Gran Canaria tendrá que esperar a las elecciones de la RFEF para saber si es sede del Mundial 2030

La gestora que administra la Federación no puede, tras la suspensión —y posterior dimisión— de Rubiales, adoptar medidas extraordinarias como la elección de estadios para la Copa del Mundo

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El Estadio de Gran Canaria aspira a ser una de las sedes del Mundial 2030. / UD LAS PALMAS
El Estadio de Gran Canaria aspira a ser una de las sedes del Mundial 2030. / UD LAS PALMAS

La designación de las sedes españolas para la Copa Mundial de Fútbol de 2030, carrera en la que figura Gran Canaria junto a otros 14 emplazamientos, va para largo. O —al menos— no será una decisión que se tome de manera inminente, tal y como se deslizó hace unas semanas —en algunos medios y ciudades incluso se señaló diciembre como mes decisivo—. La suspensión de Luis Rubiales como presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), tras un dictamen ordenado por la FIFA, ha dado paso a una gestora que administra el organismo nacional y que, a priori, no puede tomar decisiones extraordinarias como elegir la decena de estadios que acogerán partidos del torneo junto a los de Portugal, Marruecos, Uruguay, Argentina y Paraguay. Esa responsabilidad, por una cuestión estatutaria, corresponderá al presidente que salga elegido en las elecciones que la RFEF debe celebrar durante el primer semestre de 2024.

El escenario, después de que la FIFA adelantara en octubre su decisión al elegir a los países anfitriones del Mundial 2030, ha generado un debate interno dentro de la RFEF. El equipo que preside Pedro Rocha, dirigente designado por la propia asamblea federativa para comandar una gestora que cubriera el hueco dejado por Rubiales, ha amagado con seleccionar los estadios españoles que acogerán partidos del torneo. Esa intención se ha encontrado con la oposición de la asesoría jurífica de la propia Federación, área que ha subrayado en varias ocasiones que la labor de la gestora es asumir —como mucho— resoluciones ordinarias —como pago de nóminas o proveedores— y no tomar determinaciones extraordinarias.

Movimientos limitados

La función de la gestora de la RFEF, como en el resto de federaciones nacionales, debe ser garantizar la convocatoria de unas elecciones que designen al nuevo presidente del organismo. Sin embargo, en este caso concreto, el propio Gobierno de España ha dado más margen a Pedro Rocha con el objetivo de pacificar el fútbol español después de todo lo acontecido en el caso Rubiales. En ese periodo de gracia, la Federación de Fútbol ha tomado decisiones extraordinarias como el despido de empleados o la aprobación de presupuestos que podrían ser revocadas por la jusitica ordinaria.

En este contexto, ciudades como Gijón, Valencia o Zaragoza han ganado tiempo para rediseñar su propuesta —la reforma de El Molinón ha variado respecto al proyecto inicial (ahora más modesta) y la candidatura asturian empieza a reunir el apoyo de todo el Principado, mientras que en las capitales de la Comunidad Valenciana y Aragón empieza a sobrevenir un consenso político que hace unos meses no se daba—. En Gran Canaria, frente a todos estos condicionantes, se mantiene la misma hoja de ruta y se subraya la fortaleza de una candidatura que cumple con más del 90 % de los primeros requsitos establecidos por la FIFA para ser sede de un Mundial de fútbol —aeropuerto internacional, planta hotelera, campos de entrenamiento, seguridad, oferta sanitaria, etc—.

Cambio en el CSD

Otra de las particularidades de la industria del deporrte española que ha variado en las últimas semanas —y que puede tener incidencia en este asunto— ha sido ele relevo de Víctor Francos como presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD). El dirigente socialista, en una entrevista a La Voz de Galicia, llegó a asegurar que la designación de las sedes españolas para la Copa Mundial de Fútbol 2030 se aplicaría en base a un reparto geográfico —sin tener en cuenta los requisitos establecidos por la FIFA— que incluía a estadios como Riazor, La Rosaleda, La Romareda o Mestalla y dejaba fuera al de Gran Canaria. Su puesto ahora lo ocupa José Manuel Rodríguez Uribes, exministro de Cultura con Pedro Sánchez.

Además del Estadio de Gran Canaria, también se postulan como candidaturas para acoger partidos del Mundial 2030 otros 14 estadios, de los que los cinco figuran como fijos dentro del torneo: Bernabéu (Madrid), Camp Nou (Barcelona), San Mamés (Bilbao), La Cartuja (Sevilla), Metropolitano (Madrid), Balaídos (Vigo), Riazor (A Coruña), El Molinón (Gijón), Reale Arena (San Sebastián), Stage Front Stadium del Espanyol (Barcelona), Mestalla (Valencia), La Romareda (Zaragoza), Nueva Condomina (Murcia) y La Rosaleda (Málaga).

Otros países

Entre los otros países albergarán el torneo, Portugal presenta dos sedes en Lisboa, Da Luz y José Alvalade, y una en Oporto, Do Dragao, mientras que Marruecos propine seisAgadirMarrakechRabatTángerFez Casablanca, donde el presidente de la Real Federación Marroquí de Fútbol (FRMF), Fouzi Lekjaa, ya ha dejado caer que aspira a que se juegue la final. Además, Uruguay, Argentina y Paraguay acogerán el primer partido de su propia selección.

En 1982, año en el que España organizó otra Copa del Mundo de Fútbol, el torneo se desarrolló en 17 estadios repartidos en 14 ciudades: Madrid —Bernabéu y Calderón—, Barcelona —Camp Nou y Sarriá—, Sevilla —Villamarín y Pizjuán—, Alicante, Bilbao, Elche, Gijón, A Coruña, Málaga, Oviedo, Valencia, Valladolid, Vigo y Zaragoza. Ningún otro Mundial ha presentado tantos campos como aquel —que tuvo como mascota a Naranjito y que ganó la Italia de Dino Zoff y Paolo Rossi—.