigue el experto.

Abel Sanromualdo, investigador del grupo de geografía, medioambiente y tecnologías de la información geográfica, considera que es difícil tener conocimiento de si las dunas durarán para siempre, pero opina que se está trabajando en la dirección para garantizar su supervivencia. “En teoría, a muy largo plazo el sistema de dunas de las Maspalomas tiene una fecha de caducidad que no podemos saber cuál es”, incide.

"Predicar en el desierto"

Pone sobre la mesa que la vigilancia y la educación ambiental son fundamentales “porque si no es predicar en el desierto”. “La hoja de ruta con la que se está trabajando ahora está bastante bien, sobre todo porque va de la mano del conocimiento científico”, dice. Aún así, apunta, “todavía falta mucho por hacer para poder hacer frente a todo lo que hemos machacado en los últimos 30 años”.

El experto pone en valor la importancia de las dunas porque, cuenta, en Maspalomas hay un montón de ambientes y hábitats característicos e importantes como la charca, los tarajales, las dunas, la playa o el intermareal. Recuerda que el sistema supone una barrera natural que protege frente a la subida del nivel del mar o la erosión costera.

Plantación de balancones

Marta Martínez —que es la bióloga responsable del proyecto— comenta que Masdunas está sirviendo como referencia para otros territorios como la isla de Sal, en Cabo Verde, y de otras islas del archipiélago canario, como Lanzarote, “que han venido a conocer de primera mano cómo se ha desarrollado este proyecto”. 

Dentro de la estrategia se ha llevado a cabo la plantación de balancones (Traganum moquinii), una especie clave en la formación y fijación de la duna costera, y se han instalado captadores de arena que ayudan a acumular sedimentos y regenerar la morfología dunar.

"Evolución favorable"

Explica que “la evolución ha sido muy favorable, y gracias a esta intervención, hoy el sistema dunar no solo sobrevive, sino que está en proceso de recuperación activa”. “Aunque los resultados obtenidos hasta ahora son muy positivos, aún no podemos dar por concluido el trabajo. Este tipo de ecosistemas requieren una gestión continua y adaptativa”, asevera.

“Otro aspecto clave será valorar el aporte de arena una vez que la duna costera esté totalmente recuperada. Solo en ese momento se podrá analizar con precisión el comportamiento natural del sistema y si es necesario seguir interviniendo para favorecer el equilibrio entre erosión y acumulación de sedimentos”, cuenta.

“En resumen, se ha avanzado mucho, pero aún queda camino por recorrer para asegurar una conservación duradera del sistema dunar de Maspalomas. El reto está en compatibilizar la actividad turística con la conservación, y eso solo es posible si todos colaboramos. Si cuidamos las dunas hoy, podrán seguir siendo un símbolo natural de Gran Canaria para las generaciones futuras”, concluye.