Vecinos de Melenara y Salinetas han insistido este sábado, en una nueva protesta a la que se ha incorporado Greenpeace, en que las jaulas de acuicultura que operan frente al litoral del municipio grancanario de Telde son las causantes de los perjuicios que sufren desde 1998.
Así lo ha manifestado a EFE el presidente de la Asociación de Vecinos Melenara-Clavellinas-Salinetas (Meclasa), Leonardo Hernández, con motivo de la cadena humana que ha promovido en esta jornada la Plataforma por un litoral limpio, en la que han participado unas doscientas personas ataviadas con camisetas negras.
Contaminación
La Dirección General de Salud Pública del Gobierno canario confirmó el 19 de diciembre que las aguas de las cinco playas de Telde -Tufia, Melenara, Salinetas, Aguadulce y Ojos de Garza, reunían las condiciones sanitarias aptas para el baño, por lo que reabrieron tras permanecer cerradas durante semanas.
La prohibición de uso de estas playas se decretó por un episodio de contaminación marina que comenzó en octubre y causó la muerte de más de 2.500 toneladas de lubinas de los viveros de la empresa Aquanaria, que registró, por ello, pérdidas de más de 30 millones de euros, según explicaron a EFE sus responsables el 18 de diciembre.

Negligencia
Aunque no se ha hecho público documento alguno que explique la causa de este último vertido, los promotores de esta protesta creen que la actuación de la Consejería regional de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía Alimentaria ha sido negligente en esta crisis y también en el control exhaustivo de la actividad que desarrolla desde 1987 esta empresa en el litoral de Telde, al este de Gran Canaria.
Por ello, este sábado han pedido la dimisión de su titular, Narvay Quintero, y la del director general de Pesca, Esteban Reyes, a quienes responsabilizan de no supervisar directamente que esta empresa cumple todos los requisitos derivados de las numerosas licencias, más de 25 según sus responsables, con las que opera, limitándose exclusivamente a otorgar "sellos de garantía" a los informes que la sociedad presenta a la Administración.
Suciedad
La plataforma ciudadana asegura que desde 1998 los vecinos y negocios del litoral de Telde sufren suciedad y malos olores de vertidos procedentes de estas jaulas de acuicultura, que, a su juicio, "están demasiado cerca de la costa", por lo que han reiterado este sábado su petición de que se cierren.
En representación de los vecinos del lugar, Leonardo Hernández ha recordado que el Ayuntamiento de Telde aprobó en el año 2000 "una reprobación a estas jaulas en las que se instaba al Gobierno canario a su retirada", algo que no ha ocurrido.
Grave
Aunque ha manifestado que el Consistorio teldense ha ido siempre "de la mano" de las demandas de los vecinos respecto a este asunto, el portavoz ha considerado que en este último episodio grave de contaminación marina, que investigan la Fiscalía de Medioambiente y el Seprona de la Guardia Civil, "ha tardado en reaccionar".
Meclasa asegura que el impacto del reciente vertido no sólo "ha coartado la libertad" de los vecinos a la hora de poder disfrutar de la costa de Telde, sino que ha generado grandes pérdidas económicas a los diferentes negocios de restauración de la zona y a la cooperativa de pescadores, además de problemas de salud (herpes, eccemas, vómitos) a quienes estuvieron en contacto con la arena o el mar antes del cierre de las playas.