Imagen de dos personas manteniendo una conversación / CANVA
Imagen de dos personas manteniendo una conversación / CANVA

El lenguaje único en el mundo que se habla en una isla de Canarias: "Un sistema poco convencional"

Más allá de las lenguaje reconocido institucionalmente, existen otras formas de comunicación profundamente arraigadas en comunidades pequeñas

Irene Cartaya

A veces, la forma en que nos comunicamos trasciende las palabras. En ciertas geografías, el entorno moldea los modos de expresión hasta dar lugar a lenguajes que parecen sacados de la ficción. Es el caso de un sistema ancestral que todavía resiste en un rincón montañoso del Atlántico, donde las palabras vuelan de un barranco a otro en forma de silbido.

En el marco legal español, el castellano ocupa el lugar central como lengua oficial del Estado. Sin embargo, la Constitución también reconoce y protege la diversidad lingüística como un patrimonio cultural valioso, permitiendo que distintas lenguas cooficiales convivan en regiones como Galicia, Cataluña, Euskadi o la Comunidad Valenciana.

Más allá de las cooficiales

Más allá de estas lenguas reconocidas institucionalmente, existen otras formas de comunicación profundamente arraigadas en comunidades pequeñas, que no aparecen en los titulares pero constituyen un legado vivo. Es el caso de un lenguaje que no se escribe ni se pronuncia, sino que se silba.

Originario de La Gomera, el silbo gomero es una manifestación única en el planeta. En 2009 fue inscrito por la UNESCO en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, y con razón: no hay ningún otro lenguaje como este.

Un sistema que se silba

El silbo gomero es un sistema de comunicación que sustituye el habla por silbidos, permitiendo a los hablantes reproducir frases completas a larga distancia. Este lenguaje no convencional es espontáneo, articulado y funcional, capaz de transmitir mensajes a más de cinco kilómetros, según detalla el Ministerio de Cultura de España.

Aunque su estructura parte del castellano, se ha desarrollado como un lenguaje propio y autónomo, con reglas precisas: dos silbidos sustituyen a las cinco vocales y otros cuatro a las consonantes, diferenciándose por su tono y por su continuidad o interrupción.

De origen prehispánico

El origen del silbo gomero se pierde en los ecos del pasado. Las investigaciones apuntan a que fue legado por los pobladores aborígenes, posiblemente de ascendencia norteafricana, que habitaban la isla antes de la conquista castellana. A lo largo de los siglos, este código sonoro fue transmitido oralmente de generación en generación.

Hoy en día, más de 22.000 personas comprenden esta lengua silbada, y desde 1999 su enseñanza está integrada en el currículo escolar de La Gomera, asegurando su preservación para las nuevas generaciones.

@maldirez un poquito de silbo gomero jiji #silbogomero #canarias🇮🇨 #paratii #lentejas ♬ sonido original - Alba

Comunicación en las alturas

Pero, ¿cómo se entiende una conversación en silbo gomero? Tal como explica la tiktoker Alba (@maldirez), natural de la isla, la clave está en establecer patrones previos. El emisor silba el mensaje, pero el receptor tiene que confirmar que ha comprendido, estableciendo así una dinámica que evita errores en la interpretación.

El entorno accidentado de la isla, lleno de barrancos y desniveles, facilitó históricamente el uso del silbo como medio eficaz de comunicación entre pastores, campesinos o vecinos distantes.

Patrimonio sonoro vivo

A diferencia de otros lenguajes minoritarios que han desaparecido, el silbo gomero ha logrado adaptarse al presente sin perder su esencia. Su enseñanza en escuelas, su estudio académico y su creciente presencia en redes sociales han convertido este sistema en un emblema identitario para los gomeros.

En un mundo saturado de tecnología, donde las palabras se digitalizan y se olvidan con rapidez, el silbo gomero resuena como una forma de resistencia. Un lenguaje que no necesita cables ni pantallas, solo el viento y la memoria de un pueblo.

Más que folclore

No se trata de un simple recuerdo exótico para turistas. El silbo gomero es una forma de vida, una prueba de cómo la necesidad puede dar lugar a formas sofisticadas y bellas de comunicación. Su valor no reside únicamente en lo curioso de su existencia, sino en su capacidad para conectar historia, paisaje y cultura en un solo gesto sonoro.

Quienes lo escuchan por primera vez suelen pensar que es solo un juego de sonidos. Pero en realidad, el silbo guarda la profundidad de una lengua viva, que se niega a ser olvidada.