Imagen de los fiordos / PEXELS
Imagen de los fiordos / PEXELS

No es un fiordo escandinavo: la cala escondida entre acantilados verticales que está en Canarias

Un rincón salvaje entre paredes de roca que se abre al mar como un secreto ancestral

luna moya

Al abrigo de abruptos acantilados y de una vegetación que se aferra a la piedra, existe una playa que no pertenece a los paisajes nórdicos, aunque bien podría parecer un fiordo noruego. Su acceso es difícil, su entorno, imponente, y su belleza, sobrecogedora.

En esta cala olvidada del bullicio, los días se suceden con el ritmo de las olas y el canto de las aves. Quien la alcanza, descubre una Canarias poco conocida, cruda y auténtica, donde la naturaleza dicta sus propias normas.

Calas recónditas de La Gomera

Entre los enclaves costeros más cautivadores de La Gomera, se encuentran las calas de Erese, La Cantera y La Negra, verdaderos tesoros escondidos en el litoral de Alajeró. La primera, Erese, es una cala rocosa aislada bajo un barranco, accesible únicamente por mar, lo que le confiere un carácter casi mitológico.

La Cantera, su vecina más accesible, ofrece una experiencia más serena, ideal para quienes buscan un retiro íntimo sin renunciar a la belleza volcánica del paisaje. La Negra, más cercana a la civilización, es perfecta para el submarinismo gracias a la riqueza de su fauna marina.

Imagen de la cala de Canarias / TURISMO LA GOMERA
Imagen de la cala de Canarias / TURISMO LA GOMERA

Playa de Santiago: corazón costero

Uno de los núcleos turísticos más relevantes de esta zona es Playa de Santiago, un pequeño pueblo costero repleto de comercios, restaurantes y una animada plaza central.

Con una playa de medio kilómetro, es una de las más concurridas de la isla, ideal para escapadas rápidas y prácticas acuáticas como el kayak, la vela o el snorkel. Sus aguas cristalinas y su cercanía con el puerto pesquero la convierten en un punto clave para descubrir el sur de La Gomera.

Naturaleza y biodiversidad protegida

Los acantilados de Alajeró, declarados Sitio de Interés Científico, enmarcan esta costa agreste y son el refugio de numerosas especies amenazadas o endémicas. Entre ellas destaca el águila pescadora, que encuentra en estos riscos un hábitat ideal para anidar.

Aunque su acceso terrestre es complicado, quienes llegan por mar pueden contemplar su grandeza en toda su dimensión, con paredes rocosas que parecen fundirse con el océano.

Un destino con buena conexión

Muy cerca se encuentra el Aeropuerto de La Gomera, inaugurado en 1999, que junto al Puerto de San Sebastián facilita la llegada de viajeros desde otras islas.

Con casi 50.000 pasajeros anuales, es la puerta de entrada a un entorno que conjuga naturaleza, tranquilidad y un patrimonio ecológico singular.

Descubrir este rincón es dejarse llevar por una Canarias silenciosa, intacta y pura, donde cada cala parece haber sido esculpida con paciencia para conservar el alma del Atlántico.