La apertura del cuarto carril provisional en la GC-1, entre El Cortijo y La Estrella, ha generado reacciones diversas entre ciudadanía, técnicos y colectivos afectados. Desde el ámbito empresarial del transporte, la medida se valora como un paso positivo, pero claramente insuficiente. Así lo expresa Agustín Espino, presidente de la Federación de Empresarios del Transporte de Canarias (FET).
“Eso va a resolver el problema en su conjunto, no. Va a parchear, sí. Mientras se toman decisiones más cuantiosas, eso nos va a ayudar y mucho, por supuesto que sí”.
La solución, aplicada sobre el carril bus y parte del acceso a La Pardilla, busca aliviar los colapsos diarios que se producen a la salida de Las Palmas de Gran Canaria, especialmente en las horas punta. Según Espino, cualquier medida que reduzca la saturación es bienvenida, siempre que no se confunda con una estrategia definitiva.
Esfuerzo institucional
Más allá de la eficacia técnica, Espino valora que por fin haya movimiento por parte de las instituciones. “Nosotros estamos encantados de que la administración en su conjunto se haya sentado para buscar soluciones. Hasta ese momento, cualquier cosa generaba una coladilla tremenda”.
Asegura que ha mejorado la coordinación entre el Cabildo de Gran Canaria, el Gobierno de Canarias y los cuerpos de seguridad, especialmente en la gestión de incidentes en la vía. En este sentido, destaca el papel de la Guardia Civil de Tráfico.
“Muchas veces las colas se generan simplemente por el efecto mirada. Eso ahora está bastante bien coordinado y está funcionando”.
Aún sin convocatoria formal
Aunque el Cabildo anunció la creación de una mesa técnica con participación de la FET y la Universidad de Las Palmas, Espino aclara que todavía no han sido convocados oficialmente. Pese a ello, se muestra optimista.
“Todavía no hemos sido convocados. El Cabildo desde siempre tiene nuestro teléfono. Nosotros simplemente queremos aportar ideas, porque somos los que sufrimos cada día en la carretera, y vemos cosas momentáneas que la administración no siempre detecta”.
Recuerda que en una reunión celebrada hace algo más de un mes con el presidente insular, Antonio Morales, ya trasladaron algunas de las necesidades más urgentes del sector. “La administración no tiene por qué conocer todos los horrores que ocurren en la carretera, porque son puntuales. Nosotros sí los vemos, porque estamos ahí todos los días”.
Escuchar al terreno
A pesar de no haber participado aún en las reuniones técnicas posteriores, Espino considera que el sector ha sido tenido en cuenta durante el proceso. “Sí, por supuesto. Hemos sido escuchados”, afirma. “Lo valoro positivamente porque se actuó bastante rápido tras la reunión que mantuvimos con el presidente del Cabildo”.
Desde su punto de vista, ese primer paso fue clave para activar una respuesta institucional que llevaba tiempo esperando. De hecho, remarca que en menos de una semana tras aquella conversación, el Cabildo se reunió con la Guardia Civil, el Gobierno de Canarias y otros actores implicados para analizar medidas urgentes.
Soluciones duraderas
La Federación celebra que se estén ejecutando acciones concretas para reducir los atascos, pero insiste en que no se puede caer en la autocomplacencia. “Esto es un parche que ayuda, pero hacen falta decisiones de más alcance”, sostiene Espino.
Reclama que se mantenga el impulso político y técnico para plantear actuaciones con visión a largo plazo, que garanticen una circulación más fluida y segura no solo para el transporte de mercancías, sino para el conjunto de los usuarios de la GC-1.
También insiste en la necesidad de que el sector esté representado de forma activa y directa en la toma de decisiones: “Escuchar a quienes estamos sobre el terreno ayuda a resolver muchos problemas”, concluye.
