La muerte de "toneladas" de lubinas en la costa de Telde no se debe a una infección o parásito, sino a un agente externo que ha abrasado las branquias de los peces, posiblemente debido a un vertido de origen químico que contaminó las zonas de crianza, tanto en las jaulas marinas de Aquanaria, como en las instalaciones en tierra de ECOAQUA, un instituto de acuicultura vinculado a la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC).
La empresa privada, que está especializada en acuicultura gourmet, tiene sus instalaciones en Melenara, y ECOAQUA en el puerto contiguo de Taliarte. Las fuentes consultadas explican que el instituto coge el agua de la misma zona para sus trabajos en tierra con las lubinas. De ahí que coincidan las afecciones de los peces, descartando los científicos infecciones o parásitos causantes de las muertes.
Se trata de lesiones a nivel branquial que han condicionado la capacidad respiratoria, limitando e impidiendo el intercambio de oxígeno desde el agua al organismo de los animales, ha explicado la ULPGC en un comunicado, que perdió 500 peces en sus tanques de cría.
Investigación
Un vertido externo, por tanto, es la principal hipótesis con la que trabaja la Fiscalía de Las Palmas, cuya delegación de Medio Ambiente y Urbanismo ha abierto diligencias de investigación para averiguar el origen, la causa y la autoría de la mortal contaminación.

El ministerio público apela al artículo 325 del Código Penal, que recoge los delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente, castigando conductas que dañan gravemente el equilibrio de los sistemas naturales, entre ellas las emisiones contaminantes y los vertidos ilegales.
Eso, en síntesis, es lo que viene pasando desde el pasado mes de octubre, con el agravante de que la contaminación ha llegado ya hasta Mogán. Esto ha provocado el cierre de playas en seis municipios desde hace una semana, además de la activación por contaminación marina del plan regional de emergencias.
Periciales
La propia empresa afectada, ante la inacción del Ayuntamiento de Telde, denunció los hechos en Fiscalía, que abrió diligencias de investigación a mitad de octubre.
El ministerio público está a la espera de las periciales encargadas al Seprona para determinar el origen del vertido, al tiempo que ha pedido a los ayuntamientos informes sobre los daños causados en el litoral.
El principal perjuicio público está en las playas, al menos a priori, pues la corriente ha llevado hasta la costa los restos biológicos del pescado en descomposición, generando una masa maloliente de bolitas de grasa por la que se desaconseja el baño.
Los resultados de las analíticas del Seprona, por tanto, serán claves para encarrilar el caso, que es grave y tiene visos de acabar en el juzgado.
Pérdidas millonarias
Aquanaria, de hecho, señala en su denuncia al Ayuntamiento de Telde por un vertido con "consecuencias devastadoras" para su negocio en Melenara.
La compañía estima que las pérdidas directas acumuladas por la mortalidad de peces en talla comercial superan 15 millones de euros.
Origen
El incidente se produjo supuestamente a través del emisario submarino n.º 222, que es de titularidad municipal. Ocurrió el 3 de octubre de 2025 , cuando un pescador local alertó al personal de la empresa sobre la presencia de un "vertido extraño y de apariencia química" en aguas cercanas al emisario.
El pescador advirtió que las jaulas de cultivo podrían verse afectadas y, a partir de ese día, el personal técnico de la compañía detectó un cambio abrupto en el comportamiento de los peces y en las condiciones del agua, recoge un comunicado hecho público tras la denuncia.
En los días siguientes se constató una mortalidad anómala y progresiva, confirmando el carácter extraordinario y exógeno del episodio. Los daños han afectado a dos de sus concesiones acuícolas.
Inacción institucional
Desde el primer momento, la empresa asegura haber actuado con total transparencia y responsabilidad, informando de manera inmediata a todas las autoridades con competencia ambiental y sanitaria.
Aseguran que el 9 de octubre se presentó el primer escrito oficial ante el Ayuntamiento de Telde solicitando la adopción urgente de medidas de inspección y prevención. Posteriormente se reiteraron dichas comunicaciones 15 veces, sin que se haya recibido contestación ni se haya adoptado actuación técnica o política visible por parte de la corporación municipal, añade la nota de prensa.
También se mantuvieron contactos telefónicos con el técnico de playas, la concejal y el primer teniente de alcalde responsable, sin que ningún representante municipal visitase las instalaciones afectadas hasta la fecha.
Ante la falta de respuesta, la empresa ha asumido íntegramente la gestión medioambiental y sanitaria de la emergencia, movilizando todos sus recursos para contener los daños, además de interponer la denuncia en la Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo de Las Palmas, con el fin de "esclarecer los hechos y exigir responsabilidades".
Víctimas
La empresa, a día de hoy, sigue limpiando sus jaulas de peces muertos, pero se remite al comunicado inicial y rechaza hacer declaraciones para no entorpecer la investigación.
Eso sí, reiteran que es la principal víctima del vertido y no su causante, recalcando que la cercanía de zonas de baño, la potabilizadora municipal y áreas de pesca artesanal hicieron imprescindible la comunicación urgente con las autoridades. De ahí su "profundo malestar y decepción ante la pasividad del Ayuntamiento de Telde".
El gobierno local ha respondido con otro comunicado en el que niega anomalías en los controles realizados al emisario y al agua. De ahí la importancia de las periciales de la Guardia Civil.