La nueva medalla de las Fiestas Lustrales 2025 de La Palma ha sido diseñada por el joyero Pedro Ferreiro, triple ganador de premios internacionales de diseño. Limitada a 535 unidades, la pieza une tradición religiosa y lenguaje contemporáneo para rendir homenaje a la Virgen de las Nieves con sello palmero.

“La medalla es un orgullo. Lleva la silueta de la Virgen de las Nieves en esmalte azul, dos perlitas que representan al Niño y un escudo esmaltado del Ayuntamiento que, por primera vez, incorpora color”, explica. La pieza se presentó este martes y será vendida en la tienda oficial de la Bajada.

Tradición con sello propio

Ferreiro pertenece a la tercera generación de una saga familiar dedicada a la joyería. “Mi abuelo era joyero en Gran Canaria y mi padre reside en La Palma. Yo me formé en diseño desde muy joven y este año cumplo 30 años de actividad profesional”, cuenta. Su trayectoria combina la tradición familiar con una visión artística propia, fruto de su formación como gemólogo y especialista en diamantes por la Universidad de Barcelona.

Esa mezcla de raíces y renovación se refleja también en sus colecciones inspiradas en elementos icónicos de la isla: “He trabajado mucho con los enanos danzarines, la Virgen, las estrellas del firmamento... Siempre desde el deseo de hacer un producto asequible, con impacto visual y capaz de conectar tanto con gente mayor como joven”.

Inspiración en La Palma

Para Ferreiro, la isla es más que un lugar: es su cantera de formas, símbolos y emociones. “Aquí hay una fuente de inspiración brutal. La naturaleza, la cultura popular, la identidad... Todo eso está en mis piezas”, afirma. Las colecciones que ha desarrollado a lo largo del tiempo parten de referencias locales pero buscan actualizar su estética.

Su intención con la medalla conmemorativa ha sido precisamente esa: “hacer algo distinto a lo que se venía haciendo”. Una reinterpretación respetuosa de lo simbólico, pero adaptada a los lenguajes visuales actuales.

Un reto técnico

La elaboración de la medalla no ha estado exenta de desafíos. Con 70 mm de diámetro y 120 gramos de peso, la pieza requirió troqueles especiales y un complejo proceso de estampación. “Tuvimos varios fallidos. El reto era que el texto quedara centrado y que todos los esmaltes coincidieran en color y forma”, recuerda. Pese a ello, el resultado ha superado las expectativas.

La edición es tan limitada como significativa: 535 unidades que homenajean los 535 años de la fundación de Santa Cruz de La Palma. La número 1 y la 535 quedarán en manos del Ayuntamiento. El resto, disponibles para quienes quieran llevarse un recuerdo único.

Reconocido internacionalmente

Aunque rehúye de los grandes titulares, Pedro Ferreiro es el diseñador español más galardonado en el mundo de la joyería artística. En 1992, fue premiado en Tokio con el prestigioso De Beers Diamonds International Awards, considerado el “Oscar” de la joyería, siendo además el diseñador más joven en obtenerlo. En 2010, volvió a ser nominado para este certamen en París, donde fue seleccionado para la final.

En 2017, recibió el JMA International Jewelry Design Competition en Hong Kong. “Esos reconocimientos son un honor, porque concursan miles de profesionales de todo el mundo. Pero yo intento mantener los pies en la tierra y seguir trabajando”, afirma con humildad. Sus diseños han sido elegidos en múltiples ocasiones como regalos oficiales para la Casa Real, y forman parte de encargos institucionales en España y el extranjero.

Un joyero para el Rey

Además de esta medalla lustral, el taller de Pedro Ferreiro ha firmado otras piezas institucionales. Una de las más recientes fue la medalla de oro del Parlamento de Canarias, entregada al rey Felipe VI por su compromiso con el Archipiélago. “También hicimos el bastón de mando del rey Juan Carlos y el regalo de bodas de Felipe. No es que el rey me llame directamente —bromea—, pero son encargos oficiales que se nos han confiado desde hace años”.

Ferreiro y su equipo han trabajado para distintas administraciones, diseñando medallas, condecoraciones y símbolos institucionales. Un tipo de joyería menos visible, pero cargada de valor representativo.

Mirando al futuro

Durante años, Pedro compaginó su actividad con la docencia en la Escuela de Arte Manolo Blahnik, donde impartió el ciclo de joyería. Hoy, aunque ya no está en las aulas, sigue preocupado por el relevo generacional. “Quedan pocos artesanos en algunos oficios, aunque en otros hay un repunte. La artesanía está mejor valorada y es también un recurso turístico potente para las islas”.

Actualmente forma parte de iniciativas como La Palma es Moda, un colectivo que reúne a diseñadores, joyeros y creadores del mundo textil. Sus piezas se han exhibido recientemente en Madrid, y estarán presentes en la Fashion Week de La Palma, prevista para noviembre. “La visibilidad es clave. Hay que seguir empujando para que el producto canario se vea y se valore”.

Un recuerdo eterno

Pedro Ferreiro sigue trabajando “siempre creando”, como le gusta decir. La medalla de la Bajada 2025 es solo un paso más en una trayectoria que une memoria, identidad y belleza. Un objeto tangible que condensa el espíritu de La Palma y que aspira, como sus joyas, a perdurar en el tiempo.

“Una joya puede ser un recuerdo, una historia, una emoción... y eso es lo que intento transmitir siempre”, concluye.

La insignia estará a la venta a partir de la próxima semana en la Tienda de la Bajada de la Virgen, en la calle O’Daly.