Tramo de la LP2, entre San Simón y Tajuya. /Gobierno de Canarias
Tramo de la LP2, entre San Simón y Tajuya. /Gobierno de Canarias

Comienzan las obras para recuperar el tramo de la LP-2 sepultado por la erupción del Tajogaite

El proyecto contempla un nuevo trazado de aproximadamente 2,3 kilómetros sobre las coladas volcánicas, con soluciones técnicas destinadas a garantizar la seguridad, la durabilidad y la integración de la infraestructura

La Consejería de Obras Públicas, Vivienda y Movilidad del Gobierno de Canarias ha iniciado las obras para recuperar la continuidad de la carretera LP-2 entre San Simón y Tajuya, en la isla de La Palma, un tramo que quedó sepultado por la lava tras la erupción del volcán Tajogaite en 2021.

La actuación ha sido posible tras la aprobación en Consejo de Gobierno del proyecto Complementario nº 1, que desbloquea definitivamente esta infraestructura clave, según informa la Consejería de Obras Públicas en una nota.

2,3 kilómetros cubiertos por la lava

En ese comunicado, el consejero Pablo Rodríguez señala que, “tras mucho trabajo y mucho esfuerzo”, se ha conseguido desbloquear el proyecto de la LP-2, en concreto los 2,3 kilómetros que quedaron cubiertos por la lava.

El proyecto complementario contempla un nuevo trazado de aproximadamente 2,3 kilómetros sobre las coladas volcánicas, con soluciones técnicas destinadas a garantizar la seguridad, la durabilidad y la integración de la infraestructura en un entorno de elevada complejidad geológica y ambiental.

Según la Consejería, el tramo contará con medidas específicas de protección frente a riesgos geológicos y climáticos, lo que permitirá asegurar la resistencia de la vía a largo plazo.

Vía de interés general

El departamento autonómico subraya que la actuación permitirá restablecer una vía de interés general clave para el desarrollo social y económico de La Palma, mejorar la conectividad del Valle de Aridane con Fuencaliente y garantizar una comunicación más segura y eficiente entre el norte y el sur de la isla.

Además, la obra contribuirá a reducir los tiempos de desplazamiento, mejorar el acceso a servicios básicos como los sanitarios y los principales nodos de transporte, y favorecer la fijación de población, tanto de residentes habituales como de personas desplazadas por la erupción volcánica.

Para la Consejería, esta intervención refleja también la coordinación entre administraciones públicas y la implicación de la comunidad en el proceso de recuperación tras la erupción.