Agentes del SEPRONA durante la inspección. /Cedida
Agentes del SEPRONA durante la inspección. /Cedida

El SEPRONA investiga a una persona por maltrato animal en Gran Canaria

Los animales que presentaban una delgadez extrema se encontraban en un anexo a una vivienda, en estado de salud lamentable, llenos de pulgas, garrapatas y presentando heridas

Atlantico Hoy

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El SEPRONA investigó a una persona por un delito contra los animales y otro contra la flora y la fauna, por tener numerosos perros viviendo en condiciones deplorables: amarrados constantemente, rodeados de basura, sin refugio adecuado y en evidente estado de abandono o enfermedad.

El pasado 3 de junio, una patrulla del SEPRONA se trasladó a una finca en Los Rosales, Firgas, en Gran Canaria, tras recibir quejas sobre el mal estado de unos perros. Al llegar, los agentes encontraron a dos hombres, uno de ellos dueño de los animales.

En el momento de acceder a terreno, llamó la atención de los agentes el estado de delgadez muy severa (caquexia) de uno de los canes, que se encontraba amarrado a un bidón de fibrocemento, con una cadena de entre 80 centímetros y 1 metro, "longitud que impide que el animal se pueda retirar lo suficiente de su habitáculo de descanso para poder hacer sus necesidades, por lo que se ve obligado a convivir con sus defecaciones hasta que el propietario proceda a su limpieza", dice el SEPRONA en un comunicado. "El perro presentaba varias heridas por todo el cuerpo, destacando las orejas, las cuales tenía muy dañadas con heridas profundas", añaden.

Jaula pequeña

Además, al lado de dicho can se encontraba una jaula de pequeño tamaño, la cual no era para perros, de escasamente 20 centímetros de alto, 40 centímetros de ancho y 60 centímetros de largo, en cuyo interior se encontraban, dos canes, de raza mestiza, de dos meses aproximadamente, dichos perros no podían ni moverse en el interior de la jaula.

En esa primera inspección, los recipientes que se encontraban en la perrera tenían poca de agua y no tenían comida. "En ese momento se procede a sacar a dichos animales de la jaula, corriendo los mismos hacia un recipiente con agua. Por ello, y tras la certificación de un veterinario manifestando que peligraba la vida de dichos canes en el caso de persistir la situación actual, se hizo entrega de los animales en el Centro de Recuperación de Fauna del Cabildo de Gran Canaria, para su identificación, estudio y valoración de estado, informando que se elaboraría informe correspondiente al respecto", informan.

Todos estos hechos provocan "una temeridad absoluta y total abandono de los animales pudiendo haber provocado la muerte irremediable de todos los animales que allí convivían", que quedaron a disposición de la Autoridad Judicial.

Aves protegidas

Además, los agentes econtraron un “falsete”, una trampa artesanal para atrapar aves vivas, con un Canario del Monte (Serinus canaria) como reclamo, además de otro Canario del monte en una jaula, que, según confirmó el propietario, había sido otra captura.

Esta ave (Serinus canaria) está protegida tanto por la legislación nacional como por el Gobierno de Canarias, por lo que se retiraron tanto las aves como los medios para capturarlos, y se entregaron al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre para su valoración.