La recogida de animales abandonados en Gran Canaria, en jaque con los albergues a rebosar

El cupo de los refugios municipales y del insular está al máximo, por lo que no están pudiendo acoger a los perros y gatos que se encuentran, una situación que va empeorando, según denuncian desde la organización Leales.org

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Un perro en un albergue / EFE - A. GONZÁLEZ
Un perro en un albergue / EFE - A. GONZÁLEZ

Lo primero que se puede pensar al ver un perro solo por la calle es acudir en su ayuda y dar aviso a los servicios de acogida de animales del municipio en el que se encuentre para que se lo lleven al albergue y comience la búsqueda de una persona o familia responsable que lo incluya en su vida. Algo que en principio parece fácil, una llamada que puede cambiar la vida del animal y acabar, con toda la esperanza, en final feliz, es más complicado de lo que se puede llegar a creer

Encontrarse un perro y no querer dejarlo en la calle puede ser en realidad el comienzo de una serie de llamadas a los servicios competentes de la acogida de animales al recibir un no tras otro por tener el cupo de animales acogidos lleno y no poder incluir un perro más. Así lo denuncia la organización Leales.org Red Canaria de Animales Sin Hogar en su página web y redes sociales después de que una persona acudiera a la organización desesperada por no encontrar un sitio que acogiera a una perra que se había encontrado abandonada. 

No recogen a los animales

Tras llamar a la Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria y al servicio de recogidas de animales, las respuestas fueron todas negativas. La atención a animales abandonados se complica por el espacio en los refugios y más en un fin de semana, algo que, según Leales.org es el pan de cada día en los municipios de la Isla y que continúa sin mejorarse por parte de las instituciones, tanto ayuntamientos como Cabildo. 

La organización considera de lo más relevante atender al abandono animal y la presencia de estos en las calles, pues supone un problema en diferentes áreas como la seguridad ciudadana, salud pública, medio ambiente, tráfico y seguridad vial, convivencia, entre otros. 

Publicación de Leales.org con las fotos e información de una perra encontrada en Gran Canaria que tuvo dificultades para ser recogida por un albergue
Publicación de Leales.org con las fotos e información de una perra encontrada en Gran Canaria que tuvo dificultades para ser recogida por un albergue

El albergue siempre está lleno

Bañaderos es el albergue insular de Gran Canaria y aunque puede que sea el primer sitio que se viene a la cabeza al que acudir en el rescate de un animal, el proceso burocrático es diferente. El servicio de recogida depende de cada ayuntamiento, expone Cira Roiz, encargada de las instalaciones. Cada municipio es “responsable de recoger los animales que estén en la calle en situación de vulnerabilidad y llevarlos a sus centros”, para luego proceder a enviarle la solicitud de traslado a Bañaderos e irlos ingresando ahí “según vamos teniendo cupo”. 

Todo depende, entonces, del cupo del refugio, que “siempre” está en su máximo, atestigua la encargada, lo que dificulta la acogida al no contar con el espacio necesario para la demanda de animales que necesitan ser atendidos. 

“Cuando queda un hueco, se aprueba una solicitud de los ayuntamientos”; no obstante, aquí influye el tamaño del perro. En el caso de los animales de menor tamaño, “como un Yorkshire o un ratonero”, las adopciones son “más fáciles y rápidas”, señala Roiz, a diferencia de un perro más grande o considera potencialmente peligroso, como “Stanford, Pitbull, presas canarios, etc.”, a los que se les dificulta la adopción, hasta el punto de que “hay animales que llevan viviendo años” en el albergue. La lista de espera para entrar a Bañaderos para esta clase de perros es mayor.

Leales.org enuncia que antes del 2023, Bañaderos “recogía a todos los animales y sacrificaba uno cada 17 horas, con la nueva Ley, al no poder matarlos han limitado su entrada”, lo que para la entidad explica también que haya una saturación, pues el espacio es el mismo y el número de animales mayor. 

Sin espacio para más perros

Esta situación no solo la vive el propio albergue insular, sino los centros municipales “también están todos llenos y los ayuntamientos ya ni recogen” - indica - e incluso, “ellos mismos están gestionando las adopciones”. 

Esto ha conducido a que la mayoría de las llamadas que reciben en Bañaderos sean porque las corporaciones municipales no atienden recogidas por no tener capacidad de respuesta a todas las solicitudes de la ciudadanía. 

Necesidad de mejora

La encargada apunta que es necesario que los ayuntamientos se conciencien del bienestar animal y se impliquen invirtiendo dinero para crear y fomentar centros de protección animal en condiciones. “Las administraciones tienen que poner el ojo ahí, La buena voluntad no es suficiente”, manifiesta. 

Desde el área de Medio ambiente del Cabildo de Gran Canaria exponen que el componente directo del bienestar animal corresponde a las corporaciones locales. A pesar de ello, la entidad insular señala que ha trabajado conjuntamente con los municipios en este ámbito y ejecutado subvenciones con el Colegio Oficial de Veterinarios de Las Palmas para fomentar, entre otros, la gestión de colonias felinas. Asimismo, destaca que “se prevén obras de mejoras de las instalaciones del albergue para finales de 2024 o el próximo año”.

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