Hacía ocho años que la Virgen de los Reyes no bajaba hasta Valverde, en El Hierro. La última vez fue en 2017, pues en 2021 la pandemia por la COVID-19 impidió la tradicional Bajada en la Isla del Meridiano.
Este sábado, tras esos ocho largos años, los herreños han podido bajar a su Virgen, pero el evento no ha estado exento de polémica. La tensión venía meses palpándose, pero en el último momento pareció disiparse. Los bailarines del pueblo de Sabinosa, los que recogen a la Virgen del Santuario de Nuestra Señora de los Reyes, habían anunciado a mediados de junio que este año no bailarían durante la Bajada, aunque un acuerdo in extremis con entre todos los grupos de bailarines promovido por el Cabildo de El Hierro les hizo cambiar de parecer, aún con quejas.
El Cabildo había propuesto que cada grupo pudiera participar en las rayas correspondientes a su pueblo con un total de seis parejas de bailarines, dos tambores y tres pitos, desde el Santuario de La Dehesa hasta la Iglesia de La Concepción en Valverde. El enfado inicial venía, tal y como explican los bailarines de Sabinosa a Atlántico Hoy, por la negativa de El Pinar a dejarles bajar la dehesa bailando juntos hasta la Cruz de los Reyes como tradicionalmente habían hecho.
Una entrega poco hortodoxa
Sabinosa al final bailó, pero al llegar a la raya donde se entrega la Virgen a El Pinar ocurrió algo que nadie recordaba haber visto antes. Lo común en las entregas de la Virgen es que los bailarines del pueblo que entrega entren en el territorio del receptor bailando y se sitúan en formación de cuña. Entonces, los receptores corren hacia esa cuña bailando y tocando. Durante unos minutos, ambos grupos tienen que coger el toque, esto es, tocar la misma canción al mismo tempo. Mientras no se cumpla este ritual, la Virgen no se entrega.
Pero este año no ha sido así. Al llegar a la raya este sábado, Sabinosa se giró y se arrodilló ante la Patrona, algo que se conoce como darle la venia. Los bailarines gaveteros no cruzaron la raya bailando y le entregaron la Virgen a sus homólogos piñeros. Un gesto que generó in situ algunos gritos y reproches, aunque también levantó aplausos. Lo habitual en celebraciones anteriores era que la venia se diese conjuntamente en la Cruz de los Reyes.
Indignación en El Hierro
Estos días post Bajada, el gesto de los gaveteros ha sido la comidilla en El Hierro. Muchos vecinos piñeros han expresado su indignación en redes sociales por la heterodoxa entrega de la Virgen y por considerar una falta de respeto que los bailarines le dieran la espalda a sus homólogos antes de entregarles a la Patrona.
Aunque entre ambas asociaciones de bailarines hay cordialidad, el gesto encierra una crispación que viene años fraguándose. "Para nosotros no ha sido ningún tipo de ofensa, ellos se arrodillaron para hacer su despedida y, una vez que pasaron la Virgen, se levantaron para entregárnosla. No hubo ningún tipo de polémica. Habría gente a la que no le gustara, pero nosotros, en su parte de la raya, respetamos lo que han querido hacer", explica a Atlántico Hoy Aday Padrón, presidente de la agrupación de bailarines de El Pinar, que añade: "Hay gente para todo", en referencia a quienes han insultado en redes sociales a los bailarines de Sabinosa.
Una relación rota
Sin embargo, Padrón sí subraya que la relación entre Sabinosa y El Pinar es "como una relación de pareja" rota, fruto de la falta de compromiso. Hace una semana, la agrupación a la que representa emitió un comunicado oficial en el que recordaba los históricos vínculos entre ambos pueblos que ahora ambos consideran rotos: "Durante generaciones, Sabinosa y El Pinar caminaron juntos, unidos por la devoción a nuestra Virgen de Los Reyes, por la música, la danza y la palabra dada que pasaba de mayores a jóvenes como un legado precioso de nuestros antepasados. Esta hermandad no nació de un simple acuerdo ritual: se forjó hace muchas décadas, cuando ambas comunidades compartían la vida con sus familias y sus ganados en La Dehesa. De aquella convivencia nacieron lazos profundos, se formaron matrimonios, surgieron nuevas familias y se fortaleció un espíritu común que dio sentido a compartir el camino, la raya y la promesa cada cuatro años".
Continuaba el comunicado: "Sin embargo, la historia no se detiene y a veces trae decisiones y actitudes que cambian lo que parecía firme para siempre. Lo que hoy comunicamos no es una ruptura repentina, ni una reacción precipitada a un hecho aislado. La realidad es que el distanciamiento se fue gestando desde hace más de una década. Fue en la Fiesta de Los Reyes de 2013 cuando se empezaron a abrir grietas: donde antes bailábamos juntos de forma natural, Sabinosa comenzó a invitar a otros grupos para acompañar su tramo en La Dehesa. Lo que en su origen era una colaboración puntual se convirtió en un gesto claro de desvinculación".
Divorcio express
Sabinosa coincide con la ruptura, aunque lo entiende de manera diferente. "Esto ha sido como un divorcio express", explica a Atlántico Hoy Benjamín, guío de la agrupación gavetera que narra un distanciamiento entre dos pueblos tradicionalmente hermanados. Los de Sabinosa no entienden por qué El Pinar ya no les deja bajar la Dehesa bailando con ellos, algo que consideran "una línea roja".
"Ha sido la primera vez en la historia que no nos dejan llegar a la Cruz de los Reyes", denuncia el guío gavetero, y explica que la raya entre ambos pueblos está en medio del monte, en un sitio en el que se complica el avituallamiento. "Si nos hacen bajar la Dehesa caminando, los bailarines no llevamos agua ni logística. Esto no se tomó en cuenta, a pesar de que se lo dijimos a la comisión organizadora. Ha fallado el tiempo de organización", lamenta Benjamín, que asegura que tras ocho años de tensiones no puede ser que las soluciones se busquen unas semanas antes.
Evitar llegar a las manos
En un ambiente crispado, la agrupación de Sabinosa consideró más conveniente hacer la entrega bailando hasta la raya y una venia de despedida, en lugar de entrar en El Pinar a coger el toque, puesto que una entrega más ortodoxa podría haber desencadenado roces e incluso haber llegado a las manos, tal y como temían los gaveteros. "No fue con mala intención, se tuvo que improvisar la entrega", asegura Benjamín.
"Afortunadamente, no pasó nada. Ese era el objetivo", explica el guío a este medio. Y no es una exageración, pues hay precedentes de bajadas en las que los asistentes de distintos pueblos se han peleado físicamente.
Peleas previas en la Bajada
En 2005, por ejemplo, hubo episodios de tensión cuando los bailarines del Golfo se negaron a recoger la Virgen en la raya del Cepón, alegando que el recorrido debía ser más extenso para su grupo debido a su mayor población, provocando un enfrentamiento con el grupo de El Pinar, que se adelantó para continuar el baile, provocando carreras y algunos empujones entre los asistentes.
En 2009, cuando la Virgen ya había partido de Valverde hacia Sabinosa, un grupo de vecinos del municipio de La Frontera bloqueó el paso de la comitiva en el punto de Los Roquillos. Los manifestantes protestaban por el recorrido inicial del trayecto, que consideraban injusto, y levantaron una barrera humana que impidió el avance de la Virgen. La tensión obligó a que, por primera vez desde que se celebra esta tradición cuatrienal, la imagen tuviera que regresar escoltada a Valverde, rompiendo el protocolo.
El incidente derivó en un proceso judicial con diez personas acusadas de desórdenes públicos, atentado y resistencia a la autoridad. La Fundación Virgen de los Reyes actuó como acusación particular y el juicio fue programado para diciembre de ese mismo año en el Juzgado de lo Penal de Santa Cruz de La Palma.
Las recientes incidentes de 2017
Dos bajadas después, en 2017 (la última antes de esta edición de 2025), se registraron dos incidentes. El primero tuvo lugar durante la Venia General en la Cruz de los Reyes cuando miembros del grupo de El Pinar interrumpieron el acto principal e impidieron que se celebrase como estaba previsto el baile y la venia general de los bailarines de todos los grupos ante la patrona. En consecuencia, a varios de sus responsables —el pito, guío y tambor principal— se les prohibió participar en la Fiesta Real.
Por otro lado, el grupo de Valverde protagonizó un segundo incidente al desviarse del trayecto oficial, bloqueando el ingreso de otros bailarines al templo y generando una situación que la organización calificó de “actos contrarios a las exigencias del Voto”. Incluso la Guardia Civil tuvo que intervenir para reencaminarles a la calzada, retrasando la llegada de la Virgen. Como consecuencia, a todo el grupo de Valverde se le excluyó también de participar en la Fiesta Real del 9 de julio, según la Comisión Mixta.
Con este historial, llegamos a la Bajada de 2025, en la que la tensión se ha palpado entre Sabinosa y El Pinar pero no ha ido a mayores, de momento.